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Mi padre le encantaba el futbol y con siete años me llevó al Insular. Yo miraba sorprendido el ambiente de banderas, bufandas y señores con puros.
Había un mejicano con una trompeta que intenteba pasar por la puerta y no se que problema tenía con el pase. Pero la sensación que más me llenó fué cuando subiendo la escalera oír el murmullo del público y al terminar los escalones ver el cesped inmensamente verde y justo en ese momento apareció el equipo por el tunel de vestuarios estallando el gentío en multiples vítores y aplausos. Desde ese momento me enamoré del equipillo.

Yo era pequeñito y veía a mi padre que se iba al fútbol. Como todos los peques, siempre quería estar con él, y le pedía que me llevara.

Un día me llevó y mi vida cambió. Recuerdo entrar por la grada sur y quedarme impresionado ante el verde, el bullicio del público, los jugadores tocando la pelota, el holor a jarea, la alegría de las victorias y, sobre todo, algo que me sorprendió, lo exigente que era la afición con los jugadores, sobre todos los importantes. Antes de entrar veía optimismo, pero luego, según el juego, la gente se mostraba contenta o cabreada. Me impresionaba la fila de banderas encima de la naciente, colocadas según la clasificación, y ver a la UD entre los primeros( bueno, también cuando estaba colocada para atrás...).

Cada vez que la UD marcaba un gol, miraba siempre para el marcador para ver como lo cambiaban.

Más tarde, intenté siempre convencer a mi padre, que el pobre, a veces, no le quedaba otra que llevarme. Lo acompañaba al Viena, donde se echaba el par de copas antes del partido. Recuerdo ver a jugadores del Barça y de otros equipos en los aledaños, el clima de fútbol, algo inenarrable que, repito, marcó mi vida.

A veces, cuando voy al fútbol busco en mi interior esa sensación tan placentera que me daba ver jugar a los nuestros, verlos ganar y comprobar que éramos uno de los grandes del país. Entonces, eso de ser del Barça o del Madrid no se llevaba. Todos eramos de la UD.

Con doce o trece años, empecé a ir solo a los del filial, porque empezaban a las seis y media de la tarde. Y después, de grande, iba cuando la economía me lo permitía, porque entonces era muy caro.

Por cierto, hace unos meses llevé a mi hija al EGC y no perdí de vista su cara al ver al estadio. Le pasó como a mi, abrió los ojos y se quedó unos segundos parada...Ahora, si me ve viendo futbol por la tele, reconoce la importancia si el que juega es la UD... Hay que cuidar la cantera.

Saludos

Pato escribió:Yo era pequeñito y veía a mi padre que se iba al fútbol. Como todos los peques, siempre quería estar con él, y le pedía que me llevara.

Un día me llevó y mi vida cambió. Recuerdo entrar por la grada sur y quedarme impresionado ante el verde, el bullicio del público, los jugadores tocando la pelota, el holor a jarea, la alegría de las victorias y, sobre todo, algo que me sorprendió, lo exigente que era la afición con los jugadores, sobre todos los importantes. Antes de entrar veía optimismo, pero luego, según el juego, la gente se mostraba contenta o cabreada. Me impresionaba la fila de banderas encima de la naciente, colocadas según la clasificación, y ver a la UD entre los primeros( bueno, también cuando estaba colocada para atrás...).

Cada vez que la UD marcaba un gol, miraba siempre para el marcador para ver como lo cambiaban.

Más tarde, intenté siempre convencer a mi padre, que el pobre, a veces, no le quedaba otra que llevarme. Lo acompañaba al Viena, donde se echaba el par de copas antes del partido. Recuerdo ver a jugadores del Barça y de otros equipos en los aledaños, el clima de fútbol, algo inenarrable que, repito, marcó mi vida.

A veces, cuando voy al fútbol busco en mi interior esa sensación tan placentera que me daba ver jugar a los nuestros, verlos ganar y comprobar que éramos uno de los grandes del país. Entonces, eso de ser del Barça o del Madrid no se llevaba. Todos eramos de la UD.

Con doce o trece años, empecé a ir solo a los del filial, porque empezaban a las seis y media de la tarde. Y después, de grande, iba cuando la economía me lo permitía, porque entonces era muy caro.

Por cierto, hace unos meses llevé a mi hija al EGC y no perdí de vista su cara al ver al estadio. Le pasó como a mi, abrió los ojos y se quedó unos segundos parada...Ahora, si me ve viendo futbol por la tele, reconoce la importancia si el que juega es la UD... Hay que cuidar la cantera.

