heridos de arma blanca en la hinchada de river y del tomba
Publicado: Lun May 07, 2007 9:31 am
La banda sangrada
La interna de la barra provocó un nuevo cruce sangriento. Se pelearon con armas blancas: hubo heridos y dos internados.
Las manchas en el pasillo. También había a la salida de la popular, que fueron lavadas.
Iba a pasar. Sólo faltaba saber cuándo. Pero desde aquella batalla en los quinchos del 11 de febrero quedó pendiente un nuevo enfrentamiento que se dio ayer, otra vez en el Monumental. Adentro y afuera. Esta vez sin armas de fuego, sí blancas, las que provocaron muchos heridos, dos de los cuales (de apellido Verón y Raposo) anoche seguían internados en el Hospital Pirovano: uno que perdió mucha sangre y entró al club en busca de auxilio al grito de "me muero, me muero", con cortes en el cuello, tórax, axila y región lumbar; y el otro, en el tórax y glúteo izquierdo.
Desde aquel primer choque sangriento, el grupo que siguió yendo a la popular es el que encabeza Alan Schlenker. Afuera estaban los alineados detrás de Adrián Rousseau, de quienes se rumoreó que volverían ante Colón. Tal vez eso hizo relajarse al otro bando, tanto que el viernes en una cantina de Palermo donde cenó Alan ni se habló de un posible cruce. Menos lo imaginó su hermano William mientras bailaba el sábado en el Southfest o los otros del grupo que no pueden ir a la cancha por el derecho de admisión, como Julito, que se quedaron tomando vino a pocas cuadras del estadio.
Quien planeó el ataque y lo comandó desde abajo del puente Labruna fue Adrián. Hace unos diez días, en un asado en Don Torcuato, juntó a 100 barras (entre los que había ex allegados al Turco de Ciudadela, presentes por el llamado de Cristian Ghisletti) que se juramentaron recuperar el poder en la tribuna, condición que deberían cumplir para mantener el poder interno en el club más allá de los despidos que sufrieron ocho miembros de su grupo: Javier y Martín de Ezeiza, Martín de Ramos, Topa, Chimi, Caverna, el Uruguayo y El Diarierito Matías, quienes trabajaban en mantenimiento, la pileta y seguridad.
Rousseau y compañía programaron ir a buscar al otro bando ante Independiente porque apostaban a que la Policía estaría relajada por la buena onda que existe entre el bando de Alan y los de Avellaneda. Así, en la popular local aparecieron patovicas con buzos tipo canguro con las cabezas tapadas, miembros de la barra de Italiano, que llegaron hasta allí por la amistad de Adrián con Beto de Hurlingham, capo tano. En el bajotribuna hubo peleas durante el partido y el grupo de Rousseau robó banderas y bombos.
Sin embargo, lo más sangriento se vivió afuera, sobre Udaondo, abajo del puente, y camino a Figueroa Alcorta, sin presencia policial, y también en la puerta Maratón, a la salida de la popu. Allí hubo una batalla campal que provocó heridos que fueron por su cuenta a una clínica cercana al estadio y los dos del bando de Alan que terminaron en el Pirovano. Estos ingresaron al club por la puerta de prensa —está todo filmado—, recibieron los primeros auxilios (razón por la cual River hizo la denuncia en la comisaría 51) y los subieron a la ambulancia. Dejaron muchas manchas de sangre, que aunque sean lavadas no se borrarán tan fácilmente.
Un apuñalado en Mendoza
En una pelea entre dos hinchas de Godoy Cruz, uno resultó herido de arma blanca y operado de urgencia.
Los del Tomba tuvieron una alegría opacada por la violencia.
El triunfo importante sobre Gimnasia no fue suficiente para que la tarde de Godoy Cruz fuera perfecta. Un hecho de violencia lo impidió: durante un enfrentamiento entre dos barras del Tomba, uno de ellos recibió una puñalada en el abdomen y debió ser operado de urgencia en el hospital Laggomagiore. El herido se llama Jonatan Morales, de 18 años, y se encuentra fuera de peligro.
"Un integrante de la barrabrava de Godoy Cruz fue atacado por otro miembro de la hinchada", le confirmó a la agencia Télam Alfredo Cornejo, Ministro de Seguridad de Mendoza. El episodio se produjo durante los minutos finales del primer tiempo en la zona de la popular local, abajo del tablero electrónico. Primero hubo corridas y luego, por motivos desconocidos, se desató la pelea en la que uno de los protagonistas desenfundó el arma blanca y arremetió. Inmediatamente el herido fue subido a una ambulancia y trasladado al hospital.
