NO AL OVIETAZO
Publicado: Lun Abr 26, 2004 10:14 am
En el club amarillo ponen como ejemplo al Real Oviedo
NO AL OVIETAZO
La afición de la UD mandó un claro mensaje el sábado.
El consejo apuesta por la supervivencia de la UD incluso en Segunda B
La UD Las Palmas entra en una fase decisiva para clarificar su futuro. Con un pie en Segunda B y hundido económicamente, desde algunos sectores -políticos y empresariales- de Gran Canaria se apuesta por hacer borrón y cuenta nueva: dejar morir al viejo club amarillo y empezar de cero con un nuevo proyecto futbolístico. Sin embargo, en el consejo de administración de la UD se insiste en que la entidad de Pío XII sobrevivirá incluso si desciende de categoría. El pulso está servido.
MARTÍN ALONSO. Las Palmas de Gran Canaria
El Real Oviedo es el ejemplo al que se agarran algunos consejeros de la UD Las Palmas para calibrar las posibilidades de supervivencia del club amarillo. La temporada pasada el equipo asturiano descendió a Segunda B sobre los terrenos de juego y en agosto certificó su caída libre bajando, en los despachos -por impago a su plantilla-, a Tercera División. En aquel momento la viabilidad del conjunto carbayón, con una deuda de más de 30 millones de euros y en el pozo del fútbol español, parecía una utopía.
Ante tal situación, Gabino de Lorenzo (Partido Popular), alcalde de la capital del Principado, decidió dar un paso al frente y crear un nuevo proyecto: reunió el apoyo económico de un sector empresarial afín, tomó un club de la ciudad totalmente saneado, el Astur, y lo refundó. El nuevo equipo se denominó Oviedo Astur Club de Fútbol, se le cambió el uniforme -del habitual rojinegro pasó a vestir la camisa azul y el pantalón blanco del Real Oviedo-, recibió el escudo de la ciudad e incluso se planteó la posibilidad de que jugara en el nuevo Carlos Tartiere, de propiedad municipal y del que se quería desahuciar al Real Oviedo. Además, a la nueva causa se unieron ex futbolistas históricos del club carbayón como Carrete, Iván Iglesias o Berto.
El alcalde de Oviedo lo tenía todo atado y bien atado, excepto un pequeño detalle: el apoyo de la afición. Los seguidores carbayones no aceptaron el híbrido municipal y se rebelaron. Se echaron a la calle, se manifestaron a las puertas del ayuntamiento y salieron en ayuda de su histórico y maltrecho equipo. El resultado es para tener en cuenta: el Real Oviedo, en Tercera División, cuenta con más de 10.000 abonados; el equipo que entrena Antonio Rivas lidera con solvencia el grupo asturiano de su categoría; el Carlos Tartiere, a pesar de que a principio de temporada se retiraron -por parte del ayuntamiento- los servicios especiales de transporte público al estadio registra excelentes entradas; y lo más importante, la ciudad ha dado la espalda al Oviedo Astur y Gabino de Lorenzo empieza a recular.
En el consejo de la UD, según han asegurado algunos de sus miembros a CANARIASAHORA, consideran que en Las Palmas de Gran Canaria se puede vivir, en breve, una situación similar. La afición mandó un aviso a navegantes el pasado sábado: a pesar de todos los problemas que rodean al equipo amarillo acudió en masa al estadio de Gran Canaria y 23.820 espectadores presenciaron el partido ante el Recreativo de Huelva. De momento, los seguidores de la UD se resisten a aceptar la muerte del club amarillo y muchos -como se puede ver en la imagen que ilustra la información- se oponen a cambiar de equipo, y todo lo que conlleva -vínculos históricos y emocionales- como de camiseta y no quieren oír hablar de otros proyectos futbolísticos a los que ya se le busca nombre: UD Gran Canaria, Las Palmas CF o CD Las Palmas son los que más suenan.
Los rumores, en las últimas semanas, se han disparado. Se habla de contactos entre políticos y empresarios para apoyar un nuevo proyecto, que podría surgir desde la refundación de alguno de los clubes grancanarios que militan en Segunda B: Universidad y UD Vecindario. Francisco José Gómez Cáceres, presidente de la entidad colegial, siempre se ha mostrado dispuesto a colaborar en caso de hecatombe en la UD Las Palmas. Además, las instituciones -Cabildo y ayuntamiento de la capital, gobernados por el PP- y los dueños de la SAD -Tadeo, Germán Suárez, Lopesan y los hermanos Domínguez, al margen de García Navarro- no han dado un paso al frente para salvar a la UD y todo indica que dejarán morir al club amarillo.
En la UD Las Palmas apuestan por la rebeldía de la afición, que al final tendrá la última palabra. Además, muchos recuerdan que la SAD tiene dueños y responsables del desaguisado. El pulso está echado y el cisma puede ser considerable. ¿Se imaginan un nuevo proyecto en Segunda B, con apoyos políticos y empresariales, sin tirón social y un club histórico, pero hundido, llenando un campo en Tercera División? En el fútbol, que es así de grande, todo puede pasar.
