Carta Abierta a Miguel Ángel Ramírez
Publicado: Dom Abr 06, 2008 12:36 pm
Sr Presidente M. A. Ramírez,
Lo 1º es querer felicitarle por su iniciativa de declarar día del club el partido ante el CD Tenerife, propuesta que nunca fue de mi agrado, pero hay que reconocer que fue todo un éxito ya que el estadio casi rozó el lleno.
Quiero también felicitarle tanto a ud como a su homónimo Miguel Concepción sus loables esfuerzos por eliminar toda crispación entre ambas entidades de cara a estos partidos y crear un clima favorable donde la cordialidad hace presencia con la esperanza que se instaure entre los aficionados ese clima.
Esfuerzos que lamentablemente jamás se verán plenamente recompensados por todos los condicionantes que aderezan a un partido entre los 2 equipos más representativos del fútbol canario. No olvidemos que un partido entre la UD Las Palmas y el CD Tenerife no es sólo un enfrentamiento deportivo, sino posiblemente la representación más cercana de la lucha sociopolítica, económica e histórica entre las 2 capitales del Archipiélago. El mal llamado “pleito insular” se escenifica sobre un terreno de juego que pocas veces reúne a más de un puñado de jugadores canarios. El verdadero enfrentamiento, la verdadera “batalla” se libra en las gradas.
Son las aficiones de ambos clubes quienes protagonizan, a mi entender, los matices de este enfrentamiento deportivo. Son ellos quienes verdaderamente sienten la llamada “a las armas”, son quienes entienden que ante la visita del rival tienen que defender su plaza, sus reivindicaciones. Entiéndase que hablo de forma literaria, que la mayoría de los aficionados, tanto de un bando como de otro, son personas cabales que saben llevar la rivalidad por unos cauces “normales” típicos en estos partidos, cada uno con su repertorio de cánticos, pero hay personas que no lo entienden así, y lamentablemente creen que las gradas son un campo de batalla y llevan sus amenazas (ya de por sí lamentables) al acto: lanzamientos de botellas, monedas y de otros proyectiles de similar tamaño. Muchos de ellos suelen ser personas que no son abonados de sus respectivos equipos, y que posiblemente ni siquiera los sigan con asiduidad, pero que ante esta cita aparecen por el estadio para dan rienda suelta a su frustraciones personales con el pleito insular enfrentándose a la afición rival.
Esta temporada el club a través de sus medios oficiales (Ud Radio / Web) ha aclarado que la ubicación de los visitantes en el Estadio de Gran Canaria es una imposición de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para favorecer el operativo de seguridad en el Estadio. En las 2 últimas temporadas como abonado del sector A11 he tenido de “vecinos de grada” al grueso de la afición tinerfeñista que nos ha visitado en el Estadio de Gran Canaria. A pocos metros tuve el año pasado al grueso del Frente Blanquiazul (esta última vez se ubicaron más hacia el interior de Tribuna). Tanto este año como el anterior (aunque en menor medida) miembros de su grupo o de quienes, como dije anteriormente, viene al estadio sólo para este partido y “se arriman” a ellos, comenzaron a lanzar objetos (botellas, monedas, mecheros, etc…) hacia nuestra afición. Hasta ese momento todo no pasaba de los insultos y gestos que se dedicaban tanto de un lado como de otro, hasta que llegó el gol del Tenerife que su afición no supo celebrar como se debe, ya que comenzaron a lanzar todo tipo de objetos (y alguna bengala) hacia los aficionados que nos encontrábamos en la Grada Curva, y posteriormente hacia los que tenía casi al alcance de su mano en Tribuna y Preferente.
En este momento sentí varias cosas, por una lado incredulidad ya que no me podía creer lo que estaba viendo (celebrar un gol agrediendo a la otra afición), inseguridad ya que a pesar del “perímetro de seguridad” creado para evitar hechos como éste y de tener junto a mí hasta 4 policía nacionales, me sentía muy indefenso , preocupado ya que asisto al estadio junto con mi novia y se sientan en nuestro mismo sector amigos (algunos que asisten con sus hijos) y no quería ver cómo podrían ser heridos por el lanzamiento de una botella por parte de un desalmado, indignación ya que cuando le señalábamos los aficionados a la Policía Nacional quienes eran los que se dedicaban a lanzar botellas nos miraban con indiferencia; indiferencia que no hacían gala cuando los “borregos” de nuestra afición devolvían las agresiones a los tinerfeñistas. Indignación sentí también cuando la Policía Nacional al poco de finalizar el partido nos “invitó” a abandonar nuestras butacas y nos impedía despedirnos y ovacionar a nuestro equipo como se merecían nuestros jugadores. Y ya por último y para colmo, se vivió 2 amagos de carga policial en dicho sector ante la negativa de algunos aficionados a abandonar sus asientos.
