Entrevista Trashorras Canarias 7
Publicado: Mié Jun 18, 2008 10:23 am
«Ni la UD amplió la oferta ni es caballeroso dar cifras»
El centrocampista gallego acaba un ciclo en la Unión Deportiva después de algo más de temporada y media vistiendo de amarillo. Ha sido un jugador importante en el bloque, fue el líder del juego. Condiciones económicas y familiares le hacen tomar otro rumbo.
—Tras casi dos años en la UD Las Palmas, y decidida su marcha, ¿cómo valora su estancia aquí?
—Los recuerdos son todos buenos. Estos dos años han sido de los mejores de mi carrera, a nivel deportivo he estado muy satisfecho y a nivel personal he estado muy contento en la Isla. Han sido dos años inolvidables, por el cariño de la afición y por los amigos que me llevo.
—¿Es verdad que su representante rechazó una oferta de la UD Las Palmas, de varios años, con buenas condiciones económicas?
—Las cosas no son tal como las explican desde el club. Lo primero es que no voy a entrar en cifras porque no me parece de señor ni de caballero ponerme a decir qué me han ofrecido ellos; no creo que se deba hacer, porque la gente puede pensar cosas que no son. Hace un mes llamó Juanito a mi representante y le dijo una cantidad hasta la que podía llegar, era muy poco y entonces mi agente le hace saber que tenemos ofertas muy superiores. En ese momento Juanito incluso declara que me da por perdido. Luego de hablar con mi agente es cuando decido no seguir aquí, pero después del último partido y despedirme de la afición es cuando leo que el presidente me ofrece seis años y unas cantidades. Me resulta impactante y me digo a mí mismo: «esto no es verdad, a mí nadie me ofreció esto». Llamo al presidente, se lo digo, y su respuesta es que se lo comentó a un periodista porque era lo que querían llegar a ofrecerme. Después de eso llaman a mi representante y se lo comentan, pero éste les dice que la decisión de abandonar la UD está tomada, porque tres o cuatro semanas antes presentaron una oferta que dijeron no podían subir más. A mí eso no me lo ofrecieron nunca antes, sólo después de haber tomado la decisión de marcharme.
—¿Puede ser una oferta de cara a la galería, para ahora decir que no se quedó porque no quiso?
—No lo sé, pero reitero que no me gustó que salieran las cifras. Cuando se hace una oferta se queda entre las personas porque luego la gente puede crearse una mala imagen, con comentarios hacia mí o hacia ellos. Si yo en su momento salgo diciendo lo que me ofrecieron tampoco habría estado bien.
—Poco menos que se ha dicho que cuando llegó, después de la temporada en el Numancia, fue casi como recogido por caridad.
—Eso me gustaría aclararlo. Yo me quedé en blanco porque apuré hasta el final esperando una oferta mejor y porque luego un representante que tuve me hizo una mala jugada; sí tenía equipo, pero quizá esperé demasiado. Entonces, un buen amigo de mi padre, Toni, que es el delegado del Barça B, me dice que es muy amigo de Nicolás Ortega; por dificultades para localizar a Nicolás intervino Mario Henríquez, y una vez hecho el contacto con Nicolás Ortega es cuando se le comunica a Juanito y a Vidales, que deciden firmarme.
—Así se entiende el agradecimiento público a Nicolás Ortega.
— Por eso y por muchas cosas. Él fue quien me trajo, y desde que llegué, tanto él como su familia, me han tratado como uno más de su familia. Siempre ha confiado en mí, y en los buenos y en los malos momentos han estado a mi lado. Si por alguien me fastidia marcharme es por Nicolás Ortega y por su familia.
—Habla de momentos buenos y malos. ¿El peor fue el comienzo de temporada, cuando fue relegado a la suplencia, y a veces ni eso?
—Al principio sufrí bastante. No olvidemos que me pude marchar en verano, pero el club rechazó la oferta. Al final la temporada fue muy buena, pero no puedo negar que al principio, en esos ocho o diez partidos, tuve mucho desconcierto, entre jugar o la grada. Luego llegó Juan Manuel y todo fue diferente.
—¿Cuando Juanito no cuenta con usted, ya tenía oferta de la UD Las Palmas para renovar?
—En esos momento no. La oferta me la hicieron en verano, durante la pretemporada, cuando estábamos en Asturias, y al llegar aquí hubo otro contacto pero nunca conciliamos el acuerdo.
—¿En aquella ausencia de alineaciones, pudo haber algo de represalia por no haber renovado?
—Siempre he dicho que me gustaría pensar que no. Cada uno que piense lo que quiera. Juanito dijo que era decisión técnica, y espero que no haya sido por no renovar, pues sería un dato bastante malo a su favor. Quiero pensar que fue tema deportivo.
—Con Juan Manuel Rodríguez la cosa fue distinta.
—Fue todo diferente. Hay que agradecerle que cogió al equipo en una situación complicada y a nivel personal yo también estaba en un momento difícil. Apostó ciegamente por mí, habló conmigo desde el primer momento y me fue muy claro, me dio mucha importancia en el equipo, y creo que le respondí. Valoro mucho que haya estado muy pendiente de mí, no sólo a nivel deportivo sino en el plano personal también; el trato que ha tenido conmigo ha sido excelente y por eso quise darle las gracias públicamente, porque personalmente lo había hecho.
—De suplente de lujo pasó a convertirse en el líder del equipo.
