Otro derbi desde Moncloa
Publicado: Vie Nov 21, 2008 10:21 pm
No les voy a engañar: estoy hasta los mismísimos de vivir los derbies fuera de donde corresponde. Después de tres años en la Capital, hago memoria –la que me queda- y se me pierde algo, ‹‹¡otro dichoso derbi en Madrid! ›› Noto que algo me falta, pero me resigno ante mi destino. ‹‹Eres joven aún, habrá muchos más›› intento auto convencerme. No sirve de nada. Cada derbi es diferente, único, inigualable, irrepetible. Y yo he escogido la opción menos apetecible: hacer malabares para captar la TvCanaria por Internet o agarrarme al sillón escuchando a Ruymán Almeida. Ni hablar de los perversos minuto a minuto que varios medios de comunicación realizan, aprovechando –supongo-, que muchos más idiotas como yo no pueden presenciar el partido en directo. Si es que somos muchos sufridores fuera de nuestras Islas, qué se le va a hacer. Y estoy seguro que todos nosotros actualizábamos y apretujábamos el F5 hasta ver una línea de texto que rezaba: “Gol de Marcos Márquez en el 95. Las Palmas empata el partido”. Nuestro gozo en un pozo, no he visto celebración más apoteósica e incongruente -‹‹¿y si es un error?››, pensé-. Nada recomendable, de veras. Por aquel entonces cinco amarillos gritábamos como posesos en un piso en Ferraz, mientras miles lo hacían en Siete Palmas.
Dentro de nuestras limitaciones –realmente no somos tan tontos, lo que no tenemos suficiente dinero para pagar los 300 euros de pasaje Madrid – Gran Canaria, vuelta y vuelta, ¡ahí es nada!-, tratamos de imaginarnos enfundados con nuestra bufanda y camiseta amarilla, sacando pecho, sentados en el mausoleo grancanario e insultando a los chicharreros por sus cánticos o gritándole a Nauzet para que suba más la banda. No hay nada más cotidiano y reconfortante. Por desgracia, miles y miles de canarios exiliados tendremos que hacerlo este sábado en frente de la pequeña pantalla –gracias Prisa, por la parte que nos toca-. Sufriendo, agarrándonos a nuestras esperanzas y mordisqueando nuestras bufandas deseosos que Márquez apuntille al eterno rival o que Nino calle las treinta mil gargantas amarillas que se reunirán en el Gran Canaria. Al menos, eso nos une: el sufrimiento desde la distancia. Qué bonito.
Es mi deseo –y hago extensión a todos los exiliados- ver un espectáculo irrepetible por las cámaras de Canal Plus. Siendo egoístas –más nos gustaría estar en vuestra situación,- nosotros no somos jueces ni parte en el espectáculo, sólo simples y meros espectadores a miles de kilómetros de distancia. Ustedes, aficionados amarillos, sí que son parte del derbi. Animen y demuestren el sentimiento que el pueblo tiene en nuestro representativo. Con aplausos y cánticos, animación y pasión, pueden lograr una cosa que nosotros sólo podemos desear: llevar en volandas al equipo hacia la victoria. Y será entonces, en el momento en el que Márquez martille la portería de Aragoneses y Pino Zamorano de por concluido el encuentro, cuando no existan las distancias. Cada abrazo que se dé en el Estadio, entre canarios en el Archipiélago o entre exiliados tiene un mismo significado: significará que el sentimiento amarillo ha triunfado. Y ahí no existen kilómetros ni gaitas.
Feliz derbi a todos, ¡pío pío!
P.D. Enorme el artículo de Rafa León en CanariasAhora transmitiendo sus vivencias amarillas mientras estudiaba en Madrid en sus ‹‹años mozos››. Las nuestras son las mismas historias en distintas épocas. Quedan muchos kilómetros que recorrer aún y muchas Cibeles que conquistar, Rafa. Mañana puede ser una gran oportunidad.
http://www.udlaspalmas.net/home.php?id=2668&mode=read
Dentro de nuestras limitaciones –realmente no somos tan tontos, lo que no tenemos suficiente dinero para pagar los 300 euros de pasaje Madrid – Gran Canaria, vuelta y vuelta, ¡ahí es nada!-, tratamos de imaginarnos enfundados con nuestra bufanda y camiseta amarilla, sacando pecho, sentados en el mausoleo grancanario e insultando a los chicharreros por sus cánticos o gritándole a Nauzet para que suba más la banda. No hay nada más cotidiano y reconfortante. Por desgracia, miles y miles de canarios exiliados tendremos que hacerlo este sábado en frente de la pequeña pantalla –gracias Prisa, por la parte que nos toca-. Sufriendo, agarrándonos a nuestras esperanzas y mordisqueando nuestras bufandas deseosos que Márquez apuntille al eterno rival o que Nino calle las treinta mil gargantas amarillas que se reunirán en el Gran Canaria. Al menos, eso nos une: el sufrimiento desde la distancia. Qué bonito.
Es mi deseo –y hago extensión a todos los exiliados- ver un espectáculo irrepetible por las cámaras de Canal Plus. Siendo egoístas –más nos gustaría estar en vuestra situación,- nosotros no somos jueces ni parte en el espectáculo, sólo simples y meros espectadores a miles de kilómetros de distancia. Ustedes, aficionados amarillos, sí que son parte del derbi. Animen y demuestren el sentimiento que el pueblo tiene en nuestro representativo. Con aplausos y cánticos, animación y pasión, pueden lograr una cosa que nosotros sólo podemos desear: llevar en volandas al equipo hacia la victoria. Y será entonces, en el momento en el que Márquez martille la portería de Aragoneses y Pino Zamorano de por concluido el encuentro, cuando no existan las distancias. Cada abrazo que se dé en el Estadio, entre canarios en el Archipiélago o entre exiliados tiene un mismo significado: significará que el sentimiento amarillo ha triunfado. Y ahí no existen kilómetros ni gaitas.
Feliz derbi a todos, ¡pío pío!
P.D. Enorme el artículo de Rafa León en CanariasAhora transmitiendo sus vivencias amarillas mientras estudiaba en Madrid en sus ‹‹años mozos››. Las nuestras son las mismas historias en distintas épocas. Quedan muchos kilómetros que recorrer aún y muchas Cibeles que conquistar, Rafa. Mañana puede ser una gran oportunidad.
http://www.udlaspalmas.net/home.php?id=2668&mode=read