Mucho de estos problemas entre aficionados se solucionarían si este estadio hubiese sido proyectado de otra forma pero las carencias de éste ya son conocidas de sobra por Ud. que debe de colocar unas cintas de plástico y una fila de vigilantes de seguridad para evitar el traspaso de aficionados entre una grada y otra. Son hechos como este lo que me impide sentir muchas veces este Estadio, del que somos inquilinos, como algo propio que forme parte de mí, ya que no me ofrece las mínimas garantías de seguridad ante un partido de esta índole.
Es por ello que quiero instarle que busque una solución a esta situación, ya que a día de hoy este Estadio no cumple a nivel de infraestructuras con las condiciones que, al menos yo considero, mínimas de seguridad para alojar un partido como el Derbi Canario. Debe de haber otra vía, otra posibilidad que proteja a ambas aficiones de los energúmenos que las habitan. Y así evitar la sonrojante y peligrosa situación que por momentos se vivió en el tramo final del partido de ayer.
Hasta el próximo partido de máxima rivalidad en casa pasarán muchos meses, y creo que deben de buscarse soluciones mejores que ubicar a los tinerfeñistas en Tribuna (que para el Cuerpo Nacional de Policía será la mejor grada para ubicarlos) pero a mí como aficionado no me aporta ninguna garantía de seguridad. Habiliten una zona aislada en el estadio para ubicarles, monte un dispositivo excepcional que los/nos aísle de nosotros y de ellos. Pero a mi modesto entender, siendo bastante pesimista y consciente de las deficiencias del Estadio de Gran Canaria en esta materia, la mejor opción sería reducir el nº de entradas para la afición del Tenerife (hecho que nos afectaría a nosotros también cuando les devolvamos la visita), o en el peor de los casos, y cómo ya ha sucedido en otros estadios ante las nulas garantías de seguridad, no permitir el desplazamiento de la afición del máximo rival.
Atentamente, el Abonado 20.299.
Lo 1º es querer felicitarle por su iniciativa de declarar día del club el partido ante el CD Tenerife, propuesta que nunca fue de mi agrado, pero hay que reconocer que fue todo un éxito ya que el estadio casi rozó el lleno.
Quiero también felicitarle tanto a ud como a su homónimo Miguel Concepción sus loables esfuerzos por eliminar toda crispación entre ambas entidades de cara a estos partidos y crear un clima favorable donde la cordialidad hace presencia con la esperanza que se instaure entre los aficionados ese clima.
Esfuerzos que lamentablemente jamás se verán plenamente recompensados por todos los condicionantes que aderezan a un partido entre los 2 equipos más representativos del fútbol canario. No olvidemos que un partido entre la UD Las Palmas y el CD Tenerife no es sólo un enfrentamiento deportivo, sino posiblemente la representación más cercana de la lucha sociopolítica, económica e histórica entre las 2 capitales del Archipiélago. El mal llamado “pleito insular” se escenifica sobre un terreno de juego que pocas veces reúne a más de un puñado de jugadores canarios. El verdadero enfrentamiento, la verdadera “batalla” se libra en las gradas.
Son las aficiones de ambos clubes quienes protagonizan, a mi entender, los matices de este enfrentamiento deportivo. Son ellos quienes verdaderamente sienten la llamada “a las armas”, son quienes entienden que ante la visita del rival tienen que defender su plaza, sus reivindicaciones. Entiéndase que hablo de forma literaria, que la mayoría de los aficionados, tanto de un bando como de otro, son personas cabales que saben llevar la rivalidad por unos cauces “normales” típicos en estos partidos, cada uno con su repertorio de cánticos, pero hay personas que no lo entienden así, y lamentablemente creen que las gradas son un campo de batalla y llevan sus amenazas (ya de por sí lamentables) al acto: lanzamientos de botellas, monedas y de otros proyectiles de similar tamaño. Muchos de ellos suelen ser personas que no son abonados de sus respectivos equipos, y que posiblemente ni siquiera los sigan con asiduidad, pero que ante esta cita aparecen por el estadio para dan rienda suelta a su frustraciones personales con el pleito insular enfrentándose a la afición rival.