Aunque la felicidad no fue completa, los hinchas festejaron la victoria que hoy por hoy lo mantiene a salvo del descenso directo.
diario ole
La interna de la barra provocó un nuevo cruce sangriento. Se pelearon con armas blancas: hubo heridos y dos internados.
Las manchas en el pasillo. También había a la salida de la popular, que fueron lavadas.
Iba a pasar. Sólo faltaba saber cuándo. Pero desde aquella batalla en los quinchos del 11 de febrero quedó pendiente un nuevo enfrentamiento que se dio ayer, otra vez en el Monumental. Adentro y afuera. Esta vez sin armas de fuego, sí blancas, las que provocaron muchos heridos, dos de los cuales (de apellido Verón y Raposo) anoche seguían internados en el Hospital Pirovano: uno que perdió mucha sangre y entró al club en busca de auxilio al grito de "me muero, me muero", con cortes en el cuello, tórax, axila y región lumbar; y el otro, en el tórax y glúteo izquierdo.
Desde aquel primer choque sangriento, el grupo que siguió yendo a la popular es el que encabeza Alan Schlenker. Afuera estaban los alineados detrás de Adrián Rousseau, de quienes se rumoreó que volverían ante Colón. Tal vez eso hizo relajarse al otro bando, tanto que el viernes en una cantina de Palermo donde cenó Alan ni se habló de un posible cruce. Menos lo imaginó su hermano William mientras bailaba el sábado en el Southfest o los otros del grupo que no pueden ir a la cancha por el derecho de admisión, como Julito, que se quedaron tomando vino a pocas cuadras del estadio.
Quien planeó el ataque y lo comandó desde abajo del puente Labruna fue Adrián. Hace unos diez días, en un asado en Don Torcuato, juntó a 100 barras (entre los que había ex allegados al Turco de Ciudadela, presentes por el llamado de Cristian Ghisletti) que se juramentaron recuperar el poder en la tribuna, condición que deberían cumplir para mantener el poder interno en el club más allá de los despidos que sufrieron ocho miembros de su grupo: Javier y Martín de Ezeiza, Martín de Ramos, Topa, Chimi, Caverna, el Uruguayo y El Diarierito Matías, quienes trabajaban en mantenimiento, la pileta y seguridad.
Rousseau y compañía programaron ir a buscar al otro bando ante Independiente porque apostaban a que la Policía estaría relajada por la buena onda que existe entre el bando de Alan y los de Avellaneda. Así, en la popular local aparecieron patovicas con buzos tipo canguro con las cabezas tapadas, miembros de la barra de Italiano, que llegaron hasta allí por la amistad de Adrián con Beto de Hurlingham, capo tano. En el bajotribuna hubo peleas durante el partido y el grupo de Rousseau robó banderas y bombos.
Sin embargo, lo más sangriento se vivió afuera, sobre Udaondo, abajo del puente, y camino a Figueroa Alcorta, sin presencia policial, y también en la puerta Maratón, a la salida de la popu. Allí hubo una batalla campal que provocó heridos que fueron por su cuenta a una clínica cercana al estadio y los dos del bando de Alan que terminaron en el Pirovano. Estos ingresaron al club por la puerta de prensa —está todo filmado—, recibieron los primeros auxilios (razón por la cual River hizo la denuncia en la comisaría 51) y los subieron a la ambulancia. Dejaron muchas manchas de sangre, que aunque sean lavadas no se borrarán tan fácilmente.
Un apuñalado en Mendoza
En una pelea entre dos hinchas de Godoy Cruz, uno resultó herido de arma blanca y operado de urgencia.
Los del Tomba tuvieron una alegría opacada por la violencia.
El triunfo importante sobre Gimnasia no fue suficiente para que la tarde de Godoy Cruz fuera perfecta. Un hecho de violencia lo impidió: durante un enfrentamiento entre dos barras del Tomba, uno de ellos recibió una puñalada en el abdomen y debió ser operado de urgencia en el hospital Laggomagiore. El herido se llama Jonatan Morales, de 18 años, y se encuentra fuera de peligro.
"Un integrante de la barrabrava de Godoy Cruz fue atacado por otro miembro de la hinchada", le confirmó a la agencia Télam Alfredo Cornejo, Ministro de Seguridad de Mendoza. El episodio se produjo durante los minutos finales del primer tiempo en la zona de la popular local, abajo del tablero electrónico. Primero hubo corridas y luego, por motivos desconocidos, se desató la pelea en la que uno de los protagonistas desenfundó el arma blanca y arremetió. Inmediatamente el herido fue subido a una ambulancia y trasladado al hospital.
Aunque la felicidad no fue completa, los hinchas festejaron la victoria que hoy por hoy lo mantiene a salvo del descenso directo.
diario ole