Araujo es el descarte extracomunitario
Sergio Araujo es el descarte extracomunitario que permitirá a la UD hacer sitio a un fichaje foráneo. El argentino, que tiene contrato hasta 2020, saldrá cedido a otro club ante la falta de ofertas que hay para su venta, la opción preferencial de la entidad y que hubiese estado dispuesta a negociar. Sin embargo, y ante la ausencia de propuestas que contemplaran el traspaso del ariete, desde la dirección deportiva se ha optado por una solución intermedia recurriendo a un préstamo que podría ser de seis meses o, incluso, de año y medio.Todo, con el fin de ahorrarse costes en la ficha del jugador y tratar de garantizarle un escenario en el que vuelva a tener regularidad competitiva.
El propio Araujo ha dado el visto bueno a su marcha consciente de que aquí no entra en los planes de Quique Setién y mucho menos ahora, con la llegada de más atacantes. Desde hace semanas ha asumido que su futuro pasa por irse y ahora falta concretar el país de su destino. Desde México, Croacia y China han surgido posibilidades, aunque, de momento, nada hay definido. La intención de las partes es concretar cuanto antes esta operación y se esperan novedades de manera inmediata.
En fase de recuperación de unas molestias, Araujo ni siquiera formará parte hoy de la expedición de la UD que emprenderá viaje a Madrid y permanecerá en tierras peninsulares hasta el sábado, dado el doble compromiso de Copa (martes ante el Atlético) y Liga (sábado, ante el Barcelona) que afrontará fuera de casa en los próximos cinco días. De esta manera, se pretende ganar tiempo para no dilatar más un desenlace cantado.
En idéntica situación está Tyronne. Al canterano de nada le ha valido su promoción fuera de casa saliendo a préstamo al Barakaldo y Huesca. No ha terminado de romper y se le ha trasladado, como ya trascendió con Javi Castellano, que le conviene progresar en otras filas. En un principio, Tyronne rechazaba otra cesión, pero teniendo vínculo hasta 2019 no parece factible que su baja implique, también, la rescisión de contrato, fórmula que sí se dio con Asdrúbal Padrón.
Otro de los nombres propios es el de Mateo García, a quien se pretendía foguear lejos de Gran Canaria por su falta de minutos. De manera imprevista, Setién apostó por él ante el Sporting y el interior llegado el pasado verano del Instituto de Colón y firmado hasta 2020 dejó detalles que ahora hacen albergar alguna duda. No está ya del todo claro que se cumpla lo que se decidió originalmente y que contemplaba una mudanza con billete de vuelta.
Con Javi Castellano, señalado por Setién como descarte seguro y que, junto a su hermano, sigue sin renovar contrato, tampoco hay nada claro. Pero Ramírez ya habló de «cuatro o cinco salidas», por lo que parece que terminará entrando en este cupo.
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