Morete-Markov. escribió:Algo raro tiene que proyectar este artista del balón, este intrépido jinete que cabalga a lomos de la grandiosidad, que fue tocado por la naturaleza para convertirse casi en un ser adimensional con la pelota en los pies, para que, de vez en cuando, de tarde en tarde, provoque reacciones que cuando menos, extrañan. Hacía tiempo, mucho tiempo, que no leía, otra vez, aquello de "fútbol sala". Pero si, de nuevo ha vuelto, la consigna intemporal, la repetición de la repetición, el olvido de la magia. Es posible que el ultimo partido del moco fuera malo, maísimo, pésimo, patético, horroroso. Si, es posible. Pero ya había demostrado con creces lo que podía ofrecer, y vaya si lo hizo: manejo del partido, marcando los tiempos, dirigiendo la orquesta con maestra batuta, realizando pases antológicos de decenas de metros, mandando, ordenando, levantando la cabeza y para colmo, marcando goles.
Pero nos olvidamos, muy pronto, demasiado pronto. Y solo reparamos en David González personificando un maquiavélico panorama, en el que se encuentra hoy un equipo de fútbol que ha sido destrozado, humillado y descabezado por un entrenador que ya ha pasado a presidir la jauría de mentecatos que han puesto su culo en el banquillo de la UD a lo largo de la historia. Puesto a destrozar, no sólo ha destrozado un equipo de fútbol, sino que se ha permitido el lujo (Jémez) de descuartizar a uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos de la UD Las Palmas, a este Moco que con la alianza de otros talentosos culminaba obras maestras cada jornada.
El sábado, David volvió a parecer, quizás, un vulgar chico de fútbol-sala, es más, casi diría que era sólo una pieza de madera de un futbolín de cualquier cafetín que hacía presagiar que viejos fantasmas volverían desde el más allá. Y así ha sido. Porque no es González el único que parece descuadrado, desnortado, inutilizado; es también Viera, es Guerrero, es David García, es Barbosa, es Armiche y también hubiese sido Vitolo, a quien se le apareció la providencia en forma de grave lesión, que más que perjudicarle, le ha beneficiado, antes de que su inservible entrenador lo hiciera saltar por los aires situandolo, tal vez, de defensa central.
Por eso, aunque a algunos les parezca que D. González es un futbolín, que siempre fue así, deben despertar porque están soñando. Pero lo que hizo el de La Feria de aquí para atrás, no lo fue. Puestos a pedir responsabilidades, ahí tienen a Jémez. Aunque el presidente, casi en el borde del delito deportivo, mire a las nubes.
Joder macho. Aprovechas cualquier tema para sacer cera a Jemez