Esta temporada el club a través de sus medios oficiales (Ud Radio / Web) ha aclarado que la ubicación de los visitantes en el Estadio de Gran Canaria es una imposición de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para favorecer el operativo de seguridad en el Estadio. En las 2 últimas temporadas como abonado del sector A11 he tenido de “vecinos de grada” al grueso de la afición tinerfeñista que nos ha visitado en el Estadio de Gran Canaria. A pocos metros tuve el año pasado al grueso del Frente Blanquiazul (esta última vez se ubicaron más hacia el interior de Tribuna). Tanto este año como el anterior (aunque en menor medida) miembros de su grupo o de quienes, como dije anteriormente, viene al estadio sólo para este partido y “se arriman” a ellos, comenzaron a lanzar objetos (botellas, monedas, mecheros, etc…) hacia nuestra afición. Hasta ese momento todo no pasaba de los insultos y gestos que se dedicaban tanto de un lado como de otro, hasta que llegó el gol del Tenerife que su afición no supo celebrar como se debe, ya que comenzaron a lanzar todo tipo de objetos (y alguna bengala) hacia los aficionados que nos encontrábamos en la Grada Curva, y posteriormente hacia los que tenía casi al alcance de su mano en Tribuna y Preferente.
En este momento sentí varias cosas, por una lado incredulidad ya que no me podía creer lo que estaba viendo (celebrar un gol agrediendo a la otra afición), inseguridad ya que a pesar del “perímetro de seguridad” creado para evitar hechos como éste y de tener junto a mí hasta 4 policía nacionales, me sentía muy indefenso , preocupado ya que asisto al estadio junto con mi novia y se sientan en nuestro mismo sector amigos (algunos que asisten con sus hijos) y no quería ver cómo podrían ser heridos por el lanzamiento de una botella por parte de un desalmado, indignación ya que cuando le señalábamos los aficionados a la Policía Nacional quienes eran los que se dedicaban a lanzar botellas nos miraban con indiferencia; indiferencia que no hacían gala cuando los “borregos” de nuestra afición devolvían las agresiones a los tinerfeñistas. Indignación sentí también cuando la Policía Nacional al poco de finalizar el partido nos “invitó” a abandonar nuestras butacas y nos impedía despedirnos y ovacionar a nuestro equipo como se merecían nuestros jugadores. Y ya por último y para colmo, se vivió 2 amagos de carga policial en dicho sector ante la negativa de algunos aficionados a abandonar sus asientos.
Mucho de estos problemas entre aficionados se solucionarían si este estadio hubiese sido proyectado de otra forma pero las carencias de éste ya son conocidas de sobra por Ud. que debe de colocar unas cintas de plástico y una fila de vigilantes de seguridad para evitar el traspaso de aficionados entre una grada y otra. Son hechos como este lo que me impide sentir muchas veces este Estadio, del que somos inquilinos, como algo propio que forme parte de mí, ya que no me ofrece las mínimas garantías de seguridad ante un partido de esta índole.
Es por ello que quiero instarle que busque una solución a esta situación, ya que a día de hoy este Estadio no cumple a nivel de infraestructuras con las condiciones que, al menos yo considero, mínimas de seguridad para alojar un partido como el Derbi Canario. Debe de haber otra vía, otra posibilidad que proteja a ambas aficiones de los energúmenos que las habitan. Y así evitar la sonrojante y peligrosa situación que por momentos se vivió en el tramo final del partido de ayer.
Hasta el próximo partido de máxima rivalidad en casa pasarán muchos meses, y creo que deben de buscarse soluciones mejores que ubicar a los tinerfeñistas en Tribuna (que para el Cuerpo Nacional de Policía será la mejor grada para ubicarlos) pero a mí como aficionado no me aporta ninguna garantía de seguridad. Habiliten una zona aislada en el estadio para ubicarles, monte un dispositivo excepcional que los/nos aísle de nosotros y de ellos. Pero a mi modesto entender, siendo bastante pesimista y consciente de las deficiencias del Estadio de Gran Canaria en esta materia, la mejor opción sería reducir el nº de entradas para la afición del Tenerife (hecho que nos afectaría a nosotros también cuando les devolvamos la visita), o en el peor de los casos, y cómo ya ha sucedido en otros estadios ante las nulas garantías de seguridad, no permitir el desplazamiento de la afición del máximo rival.
Atentamente, el Abonado 20.299.