—Desde el primer día que se hizo cargo del equipo habló un buen rato conmigo, él sabía lo que podía dar y quería que fuera así. Es de agradecer esa sinceridad y ese comportamiento; creo que al final respondí, y así digamos que felices todos porque era lo mejor para el equipo.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=100369
El centrocampista gallego acaba un ciclo en la Unión Deportiva después de algo más de temporada y media vistiendo de amarillo. Ha sido un jugador importante en el bloque, fue el líder del juego. Condiciones económicas y familiares le hacen tomar otro rumbo.
—Tras casi dos años en la UD Las Palmas, y decidida su marcha, ¿cómo valora su estancia aquí?
—Los recuerdos son todos buenos. Estos dos años han sido de los mejores de mi carrera, a nivel deportivo he estado muy satisfecho y a nivel personal he estado muy contento en la Isla. Han sido dos años inolvidables, por el cariño de la afición y por los amigos que me llevo.
—¿Es verdad que su representante rechazó una oferta de la UD Las Palmas, de varios años, con buenas condiciones económicas?
—Las cosas no son tal como las explican desde el club. Lo primero es que no voy a entrar en cifras porque no me parece de señor ni de caballero ponerme a decir qué me han ofrecido ellos; no creo que se deba hacer, porque la gente puede pensar cosas que no son. Hace un mes llamó Juanito a mi representante y le dijo una cantidad hasta la que podía llegar, era muy poco y entonces mi agente le hace saber que tenemos ofertas muy superiores. En ese momento Juanito incluso declara que me da por perdido. Luego de hablar con mi agente es cuando decido no seguir aquí, pero después del último partido y despedirme de la afición es cuando leo que el presidente me ofrece seis años y unas cantidades. Me resulta impactante y me digo a mí mismo: «esto no es verdad, a mí nadie me ofreció esto». Llamo al presidente, se lo digo, y su respuesta es que se lo comentó a un periodista porque era lo que querían llegar a ofrecerme. Después de eso llaman a mi representante y se lo comentan, pero éste les dice que la decisión de abandonar la UD está tomada, porque tres o cuatro semanas antes presentaron una oferta que dijeron no podían subir más. A mí eso no me lo ofrecieron nunca antes, sólo después de haber tomado la decisión de marcharme.
—¿Puede ser una oferta de cara a la galería, para ahora decir que no se quedó porque no quiso?
—No lo sé, pero reitero que no me gustó que salieran las cifras. Cuando se hace una oferta se queda entre las personas porque luego la gente puede crearse una mala imagen, con comentarios hacia mí o hacia ellos. Si yo en su momento salgo diciendo lo que me ofrecieron tampoco habría estado bien.
—Poco menos que se ha dicho que cuando llegó, después de la temporada en el Numancia, fue casi como recogido por caridad.
—Eso me gustaría aclararlo. Yo me quedé en blanco porque apuré hasta el final esperando una oferta mejor y porque luego un representante que tuve me hizo una mala jugada; sí tenía equipo, pero quizá esperé demasiado. Entonces, un buen amigo de mi padre, Toni, que es el delegado del Barça B, me dice que es muy amigo de Nicolás Ortega; por dificultades para localizar a Nicolás intervino Mario Henríquez, y una vez hecho el contacto con Nicolás Ortega es cuando se le comunica a Juanito y a Vidales, que deciden firmarme.
—Así se entiende el agradecimiento público a Nicolás Ortega.
— Por eso y por muchas cosas. Él fue quien me trajo, y desde que llegué, tanto él como su familia, me han tratado como uno más de su familia. Siempre ha confiado en mí, y en los buenos y en los malos momentos han estado a mi lado. Si por alguien me fastidia marcharme es por Nicolás Ortega y por su familia.
—Habla de momentos buenos y malos. ¿El peor fue el comienzo de temporada, cuando fue relegado a la suplencia, y a veces ni eso?
—Al principio sufrí bastante. No olvidemos que me pude marchar en verano, pero el club rechazó la oferta. Al final la temporada fue muy buena, pero no puedo negar que al principio, en esos ocho o diez partidos, tuve mucho desconcierto, entre jugar o la grada. Luego llegó Juan Manuel y todo fue diferente.
—¿Cuando Juanito no cuenta con usted, ya tenía oferta de la UD Las Palmas para renovar?
—En esos momento no. La oferta me la hicieron en verano, durante la pretemporada, cuando estábamos en Asturias, y al llegar aquí hubo otro contacto pero nunca conciliamos el acuerdo.
—¿En aquella ausencia de alineaciones, pudo haber algo de represalia por no haber renovado?
—Siempre he dicho que me gustaría pensar que no. Cada uno que piense lo que quiera. Juanito dijo que era decisión técnica, y espero que no haya sido por no renovar, pues sería un dato bastante malo a su favor. Quiero pensar que fue tema deportivo.
—Con Juan Manuel Rodríguez la cosa fue distinta.
—Fue todo diferente. Hay que agradecerle que cogió al equipo en una situación complicada y a nivel personal yo también estaba en un momento difícil. Apostó ciegamente por mí, habló conmigo desde el primer momento y me fue muy claro, me dio mucha importancia en el equipo, y creo que le respondí. Valoro mucho que haya estado muy pendiente de mí, no sólo a nivel deportivo sino en el plano personal también; el trato que ha tenido conmigo ha sido excelente y por eso quise darle las gracias públicamente, porque personalmente lo había hecho.
—De suplente de lujo pasó a convertirse en el líder del equipo.
—Desde el primer día que se hizo cargo del equipo habló un buen rato conmigo, él sabía lo que podía dar y quería que fuera así. Es de agradecer esa sinceridad y ese comportamiento; creo que al final respondí, y así digamos que felices todos porque era lo mejor para el equipo.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=100369