Vegueta se queda sin romería
Publicado: Mar Sep 29, 2009 12:59 am
El barrio de Vegueta se queda sin la Romería del Rosario, al menos por el presente año. Las obras que sufre el barrio, las protestas vecinales por el impacto de años anteriores y los informes de varias concejalías recomendando que se evite una concentración masiva en el conjunto histórico están en el origen de la suspensión.
La Romería del Rosario no se celebrará este año. La decisión, adoptada por los organizadores de común acuerdo con el Ayuntamiento de la capital grancanaria, se retrasó hasta ayer porque se pretendía estudiar diversas alternativas a la vista de los informes elaborados por los servicios municipales de Obras, Limpieza y Policía. Al final, pesó más el criterio de la seguridad, y se desistió del cambio de horario y de recorrido que se había previsto como alternativa. La asociación de romeros que organiza la convocatoria apostó por renunciar al acto si se cambiaba la hora prevista, las 18.00 horas del próximo sábado, y finalmente accedió a la suspensión. El presidente de la asociación de romeros, Agustín Montenegro, y la concejal del distrito de Vegueta, Chani Ruiz, ofrecerán hoy los detalles de la decisión en una rueda de prensa que se celebrará en las Oficinas Municipales.
La romería ha provocado en los últimos años la concentración de miles de personas en el entorno de Vegueta, que después de terminada la ofrenda a la Virgen, se reúnen en torno a ventorrillos y puestos ambulantes, algunos de ellos dispuestos por vecinos del entorno. Lo que empezó como una celebración del folclore y el tipismo canario dio paso al consumo generalizado de bebidas alcohólicas y a diversos incidentes que ha desatado las protestas de gran parte del vecindario, dando pie incluso al término ronería para definir el fenómeno de masas que se da cita en el barrio.
Pesadilla. De hecho, varios colectivos recogen firmas estos días en los comercios y en las calles de la zona, en apoyo a un manifiesto que denuncia la «pesadilla» en que se ha convertido una fiesta «que debería ser para disfrute de los vecinos». Según detallan los impulsores de la protesta, «en la pasada edición se produjeron graves y numerosos hechos vandálicos, peleas, borracheras infantiles y se multiplicaron los orines en aceras, puertas de viviendas y calles del barrio».
Aunque la pretensión de que se cambie el recorrido o se revise el sentido de la convocatoria puede darse por logrado al menos para este año, los promotores de la protesta quieren llegar más lejos, no se dan por satisfechos. «Es que no queremos que se haga ni este año, ni los siguientes, queremos que se prohíba para siempre, porque así no puede seguir degradándose el barrio que pretende ser patrimonio cultural de la Unesco, o centro de la capital europea de la cultura», según explicó ayer Rosa Valenzuela, presidenta de la asociación Puente de Piedra y una de las más activas detractoras del macrobotellón.
La Romería del Rosario no se celebrará este año. La decisión, adoptada por los organizadores de común acuerdo con el Ayuntamiento de la capital grancanaria, se retrasó hasta ayer porque se pretendía estudiar diversas alternativas a la vista de los informes elaborados por los servicios municipales de Obras, Limpieza y Policía. Al final, pesó más el criterio de la seguridad, y se desistió del cambio de horario y de recorrido que se había previsto como alternativa. La asociación de romeros que organiza la convocatoria apostó por renunciar al acto si se cambiaba la hora prevista, las 18.00 horas del próximo sábado, y finalmente accedió a la suspensión. El presidente de la asociación de romeros, Agustín Montenegro, y la concejal del distrito de Vegueta, Chani Ruiz, ofrecerán hoy los detalles de la decisión en una rueda de prensa que se celebrará en las Oficinas Municipales.
La romería ha provocado en los últimos años la concentración de miles de personas en el entorno de Vegueta, que después de terminada la ofrenda a la Virgen, se reúnen en torno a ventorrillos y puestos ambulantes, algunos de ellos dispuestos por vecinos del entorno. Lo que empezó como una celebración del folclore y el tipismo canario dio paso al consumo generalizado de bebidas alcohólicas y a diversos incidentes que ha desatado las protestas de gran parte del vecindario, dando pie incluso al término ronería para definir el fenómeno de masas que se da cita en el barrio.
Pesadilla. De hecho, varios colectivos recogen firmas estos días en los comercios y en las calles de la zona, en apoyo a un manifiesto que denuncia la «pesadilla» en que se ha convertido una fiesta «que debería ser para disfrute de los vecinos». Según detallan los impulsores de la protesta, «en la pasada edición se produjeron graves y numerosos hechos vandálicos, peleas, borracheras infantiles y se multiplicaron los orines en aceras, puertas de viviendas y calles del barrio».
Aunque la pretensión de que se cambie el recorrido o se revise el sentido de la convocatoria puede darse por logrado al menos para este año, los promotores de la protesta quieren llegar más lejos, no se dan por satisfechos. «Es que no queremos que se haga ni este año, ni los siguientes, queremos que se prohíba para siempre, porque así no puede seguir degradándose el barrio que pretende ser patrimonio cultural de la Unesco, o centro de la capital europea de la cultura», según explicó ayer Rosa Valenzuela, presidenta de la asociación Puente de Piedra y una de las más activas detractoras del macrobotellón.