NO AL OVIETAZO
La afición de la UD mandó un claro mensaje el sábado.
El consejo apuesta por la supervivencia de la UD incluso en Segunda B
La UD Las Palmas entra en una fase decisiva para clarificar su futuro. Con un pie en Segunda B y hundido económicamente, desde algunos sectores -políticos y empresariales- de Gran Canaria se apuesta por hacer borrón y cuenta nueva: dejar morir al viejo club amarillo y empezar de cero con un nuevo proyecto futbolístico. Sin embargo, en el consejo de administración de la UD se insiste en que la entidad de Pío XII sobrevivirá incluso si desciende de categoría. El pulso está servido.
MARTÍN ALONSO. Las Palmas de Gran Canaria
El Real Oviedo es el ejemplo al que se agarran algunos consejeros de la UD Las Palmas para calibrar las posibilidades de supervivencia del club amarillo. La temporada pasada el equipo asturiano descendió a Segunda B sobre los terrenos de juego y en agosto certificó su caída libre bajando, en los despachos -por impago a su plantilla-, a Tercera División. En aquel momento la viabilidad del conjunto carbayón, con una deuda de más de 30 millones de euros y en el pozo del fútbol español, parecía una utopía.
Ante tal situación, Gabino de Lorenzo (Partido Popular), alcalde de la capital del Principado, decidió dar un paso al frente y crear un nuevo proyecto: reunió el apoyo económico de un sector empresarial afín, tomó un club de la ciudad totalmente saneado, el Astur, y lo refundó. El nuevo equipo se denominó Oviedo Astur Club de Fútbol, se le cambió el uniforme -del habitual rojinegro pasó a vestir la camisa azul y el pantalón blanco del Real Oviedo-, recibió el escudo de la ciudad e incluso se planteó la posibilidad de que jugara en el nuevo Carlos Tartiere, de propiedad municipal y del que se quería desahuciar al Real Oviedo. Además, a la nueva causa se unieron ex futbolistas históricos del club carbayón como Carrete, Iván Iglesias o Berto.
El alcalde de Oviedo lo tenía todo atado y bien atado, excepto un pequeño detalle: el apoyo de la afición. Los seguidores carbayones no aceptaron el híbrido municipal y se rebelaron. Se echaron a la calle, se manifestaron a las puertas del ayuntamiento y salieron en ayuda de su histórico y maltrecho equipo. El resultado es para tener en cuenta: el Real Oviedo, en Tercera División, cuenta con más de 10.000 abonados; el equipo que entrena Antonio Rivas lidera con solvencia el grupo asturiano de su categoría; el Carlos Tartiere, a pesar de que a principio de temporada se retiraron -por parte del ayuntamiento- los servicios especiales de transporte público al estadio registra excelentes entradas; y lo más importante, la ciudad ha dado la espalda al Oviedo Astur y Gabino de Lorenzo empieza a recular.
En el consejo de la UD, según han asegurado algunos de sus miembros a CANARIASAHORA, consideran que en Las Palmas de Gran Canaria se puede vivir, en breve, una situación similar. La afición mandó un aviso a navegantes el pasado sábado: a pesar de todos los problemas que rodean al equipo amarillo acudió en masa al estadio de Gran Canaria y 23.820 espectadores presenciaron el partido ante el Recreativo de Huelva. De momento, los seguidores de la UD se resisten a aceptar la muerte del club amarillo y muchos -como se puede ver en la imagen que ilustra la información- se oponen a cambiar de equipo, y todo lo que conlleva -vínculos históricos y emocionales- como de camiseta y no quieren oír hablar de otros proyectos futbolísticos a los que ya se le busca nombre: UD Gran Canaria, Las Palmas CF o CD Las Palmas son los que más suenan.
Los rumores, en las últimas semanas, se han disparado. Se habla de contactos entre políticos y empresarios para apoyar un nuevo proyecto, que podría surgir desde la refundación de alguno de los clubes grancanarios que militan en Segunda B: Universidad y UD Vecindario. Francisco José Gómez Cáceres, presidente de la entidad colegial, siempre se ha mostrado dispuesto a colaborar en caso de hecatombe en la UD Las Palmas. Además, las instituciones -Cabildo y ayuntamiento de la capital, gobernados por el PP- y los dueños de la SAD -Tadeo, Germán Suárez, Lopesan y los hermanos Domínguez, al margen de García Navarro- no han dado un paso al frente para salvar a la UD y todo indica que dejarán morir al club amarillo.
En la UD Las Palmas apuestan por la rebeldía de la afición, que al final tendrá la última palabra. Además, muchos recuerdan que la SAD tiene dueños y responsables del desaguisado. El pulso está echado y el cisma puede ser considerable. ¿Se imaginan un nuevo proyecto en Segunda B, con apoyos políticos y empresariales, sin tirón social y un club histórico, pero hundido, llenando un campo en Tercera División? En el fútbol, que es así de grande, todo puede pasar.