Tratándose del FC Barcelona de Messi y Neymar, cualquier previsión se te puede venir abajo en cuestión de segundos. Es el único as en la manga de un conjunto que, si bien es cierto que puede hacerte un descosido, seas el Chelsea, el Milan o el Manchester, tampoco es ya, ni de lejos, aquella máquina perfecta que comandaba José Guardiola. El ambiente también juega, y el cuchillo afilado que espera a la burguesía catalana el domingo, podría ser también un arma en contra del club culé, si es que, al final, el inútil bobo solemne de Mariano Rajoy hace, por una vez en su vida, algo que se aleje de su cobardía e incapacidad manifiestas: consultar al rey, y ordenar al Jefe de Estado Mayor de la Defensa, al Ministro de Defensa y al Secretario de Estado de Seguridad, detener, acusar, juzgar y condenar a Arturo Más y a toda su corte de bufones aduladores, establecer estado de sitio en las provincias catalanas y desarmar la autonomía, parlamento y gobierno de la región.*
Mientras tanto, y vayamos al fútbol,es una oportunidad HISTÓRICA para que la Unión Deportiva Las Palmas, ASALTE con todas las de la ley, el Campo Nuevo de la provincia de Barcelona.
Bastan 10 minúsculas casualidades, que en el fondo son 10 inmensas causalidades, para entender qué le sucede al Barcelona. Una detrás de la otra conducen a un problema que adquirió el escenario de Balaídos y el cuerpo del Celta. Algo falla en el actual campeón de campeones, existe una pieza de su engranaje que hace que la máquina se estanque. De acuerdo: acumula 12 de 15 puntos en la Liga, ganó la Supercopa de Europa emanando más sudor por los poros y debutó en la Liga de Campeones con un empate. Sin embargo, sus vergüenzas están a la vista y, aunque las notas serán a final de curso, tendría que frenar esta sinergia para no obtener un gran suspenso.
1. La gira, pésimo preámbulo Todo comienza aquí, cuando el Barça se desplazó en verano a Estados Unidos. Torció el gesto Luis Enrique, sabedor de que la preparación estival es la poción que fortalece a los irreductibles habitantes de su equipo. La prueba reside en el final del pasado curso, cuando sus jugadores planeaban sobre el césped. Con varios ausentes tras la Copa América y viajando por esos lares, sólo faltaba que los resultados y el juego fueran pobres mientras aparecían las dolencias.
2. Lesiones acumuladas Una constante. Cada cierto tiempo, se ha sufrido un percance. Alves, Douglas, Adriano, Alba, Vermaelen, Bravo, Sergi Roberto y Sandro han sufrido el drama muscular. Aunque mayor es el de Rafinha, que estará seis meses recuperándose de una rotura del ligamento cruzado anterior. «Las lesiones no vienen por la preparación física», defiende Luis Enrique.
3. Plantilla en alfileres Las dolencias destapan que el equipo está cogido con pinzas. Munir y Sandro ya son mayores de edad para entrar al primer equipo, pero el adiós de Xavi y Pedro se une a la lesión de Rafinha y del resto, y al hecho de que no pueda inscribir a Arda Turan y Aleix Vidal tras Fin de Año. Ello ha propiciado que se opte por la polivalencia, como ocurrió con Sergi Roberto (medio y lateral) y Rafinha (medio y atacante).
4. Rotaciones comprometidas Si el físico falla, el sistema gravitatorio pierde el oremus. De acuerdo, sigue manteniendo sus rotaciones y no ha repetido una sola alineación en los nueve partidos disputados. Pero los cambios no han sido tan notables, más bien ligeros, y se centran en la portería y en la defensa, donde más variaciones se han producido.
5. Portería de gelatina A Marc-André ter Stegen no le ayudó recortar sus vacaciones para ser titular. Ha encajado tres veces cuatro tantos (Sevilla, Athletic y Celta), y sus aplaudidas apariciones como líbero son hoy críticas por sus salidas. No todos los goles son culpa suya, cierto. Pero sus guantes parecen estar barnizados. Son 15 goles en seis envites. Uno más e igualará los de toda el último curso. Demasiados terremotos en una plaza necesitada de estabilidad.
6. Defensa agujereada Los zagueros han contribuido al desastre en una línea maestra azulgrana. Sólo han dejado limpia la portería en dos ocasiones, ante el Athletic y el Málaga. Desajustes, malos despejes, descolocación... Se han sufrido 16 pinchazos. A estas alturas, en la pasada Liga, no se había encajado ningún tanto. Ahora hay seis en el casillero.
7. Sin brillantez El Barcelona no juega como en el tramo decisivo del pasado curso. Normal. Aunque también preocupante porque he ahí el Santo Grial del Barça. Admite Luis Enrique que los segundos episodios permiten conocer a los protagonistas. Y eso ayuda porque los conceptos están claros. Queda tiempo, pero esta vez su panorama adquiere una vertiente dispar a la que le llevó a estar en la cuerda floja.
8. Messi y el gol Acumula seis tantos este curso, tres de ellos en la Liga. Los mismos tres que hace un año en la quinta jornada. Se le nota más participativo, con más movilidad y libertad, aunque se hace extraño no verle marcar más. Pese a que el tridente necesita afilar más sus puntas.
9. Tridente y poco más Entre Messi (6), Neymar (3) y Suárez (3) acumulan 12 de los 16 goles. Canalizadores por derecho propio del ataque, son como el aire, básicos, pero necesitan ayuda. En la Liga se ha chutado 37 veces al área y se han anotado nueve dianas. Y sólo Bartra, Vermaelen, Rafinha y Pedro, ya en el Chelsea, han contribuido con un tanto.
10. El ruido no cesa Y encima, hay silbidos externos. No sólo los que recibe Piqué por parte de algunos. Más bien, porque el conflicto por el caso Masia persiste, la FIFA no piensa dejar inscribir a Turan tras la baja de Rafinha, y además sigue el caso Neymar. Demasiado alboroto.
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Nadie habrá pensado que escribía en serio. Bueno, un poquillo si.

El análisis de Corpas sí me parece bastante serio y acertado. Disfruten, mis queridos foreros, han sido casi tres lustros, y este tocho el Barça lo merece, no un Mirandés, con todos los respetos, cualquiera.
http://www.elmundo.es/deportes/2015/09/ ... b45a8.html