Señores este post no lo escribo con la intencion de destacar futbolisticamente a este jugador, sino para destacar su forma de ser que me parece muy curiosa y que a la vez me encanta porque a mi este tipo de gente sana me gusta. En un articulo del diario Sport (diario deportivo catalan) describen como fue la vida de este jugador, voy a copiar el articulo aver que les parece:
"Nací en Guadalupe, una de las islas del Caribe donde hace muchos años pasó algo cruel y extraordinario al mismo tiempo. Fue cruel porque los africanos fueron reducidos allí a la esclavitud. Al final de este periodo de cautividad llegaron los indianos, consecuencia de que la cultura de Guadalupe es hoy una mezcla. Yo, Lilian Thuram, soy un producto de esta mezcla y de este encuentro trágico del que nació la nueva cultura. Es esto lo que me lleva a reflexionar sobre las cuestiones de mestizaje. El mestizaje cultural es una riqueza, pero puede ser una trauma si no está bien explicado”. La presentación de Lilian Thuram, nuevo jugador del Barcelona, sirve para contextualizar sus raíces y explicar cómo, a sus 34 años, ha llegado a convertirse en un defensor de las poblaciones explotadas.
Implicado en los problemas sociales, Thuram interpreta a través de sus vivencias la realidad de Francia y de Africa. “Soy fruto de una familia monoparental. Mi madre tuvo cinco hijos y tuvo que emigrar a Francia para darnos algo mejor de lo que podía ofrecernos en Guadalupe. Esta experiencia ha marcado mi vida. Tenía nueve años cuando nos fuimos a vivir a Bois Colombes y luego a Avon, en las afueras de París. Allí encontré todo tipo de gente que venía de diferentes horizontes: De Pakistan, del Zaire, de Portugal, de España, de Marruecos, de Argelia. Mi mejor amigo era español. Crecí con todos estos chicos, sin barrera de nacionalidad. Siempre hubo un gran entendimiento, una gran amistad. Juntos, por ejemplo, descubríamos los juegos de los otros, sus costumbres, la manera de vestirse, las músicas, las fiestas... Yo me alimenté de esta realidad. Es por esta razón por la que hoy en día no entiendo la incomprensión de la gente”.
El desprecio al extranjero es un aspecto que indigna a Thuram porque, considera, es fruto de la incultura: “Las personas somos diferentes pero sólo culturalmente. Hay que comprender que todos aspiramos a lo mismo: A la felicidad. Todos queremos ser felices pese a no escoger el mismo camino para lograrlo. Nuestras religiones, por ejemplo, pueden ser diferentes, pero todas intentan llevarnos a la felicidad. El problema que veo es que la gente no trata de conocerse. Es fundamental aprender a conocer al otro. Uno no puede respetar al otro, ni quiere vivir con el otro si no lo conoce. No se puede conocer al otro si se limita a querer que se nos parezca”.
Thuram intenta encontrar una salida a las preguntas más inquietantes a través de los grandes pensadores. “Intento informarme de los aspectos que más me interesan. Leo libros de filosofía porque creo que es importante ponerse las preguntas de por qué estamos aquí y dónde vamos. Al mismo tiempo, me interesa mucho la cultura negra, la historia de los negros. Es algo que no se aprende en la escuela porque en los libros de texto la historia de los negros empieza con la esclavitud”.
EL FUTBOL
Con una trayectoria de quince años en el profesionalismo, Thuram asegura que se ha llevado una sorpresa con su destino. “Cuando era pequeño yo soñaba en convertirme en un sacerdote. Me impactaron siempre las palabras que hacían referencia al hecho de compartir. Las escuchaba en misa. Me marcó la voz de ese hombre que podía reconciliar a las personas, y que podía perdonar. Es algo que aún hace parte de mí. Quería ser como él y no futbolista. En realidad, no sabía ni que existiera esta profesión”, indica.
Empezó a jugar en las calles de Puerto Príncipe, como cualquier otro chico de la población: “Jugaba delante de casa, en Antillas. Para no romper los zapatos, nos los quitábamos. Jugábamos con los pies descalzos en el alquitrán, algo que hoy ya no puedo hacer. Organizábamos partidos contra equipos de otros barrios. Nos hacíamos nuestras propias camisetas y las porterías eran trozos de madera”.
En sus inicios, Thuram no jugaba de defensa, una demarcación que pasó a ocupar con el paso de los años. “Es difícil para un chico ser defensa. Como todos, quería marcar goles. Sin embargo, me pidieron ser defensa porque vieron que no sabía marcar goles. Me entristeció, pero tuve que aceptarlo”, declaró en una entrevista en "Le Messager".
El fútbol ha cambiado mucho desde entonces. Thuram, sin embargo, intenta mantener ese espíritu de entonces. “El fútbol es la felicidad. Es suficiente tener un balón y ponerte a jugar para disfrutar. Siempre habrá alguien que se junte contigo. Y después de uno, otro. Uno contra uno, dos contra dos, tres contra tres. Y al final es: ‘¿Nos vemos aquí mañana?’. Dale un balón a un niño y le harás feliz. Sus ojos se iluminan de inmediato. Juega y se divierte. Esta es la razón que hace despertar tantas pasiones. No es por azar. Nosotros, los futbolistas profesionales, debemos mantener limpio este espíritu infantil y no mezclar este sentimiento con todo lo que mueve el fútbol (dinero, intereses,...). Una cosa es lo que pasa en un campo y otra lo que ocurre fuera del estadio. A partir del momento en el que atrae a tantos espectadores el marco es el ideal para vender todo tipo de cosas. El Mundial es un ejemplo. Sólo hay que ver el precio de los spots publicitarios. Todos los países quieren el Mundial porque esto genera mucho dinero. Hay que diferenciar los dos aspectos. Los jugadores debemos guardar esta ilusión de los niños para transmitir emociones a los que nos miran”.
Lilian Thuram, que grande eres.
- kevin_ultranaciente
- Acceso VIP
- Mensajes: 1228
- Registrado: Mar May 24, 2005 5:16 pm
- Ubicación: sector B-42