Saludos

Precioso amigo Pato

Nasshh !!!

Desde hace relativamente poco estoy llendo al estadio, comencé a ir a mitad de esta temporada más o menos, bueno desde el año pasado, noviembre o por ahí, quizá antes, y posteando en este foro desde entonces tambien. Fuí la primera vez motivado por los ánimos que me daba un buen amigo mío; ("Josuew" en este foro) y nada decidí hacerle caso e ir a ver que tal, puesto que yo no he sido nunca gran aficionado al fútbol, aunque si he seguido importantes partidos y si me he interesado por ver los mundiales (A ver si España tiene suerte en los próximos...).

Y bueno, pues nada tiré a ver que tal, y vaya cuando entré por la puerta del estadio por primera vez, (fue por la parte alta de tribuna) y veo el tema que había allí, el césped, la peña ahí de buen rollo, y luego que nos sentamos por la grada curva cerca de Ultra Naciente (como solemos hacer casi siempre, alguna vez hemos estado en Naciente tambien) y viendo a toda la peña ahí cantando y dandole ánimos al equipo, pues dije buas esto ta guapo. Y nada luego los jugadores, el partidote ahí en directo, que para nada es como verlo por la tele, en directo se vive más y mejor y sobre todo la sensación esa que es ver como cuando se une todo el estadio animando, que casi vibra pues dije aquí estaremos...ya quedé enganchado.

Reconozco que la primera vez que fuí y otras veces he ido invitado, pero tambien he pagado la entrada cuando ha hecho falta sean 10, 2, 4, o 15 euros. El año que viene espero poder hacerme abonado y seguir ahí como uno más aportando mi granito de arena a la afición y al equipo de buen rollo.

En cierto modo, el ver a los jugadores en el campo, me trae recuerdos de cuando yo era pequeño y me pegaba los partidotes de futbol en la calle con los amigos ya fuera en una cancha, en un parque o en plena carretera de esas que pasan pocos coches, en todos esos barrios en los que yo he vivido, como Schamann, La Feria, Escaleritas, y bueno aunque no he vivido allí tambien he jugado en La Paterna. En todos esos lugares de los cuales todavía conservo buenos colegas y que desde aquí les mando un fuerte saludo ahí. El futbol siempre de alguna forma ha servido para hacer buenas amistades y por eso al ver a los jugadores saludarse, marcar goles y estar ahí saludando a la afición me trae buenos recuerdos.

Y como no, es el equipo de mi Tierra, si no les apollamos nosotros no es lo mismo, siepre he sabido de su existencia pero es ahora cuando me doy cuenta como sabe ir a verlos en directo.

A por ellos peña !!!

Un saludo para tod@s !!!

Enga a Cuidarse y Hasta Pronto !!!

Pato escribió:Yo era pequeñito y veía a mi padre que se iba al fútbol. Como todos los peques, siempre quería estar con él, y le pedía que me llevara.

Un día me llevó y mi vida cambió. Recuerdo entrar por la grada sur y quedarme impresionado ante el verde, el bullicio del público, los jugadores tocando la pelota, el holor a jarea, la alegría de las victorias y, sobre todo, algo que me sorprendió, lo exigente que era la afición con los jugadores, sobre todos los importantes. Antes de entrar veía optimismo, pero luego, según el juego, la gente se mostraba contenta o cabreada. Me impresionaba la fila de banderas encima de la naciente, colocadas según la clasificación, y ver a la UD entre los primeros( bueno, también cuando estaba colocada para atrás...).

Cada vez que la UD marcaba un gol, miraba siempre para el marcador para ver como lo cambiaban.

Más tarde, intenté siempre convencer a mi padre, que el pobre, a veces, no le quedaba otra que llevarme. Lo acompañaba al Viena, donde se echaba el par de copas antes del partido. Recuerdo ver a jugadores del Barça y de otros equipos en los aledaños, el clima de fútbol, algo inenarrable que, repito, marcó mi vida.

A veces, cuando voy al fútbol busco en mi interior esa sensación tan placentera que me daba ver jugar a los nuestros, verlos ganar y comprobar que éramos uno de los grandes del país. Entonces, eso de ser del Barça o del Madrid no se llevaba. Todos eramos de la UD.

