Filipe Luis vuelve a correr por la banda izquierda de Riazor
Bruno Sanxurxo 10 de mayo de 2010
El 23 de Enero fue una noche aciaga para el deportivismo. El Deportivo ganó 3-1 al Athletic Club en Riazor pero se dejó en el camino a Filipe Luis, lesionado de gravedad cuando, al marcar el primer gol, Gorka Iraizoz le cayó encima de la pierna, rompiéndole el peroné. Con el tiempo, parece claro que aquella desgracia supuso un punto de inflexión para el Dépor, que, mermado por otras bajas importantes como Guardado y Riki, no pudo seguir rindiendo al 120% y comenzó a descolgarse de los puestos europeos.
La lesión de Filipe nos sirvió para darnos cuenta del gran tipo que es. En los momentos siguientes a su lesión, sus compañeros se quedaron hundidos sobre el campo, derramando alguna lágrima incluso. En el palco Lendoiro necesitó un pañuelo para quitarse el sudor de la frente, mientras Juan Rodríguez, el mejor amigo del lateral brasileiro, corría al vestuario a su encuentro. Al final del partido, el capitán Manuel Pablo sacó la camiseta con el número 3 y honraron, con la ayuda de la afición, a su compañero, mientras que en rueda de prensa, un Lotina hundido lamentaba el accidente porque “Filipe es casi un hijo para mí”.
Gorka Iraizoz salió del hospital acojonado. No porque Filipe lo hubiera tratado mal, sino todo lo contrario. Invitado por la novia del brasileiro y acompañado por Dani Aranzubía, subió a la habitación del lesionado, donde se encontró con un Filipe que, lejos de estar hundido, no sólo tuvo a bien dejarle claro que juzgaba el lance como un accidente fortuito, sino que hasta le acabó dando ánimos. Ésta fue una constante en las declaraciones de todo aquel que visitó al lateral en el hospital: todos se quedaban alucinados con la extraordinaria reacción de Filipe. De hecho, tuvo tiempo y humor para hacerle una promesa-amenaza a Iraizoz:
"En cuatro meses te voy a marcar otro gol."
Los médicos estaban muy contentos por el positivismo del lesionado, pero como profesionales recordaron que el tiempo de recuperación estándar se mueve entre los cuatro y los seis meses, por lo que el jugador estaría en el dique seco hasta la pretemporada. A base de esfuerzo, ganas e ilusión, Filipe Luis ha vuelto a pisar el césped de Riazor después de tan solo tres meses y medio.
La afición lo recibió con una ovación tremenda, sólo comparable, según los asistentes, a los retornos tras lesión de Manuel Pablo, Valerón o Mauro Silva (los tres acabaron siendo capitanes del Dépor). Tres minutos después de entrar, Filipe subió la banda, le llegó el balón, encaró a su par y le bailó unas bicicletas para finalmente ceder la pelota a Valerón, que asistió a Riki para marcar el único gol del partido. Sólo tres minutos después de volver Filipe, el Dépor consiguió romper la peor racha de su historia (once partidos sin ganar).
La semana que viene, en la última jornada de la temporada, el Dépor visitará San Mamés. Allí Filipe podrá cumplir su promesa a Iraizoz, pero el simple hecho de que haya llegado a jugar antes de acabar el curso, ya es de por sí una noticia maravillosa para el meta rojiblanco. Todo el mundo quiere a Filipe Luis, compañeros, afición, rivales… Lástima que Brasil tenga un seleccionador que deshonre el futebol con ideas italianas…
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