LA MEMORIA DEL PUNK
Los tributos son traicioneros. Una fórmula musical que, con la excusa de recuperar el legado de bandas históricas para disfrute de las generaciones que no pudieron descubrirlas en su tiempo, suele terminar en vulgar ejercicio circense que solo distorsiona la leyenda. No es el caso de Marky Ramone y el espectáculo que le trajo de vuelta a Gran Canaria, quince años después del concierto que hizo el grupo al completo en Los Tarahales.
Sin engaños ni artificios, porque lo que hubo el viernes noche en el teatro Juan Ramón Jiménez en Telde, fue un ejercicio de nostalgia bien medido y bastante fiel al original. No le falta razón a Marky Ramone cuando antes del concierto decía que las canciones de Ramones eran demasiado buenas para dejar de tocarlas, y que mientras tuviera una buena banda y público que le pidiera estos temas, seguiría adelante. Con tres músicos del grupo argentino Expulsados con el oficio bien aprendido en los roles de los ya desaparecidos Joey, Johnny y Dee Dee (la voz y la de Sebastian Widmer sonaba auténtica), y en un ambiente que recordaba los años buenos del punk, el concierto discurrió por el previsible repertorio de grandes éxitos.
Así, cayeron, con las pausas justas, Sheena is a punk rocker, Havana affair, 53 & 3rd, Beat on the brat, The KKK take my baby away, I just want to have something to do, I don't want you, She's the one, Needles and pins, Pet semetary, Rock and roll high school, I wanna be sedated, Judy is a Punk, Chineese rocks (dedicada a los ausentes), Psycho therapy, Today your love tomorrow the world, I don't wanna walk around you, Loudmouth, I believe in miracles, Rock and roll radio, Poison heart, Blitzkrieg bop y la versión de What a wonderful world. ¿Y el público? Pues enloquecido, como si enfrente estuvieran los auténticos. Una familia feliz unida por el punk.
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Mira que visto wacken, lorcas y metalway, y la verdad que el concierto que mas me marcó, aparte de ser la primera vez que veo un concierto, y era bichito de la pubertad con apenas 15 creo, nunca olvidaré el de los
Ramones en los Tarahales.