@javicanarion nos habla de Jonathan Viera, el mágico futbolista que volvió a Las Palmas para llevarla al liderato de Primera División.
Jonathan Viera: Sobreviviendo a Romario
Jonathan Viera Ramos, Jonny, Romario, el fantástico jugón del barrio de
La Feria del Atlántico en Las Palmas de Gran Canaria, ha madurado sin darnos cuenta. De un día para otro, sin avisar. Como padres con un hijo querido al que adoramos día a día y nos negamos a asumir que ha crecido. Circunstancia de la que no nos damos cuenta hasta que un comentario de alguien ajeno a la familia que le pueda ver de pascuas a ramos, o bien una fotografía con unos amigos de su misma edad provoquen un clic en nuestra cabeza, un relé que gira y nos hace ver que el “mocoso” que hasta hace poco hacía diabluras en segunda con su “primito”
Vitolo es ya un hombre hecho y derecho, capaz de cargar sobre sus espaldas el peso de uno de los equipos más atractivos de
Primera División.
Romario, apodado así por su tez especialmente bronceada por el bendito sol de las Islas Canarias, es heredero de una genial estirpe de jugadores grancanarios habilidosos que inauguró don
Juan Carlos Valerón Santana, recientemente retirado en la
UD Las Palmas tras haber contribuido a su salvación, y
David Jiménez Silva, jugador del Valencia, Celta, Éibar y Manchester City. Valerón escogió para jugar durante toda su carrera el
número 21. Así pues desde hace más de veinte años este número ha sido llevado a la espalda por los magos canariones, en todos los equipos donde han dejado muestras de su calidad, y como una herencia en la
Selección Española, tras pasar de
Valerón a
Silva. Como herencia, como un valiosísimo regalo legó
Valerón en un momento lleno de simbología su propia camiseta amarilla de la UD Las Palmas, con el 21 a la espalda, a
Jonathan Viera, que el año pasado por coincidir en el equipo escogió el 20.
Este año, con el 21 a la espalda,
Viera ha guiado a la UD Las Palmas al anecdótico y posiblemente efímero
liderato de la Primera División. Este ha sido el clic en nuestra cabeza. Verle al frente de nuestro equipo siendo el absoluto amo y señor del tiempo del partido, repartiendo pases y asistencias de gol como el que reparte caramelos, escondiendo la pelota a los rivales y ofreciéndosela al compañero mejor ubicado, reclamando el balón en situaciones donde quemaba, como en tramos del partido en Mestalla, lugar en el que la afición siempre le valoró más que los técnicos que allí tuvo. Y es que el camino del hijo pródigo no fue sencillo. Tras llegar del
Atlético Feria de su barrio a la fantástica cantera de la
UD Las Palmas siendo un quinceañero, debutó en Segunda División de la mano de
Paco Jémez y junto con su amigo inseparable
Vitolo firmaron unos partidos y dos cursos geniales en los que se vio que podría ser la nueva estrella de la cantera canaria. El
Valencia CF se hizo con sus servicios y tras un año en el que fue dejando de contar para el equipo che, fue cedido al
Rayo, donde Jémez contó con él de más a menos, hasta volver al Valencia para rescindir el contrato con los del murciélago y volar a
Lieja para jugar con el
Standard. En Bélgica, pareció que la humedad y el frío podían llegar a apagar la chispa de su fútbol, posiblemente en los momentos más difíciles de la carrera de este jugador.
Jonathan Viera estaba deseando cambiar de aires… necesitaba volver a sentir el cariño de la grada y los “ooooh” de asombro del público cuando le dejan mostrar su fútbol. Eso es lo que desprendía por cada poro de su piel cuando coincidí con él aquel aciago invierno y tuve la oportunidad de charlar con él unos instantes. Sólo el nombre de la
UD Las Palmas mencionado y un brillo en sus ojos, media sonrisa y un ya veremos que desembocaron en su cesión al equipo amarillo para el período enero-junio de 2015. La segunda vuelta, una vez se recuperó de una lesión, le encumbró al liderato del equipo que terminó consiguiendo el
ascenso frente al Zaragoza que se perdió justo hacía un año en la aciaga tarde del Córdoba.
Miguel Ángel Ramírez, presidente de la
UD Las Palmas, no lo dudó un instante y lo convirtió en el primer fichaje de la nueva era del equipillo amarillo en Primera División. Casi un millón de euros, millón y medio menos de lo que había pagado el
Valencia 3 años antes, y el los derechos federativos del jugador volvían a ser propiedad de una feliz
UD Las Palmas.
Jonathan Viera respondió al reto convirtiéndose a la llegada de
Quique Setién en el mejor jugador del equipo, y uno de los mejores mediapuntas de la Liga. Así de simple se dice en una frase, así de complicado es conseguirlo. El centro del campo de la UD Las Palmas, donde
Roque Mesa es el rompeolas y Jonathan Viera el faro, es envidiado por casi todos los equipos de Primera División, por la calidad de sus integrantes y porque estos dos años todos ellos son
grancanarios y canteranos:
Juan Carlos Valerón, Javi Castellano, Hernán Santana, Vicente Gómez, Tana Domínguez, Tyronne del Pino, Jonathan Viera y Roque Mesa. El año pasado, sin la participación de Javi Castellano, el jugador más regular de la temporada del ascenso, se consiguió la salvación jugando un fútbol espectacular, con fases de auténtica clase maestra de la técnica y la pausa que han identificado desde siempre al fútbol grancanario, a la
UD Las Palmas que vieron triunfar nuestros padres y abuelos.
Romario terminó el año con
10 goles y 9 asistencias, con una catarata de partidos inolvidables, con el depósito de arte lleno hasta arriba, incluso hasta con esa forma de tirar los penaltis sin mirar al esférico en ningún momento que tan nerviosos nos pone a los aficionados. Este año la UD Las Palmas ha conseguido conservar a
Roque Mesa, jugador de su misma quinta con el que se entiende a las mil maravillas, y
Jonathan Viera acaba de anunciar su intención de seguir ligado a este proyecto de la
UD Las Palmas por cinco temporadas más, declarando con muchísima pillería que aquí en Las Palmas esperaría de nuevo a Vitolo, y seguramente a Silva, que ya declaró su intención de terminar su carrera en
Las Palmas, jugando para
Unión Deportiva, como su paisano de
Arguineguín y mentor
Juan Carlos Valerón. Juntos los cuatro jugadores de la cantera, Vitolo, Viera, Silva y Roque, estoy seguro que llegarán a la Selección Española. Juntos estoy seguro de que llevarán a la UD Las Palmas a cotas no vistas desde hace casi 40 años y
Jonathan Viera, estoy seguro, va a ser el ejemplo de algún chiquillo que ahora mire su fútbol con ojos como platos y que en un futuro, quizá dentro de diez años, pueda recibir de manos de Jonathan Viera una camiseta con el 21 siendo señalado como el heredero y líder en el campo de un equipo amarillo consagrado
entre los grandes de España y quizá de Europa.
Jonathan Viera y Juan Carlos Valerón
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