Kokealca escribió:AzoteAmarillo, como dijo Nauzet en el otro post, en verano de 2010 misteriosamente volverá a aparecer la ansiedad de la mujer de Santamaría (y luego la suya propia). Por lo que el club va a tener que venderlo por cinco céntimos de euro. Y si sigue en la presidencia MAR, y el Málaga quiere comprarlo, igual se lo dejamos en cuatro céntimos, que Fernando Sanz es coleguita nuestro.
Totalmente de acuerdo contigo, Kokealca.
Con la cabeza: que se pegue un temporadón a ver si hay alguna posiblidad de venderlo por una cantidad razonable. Pero viendo como se ha manejado el asunto este año, plegándonos ante los deseos de un sinvergüenza, otro tanto de lo mismo creo que acontecerá el próximo. Triste precedente el que se ha creado.
Con el corazón: que se rompa las dos rodillas y que jamás vuelva al fútbol de élite.
Santamaría: ´Vengo a intentar aprender de Arnau y de Munúa´ El portero navarro, que había meditado dejar el fútbol antes de la oferta del Málaga, confía en triunfar en Primera División
MIGUEL GÁMEZ. MÁLAGA Roberto Santamaría Ciprián (Pamplona, 17/02/1985) había meditado la posibilidad de dejar el fútbol pese a tener tan sólo 24 años. El motivo era que su esposa, Verónica, padecía el llamado ´Síndrome de la isla´, que le había llevado a residir en la península los últimos meses de la pasada Liga, lejos de Las Palmas, que es donde jugaba su marido y nuevo guardameta malaguista.
Por fortuna para él y para su familia, en el destino de Santamaría se cruzó el Málaga CF. O, dicho de otro modo, la gran amistad entre los presidentes de ambos clubes, el blanquiazul Fernando Sanz y el grancanario Miguel Ángel Ramírez posibilitó la cesión al conjunto albiceleste –sin opción de compra– y, con ello, que el Málaga cerrara la plantilla.
Santamaría, que tendrá el dorsal 25 a la espalda –el canterano Manu llevará el número 4 a partir de ahora–, después de haber sido titular indiscutible en Las Palmas (2007-2009) y con anterioridad en Las Palmas B (2006/07) y el Osasuna B (2005/06), da por primera vez el salto a la Primera División española.
"Tengo ganas e ilusión de superar este reto. Vengo a aprender de Arnau y Munúa, a coger ritmo de entrenamientos", expresó el pamplonica.
Con fama de ´parapenaltis´ (7 de 11 la pasada temporada), Roberto llega con la humildad por bandera. "Nadie tiene ningún método infalible; es una cuestión de racha", señala. Y con deseos de iniciar una nueva etapa en su carrera –ha cambiado su nombre futbolístico, de Roberto a Santamaría– tras haber pasado la citada pesadilla junto a su mujer.
"Era una situación complicada. Mi mujer no se había adaptado allí y se lo agradezco al presidente de Las Palmas. Tenía ganas de venir aquí. Desde el primer momento me han hablado bien de este club y de esta ciudad. Mi tío, entre ellos, de cuando jugó en el Málaga", explica Santamaría, que prefiere pasar página y centrarse en el futuro. Él sabe que no lo tendrá fácil junto a los veteranos Arnau (34 años) y Munúa (31), pero llega con la ilusión de ser titular.
Posó para los fotógrafos con camiseta roja en la portería de Fondo, donde hizo varios saques, mientras era observado por una veintena de chavales, su esposa y su representante, Juan Oyaga.
El director general del Málaga CF, José María Fernández Mochón, que fue quien lo presentó ante la ausencia de Fernando Sanz, dijo: "Ha fichado por las magníficas relaciones de los dos presidentes y porque es un gran portero. Desde hoy comenzará a demostrarlo.
Que fuerte lo del "síndrome de la isla". Está claro que el Mallorca por ejemplo, que ahora mismo está en 1ª nunca podrá interesarse por este jugador. Hay que ver hasta donde pueden llegar algunos con tal de salirse con la suya, sin duda que al menos aquí se ha ganado el desprecio de toda la afición. En verdad ya ni me importa sacar algo por este tío, por mí como si se pasa el año defendiendo la portería pero del Málaga B.
