FUNCIONARIOS DE LA POLICÍA NACIONAL Y LOCAL
El mantenimiento del orden público constituye un trabajo arduo, difícil y estresante. Aunque es evidente que buena parte del trabajo es sedentario, las contadas actividades que no tienen este carácter, que suelen ser también las más criticadas, requieren gran demanda física. En este sentido, el trabajo policial se ha comparado con el trabajo de socorrista de una piscina. Este se pasa la mayor parte del tiempo vigilando desde el borde de la piscina; sin embargo, cuando tiene que intervenir, por regla general sin previo aviso, las exigencias físicas y emocionales son extremas. A diferencia del socorrista, el agente de policía puede ser objeto de agresión con un arma blanca o de fuego y, asimismo, se expone a la violencia deliberada de ciertos ciudadanos. Su actividad rutinaria consiste en patrullar calles, estaciones de metro, carreteras rurales, parques y otras áreas. La policía patrulla a pie, en distintos tipos de vehículos, y en ocasiones a caballo. Se necesita una vigilancia constante y, en muchas partes del mundo, la amenaza de violencia es continua. El público demanda la ayuda de la policía en casos de robo, desórdenes, agresión y violencia doméstica. Los servicios de policía participan igualmente en acciones de control de multitudes, búsqueda y rescate, y de asistencia al público en casos de catástrofe natural. A veces es preciso perseguir a los delincuentes a pie o en vehículo, apresarlos y controlarlos y, en ciertas ocasiones, el policía debe hacer uso de armas letales. Las actividades rutinarias pueden ceder el paso, sin solución de continuidad o con escaso tiempo de reacción, a una escalada de violencia peligrosa para la vida. Algunos funcionarios de policía trabajan bajo una identidad falsa, a veces durante largos períodos de tiempo. Otros, particularmente los especialistas forenses (y agentes que regulan el tráfico vial), están expuestos a productos químicos tóxicos, casi todos están expuestos a riesgos biológicos derivados de la sangre y de fluidos corporales. Los miembros de los cuerpos de policía suelen trabajar en turnos, cuya duración se suele prolongar por la necesidad de realizar funciones administrativas o comparecer en los juzgados.(...)
VIOLENCIA :
(...) actividades que encierran un mayor riesgo de provocar agresiones a los agentes de policía : en primer lugar se situaban el arresto y control de personas (hay que incluir la reducción de psiquiátricos agresivos); en segundo lugar, los atracos; y en tercer lugar las disputas domésticas.
Los agentes de policía deben mantener un elevado nivel de aptitud física. La formación del personal de policía debe comprender el control físico de los sospechosos, así como el uso de armas de fuego y de otros medios, como el gas CS, el spray de pimienta y la porra (si los proporciona la autoridad competente). En algunos lugares es necesario el uso de equipo de protección individual del tipo de chaleco blindado. También es importante contar con un sistema de comunicación que permita la petición de ayuda. Sin embargo lo más importante de la formación es la prevención de la violencia. La filosofía actualmente dominante en la actuación policial hace hincapié en el concepto de vigilancia de la comunidad y en la integración del funcionario de policía en la vida de la comunidad. (...)
Las secuelas de la violencia no siempre son físicas, pues los actos violentos son extremadamente estresantes, en especial si el incidente se ha saldado con lesiones graves, derramamiento de sangre o muerte. Particular importancia reviste la evaluación de un trastorno por estrés postraumático (TPET) después de tales incidentes.ESTRÉS EMOCIONAL Y PSICOLÓGICO :
(...). Muchos agentes perciben el exceso de trabajo administrativo, que los distrae de la vigilancia directa, como un factor de estrés importante (el engorde de estadística). El sistema de trabajo por turnos, unido a la incertidumbre sobre lo que puede acaecer durante el turno, contribuye a intensificar el estrés. En los períodos de restricciones presupuestarias, estos factores de estrés se exacerban por la escasez de personal y de equipo. Las situaciones susceptibles de degenerar en violencia son intrínsecamente estresantes, y el estrés se agudiza significativamente si la escasa dotación de personal complica la prestación de apoyo o si el policía afronta una sobrecarga de trabajo notable.
(hay que añadir la ineptitud de algunos mandos en la dirección del personal policial, ya que crean conflictos bien por su carácter y/o por un intento de manipulación o acoso laboral).
Además, se ha achacado a los elevados niveles de estrés que el trabajo policial puede causar, problemas como las desavenencias conyugales (o familiares), (trastornos de comportamiento), el alcoholismo (o drogadicción) y el índice de suicidios registrados entre los funcionarios de policía. (...)
ADEMAS…..
(...). Se ha afirmado que el incremento de la prevalencia de las enfermedades cardiacas entre los funcionarios de policía obedece casi exclusivamente al mayor riesgo de sufrir infarto de miocardio agudo.
Esta explicación parece lógica, ya que se sabe que los esfuerzos imprevistos de quienes padecen una enfermedad cardiaca constituyen un factor importante de riesgo de muerte súbita. El análisis funcional del puesto de trabajo de los agentes de policía revela que, en el cumplimiento de sus obligaciones, estos funcionarios pueden verse obligados a pasar de una actitud sedentaria a un esfuerzo físico extenuante con ninguna o escasas indicaciones y sin preparación. En efecto, buena parte del trabajo policial es de naturaleza sedentaria, a pesar de lo cual se exige al agente de policía que, si se presenta la ocasión, persiga, capture, derribe y sujete fuertemente a un sospechoso. No resulta, por lo tanto, sorprendente que, aunque la frecuencia de enfermedad coronaria subyacente en los funcionarios de policía no difiera mucho de la existente en el resto de la población, el riesgo de sufrir infarto de miocardio agudo por causa de la índole del trabajo pueda ser mayor (Franke y Anderson 1994). (...)(Habría que hablar también de enfermedades pulmonares, cáncer, dolor de espalda, y diversos riesgos de contagios biológicos. Ya los trataremos ... . De momento quédate con la “copla” del estrés, hay que prevenirlo en lo posible y dominarlo si no hay más remedio; es el desencadenante de muchas enfermedades y dolencias, ya que desequilibra el funcionamiento de nuestra maquinaria interna biológica, y perjudicamos con nuestro estrés a las personas que nos rodean ... .”Efecto bola de nieve”.
¿ AÚN SIGUES PENSANDO QUE SER POLICÍA ES UN CHOLLO ?
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