Con doce o trece años, empecé a ir solo a los del filial, porque empezaban a las seis y media de la tarde. Y después, de grande, iba cuando la economía me lo permitía, porque entonces era muy caro.

Por cierto, hace unos meses llevé a mi hija al EGC y no perdí de vista su cara al ver al estadio. Le pasó como a mi, abrió los ojos y se quedó unos segundos parada...Ahora, si me ve viendo futbol por la tele, reconoce la importancia si el que juega es la UD... Hay que cuidar la cantera.

Saludos

Sin Palabras

Pato, viejito has conseguido que me salgan las lagrimas lo juro... a mi me paso parecido la primera vez que entre al estadio y me sente en tribuna... le dije Papi yo me quiero sentar ai... señalando a la naciente... eso siempre me lo recuerda mi viejito...recuerdo el olor a cesped es mas no a cesped a futbol me acuerdo una marea amarilla cantando cuando salia del estadio si se ganaba por las calles aledañas hasta subiendo por escaleritas... era una pasada... eso no creo que lo vuelva a sentir... pero fue precioso...

todos los que entramos desde pequeñitos al estadio insular podemos narrar miles de cosas, pero los sentimientos que iban ligados a la ud y al insular y todo lo qu eello conllevaba no hay paabras para describirlos, pero os aseguro una cosa, la primera vez que entre en el insular, me quede paralizado y me dije, yo tengo que jugar aqui!!. con esta camisa y con este publico!!

pues mi padre me ponía todos los partidos del madrid y por eso me gusta el futbol y apesar de sus ganas de que fuera merengue siempre me he sentido canaria y orgullosa de mis raíces en todos los sentidos, por nuestra habla que nos caracteriza, por la maravillosa isla donde vivimos, por nuestras papas arrugadas, por nuestro clima y sobre todo por ese gran equipo de la ciudad que nos dan alegrias y mucho sufrimiento, pero aún asi seguimos ahí pq a la UD se le lleva en el corazón!!!.

Cuando tengan hijos por favor enseñenles la historia del equipo, de nuestra cultura y mantengan las raíces y que ante todo su primer equipo sea el de las palmas pq es muy TRISTE q te digan que son de otro club cuando son CANARIOS.

El Patoa roto todos los esquemas de lo precioso que puede llegar hacer el futbol, me emotiva y me hubiese motivado en tu lugar mira a tu niña y ver tu recuerdo en ella...!!!

Mi primer partido de mi U.D me surgio gracias a mi vecino y a mi primo que se arrepintio y que me vendio su entrada, tenia sobre unos 10 años ese dia jugaba la UD Las Palmas - Real Oviedo en la promocion por el Ascenso[98/99]. Debido a la lejania ya me parecia más emotivo el ir y poder ver un partido de Las Palmas!! recuerdo ir con el coche por toda la capital y con nuestra ropa amarilla cantando y observando gente que abarrotaba las calles nos hacian señas de que las palmas ganaria por 4-0 el resultado necesario para ascender...!! llegando la hora de entrar al estadio la rutina de cacheo no tener ni idea y seguir de largo mirar el graderio del Insular ver ese campo con el colorido que nos caracteriza
Ese dia no surgio lo que debia pasar ya que las palmas logro los 4 goles pero por fortuna el jugador sancionado en la ida y a la vez reteriada la sancion junto a Paquito por las palmas nos encajo el Gol que nos hizo quedar en 2º ....Pero con el paso comenze a ir con la peña Victor - Marcelino de la aldea...

Pd: esta es mi pekeña anecdota!!

Nunca tu sola caminaras!!!

Soy de la Unión Deportiva, porque de pequeña como casi a todos, mi padre, como canario que es, me llevó al insular, con todos mis primos que venían de la aldea...Después de ahí la Unión Deportiva me ha acompañado en todos los momentos como yo a ella, sobre todo en los malos momentos, a veces nos enfadamos, pero poco dura nuestro enfado, porque yo no puedo enfadarme con ella. Nunca me ha dejado sola. Gracias a toda su familia, la afición, los colores. Ella y yo tenemos una relación muy estrecha, una relación con un sentimiento inexplicable, porque así lo es, indefinido...
Puede que se piense que soy exagerada, pero ahora que estoy decaida sentimentalmente y soy un poco más madura de cuando nos conocimos, me ha demostrado que puede que está siempre ahí para hacerme recordar buenos momentos y olvidarme por un rato de cualquier cosa que no me haga feliz. Gracias!