Santamaría: ´Vengo a intentar aprender de Arnau y de Munúa´ El portero navarro, que había meditado dejar el fútbol antes de la oferta del Málaga, confía en triunfar en Primera División
MIGUEL GÁMEZ. MÁLAGA Roberto Santamaría Ciprián (Pamplona, 17/02/1985) había meditado la posibilidad de dejar el fútbol pese a tener tan sólo 24 años. El motivo era que su esposa, Verónica, padecía el llamado ´Síndrome de la isla´, que le había llevado a residir en la península los últimos meses de la pasada Liga, lejos de Las Palmas, que es donde jugaba su marido y nuevo guardameta malaguista.
Por fortuna para él y para su familia, en el destino de Santamaría se cruzó el Málaga CF. O, dicho de otro modo, la gran amistad entre los presidentes de ambos clubes, el blanquiazul Fernando Sanz y el grancanario Miguel Ángel Ramírez posibilitó la cesión al conjunto albiceleste –sin opción de compra– y, con ello, que el Málaga cerrara la plantilla.
Santamaría, que tendrá el dorsal 25 a la espalda –el canterano Manu llevará el número 4 a partir de ahora–, después de haber sido titular indiscutible en Las Palmas (2007-2009) y con anterioridad en Las Palmas B (2006/07) y el Osasuna B (2005/06), da por primera vez el salto a la Primera División española.
"Tengo ganas e ilusión de superar este reto. Vengo a aprender de Arnau y Munúa, a coger ritmo de entrenamientos", expresó el pamplonica.
Con fama de ´parapenaltis´ (7 de 11 la pasada temporada), Roberto llega con la humildad por bandera. "Nadie tiene ningún método infalible; es una cuestión de racha", señala. Y con deseos de iniciar una nueva etapa en su carrera –ha cambiado su nombre futbolístico, de Roberto a Santamaría– tras haber pasado la citada pesadilla junto a su mujer.
"Era una situación complicada. Mi mujer no se había adaptado allí y se lo agradezco al presidente de Las Palmas. Tenía ganas de venir aquí. Desde el primer momento me han hablado bien de este club y de esta ciudad. Mi tío, entre ellos, de cuando jugó en el Málaga", explica Santamaría, que prefiere pasar página y centrarse en el futuro. Él sabe que no lo tendrá fácil junto a los veteranos Arnau (34 años) y Munúa (31), pero llega con la ilusión de ser titular.
Posó para los fotógrafos con camiseta roja en la portería de Fondo, donde hizo varios saques, mientras era observado por una veintena de chavales, su esposa y su representante, Juan Oyaga.
El director general del Málaga CF, José María Fernández Mochón, que fue quien lo presentó ante la ausencia de Fernando Sanz, dijo: "Ha fichado por las magníficas relaciones de los dos presidentes y porque es un gran portero. Desde hoy comenzará a demostrarlo.
a mucha honra vivir aqui niñato!
eso no pensabas cuando te ibas de marcha por la capital verdad??
bastante contento que se te veia...
en fin, sigue sumando puntos para tu vuelta
Como miente el niñato este , quién vaya a recibir a los jugadores a la entrada sabe que la mujer conducía el coche del ansioso siempre y hasta el último partido fue ella quién lo llevo , vaya trola te metio Miguel Gámez.
PD : To también tengo el síndrome de la isla , pero a la inversa , cuando salgo de Gran Canaria me da ansiedad , sobre todo si voy a Pamplona.
El motivo era que su esposa, Verónica, padecía el llamado ´Síndrome de la isla´, que le había llevado a residir en la península los últimos meses de la pasada Liga, lejos de Las Palmas
MENTIROSO
Si la mujer lo traia y llevaba a TODOS los partidos, incluido el último...y siempre con una sonrisa en la boca.
Solo espero que este tio pague lo que ha hecho, y si no puede ser en dinero, debe estar en la grada del 2010 hasta el fin de contrato, no merece menos. (Y una buena sopa de ostias Munua Style tampoco estaría mal).
Yo sólo le pido al señor que me de la oportunidad de enfrentarnos alguna vez al Malaga y que Santamaria sea el portero, por favor, porque ese día se llena el estadio solo por ver al machango este y gritarle
laramy escribió:Yo sólo le pido al señor que me de la oportunidad de enfrentarnos alguna vez al Malaga y que Santamaria sea el portero, por favor, porque ese día se llena el estadio solo por ver al machango este y gritarle
Si se diera el caso, no me extrañaría nada que se inventara una lesión de las suyas con tal de no tener que jugar en el Gran Canaria. Conociendo a este tipejo, sería de lo más normal que sucediera.