Club de fumadores de Cannabis en Gran Canaria
Publicado: Lun Nov 23, 2009 3:00 am
Rayco Oubiña, licenciado en Investigaciones Endémicas de Mercado, es uno de los portavoces de Canarias, una asociación dedicada al estudio del cannabis y la defensa de su legalización. Luchan para que fumadores lúdicos y terapeúticos tengan un lugar donde fumar 'maría' en paz. CANARIAS7 publica este lunes en su edición impresa una entrevista con Oubiña.
— ¿Qué es Cannarias?
— Una asociación para el estudio y normalización del cannabis. Básicamente, un grupo de consumidores, muchos de ellos cultivadores.
— ¿Son ustedes algo así como la pata canaria de una organización trasnacional?
— Pertenecemos a la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC).
— ¿Cuántos miembros son?
— Depende. Hay muchos socios que ya no participan activamente en la asociación, a veces los incluimos en la lista y a veces no, pero que hayamos tenido y que hayan participado y que hayan pagado cuotas... pues 200 y pico.
— ¿Cuál es la edad media de los asociados, el patrón?
— Yo cumplo 30 el mes de viene, pero hay de todo. El presidente creo que tiene 42, y muchos de los socios tienen 40 o 50 años. También hay gente más joven...
— ¿ Cómo enfocan el problema de la imagen pública, de que los vean mal?
— Pensamos que fumarse un porro no molesta a nadie. Somos consumidores. Ser consumidor en España no es un delito. Nosotros estamos dentro de la ley. Si a alguien no le parece bien que fumemos, allá ellos. A mí me puede parecer mal que haya gente que consuma otras cosas y no voy a darle la lata.
— ¿Promocionan el consumo de cannabis?
— No, no, no, en ningún sentido. Somos consumidores previos, y todo el que entra en nuestra asociación tiene que ser consumidor previo, no entra cualquiera, no promovemos el consumo ni hacemos proselitismo. De hecho, una parte de nuestro programa es de reducción de daños por el consumo, pretendemos que la gente consuma de una forma más responsable...
— ¿Se autoabastecen?
— Sí.
— ¿Tiene usted una plantación?
— No. Siete u ocho plantitas. Con eso fumamos mi novia y yo.
— ¿Sabe usted dónde está la frontera entre tenencia para consumo propio y tráfico de drogas?
— Eso es una las cosas que estamos reclamando, que se fije el límite, que alguien nos diga «usted puede tener no sé cuántas plantas en su casa». Ahora mismo hay gente que está teniendo penas de cárcel por tener tres plantitas en su casa, y gente que se ha librado, hasta de multa, con más de 90 plantas. Nosotros llevamos un caso de un chico que tenía más de 90 plantas y salió sin problemas, se admitió consumo personal, dijo que consumía más de 20 gramos al día y el juez se lo admitió. Nos gustaría que nos digan cuánto podemos plantar. Si una persona está plantando para autoabastecerse, y no va al mercado negro es una cosa positiva, no negativa.
— ¿Ha hablado con la Justicia sobre esto?
— He ido a ver al fiscal.
— Y, ¿qué pasó?
— Fui a verlo por un proyecto nuevo que estamos montando ahora mismo. La estrategia del movimiento por la legalización va en torno a los clubes sociales de consumidores de cannabis. Es una cosa nueva que está surgiendo, son grupos cerrados de gente que se reúne y produce para ellos, no sale nada de cannabis fuera de ese circuito cerrado.
»Esto viene de un informe que hicieron dos profesores de la Universidad de Málaga [Juan Muñoz y Susan Soto] a instancias del Instituto de Criminología de la Junta de Andalucía, para ver en qué forma se podían tener dispensarios para abastecer de cannabis a... bueno, la Junta lo pedía para terapias, y dijeron que dentro de la legislación española no hay diferencia entre terapéuticos y lúdicos, con lo cual esto vale para el consumo lúdico. A partir de ahí empezaron a surgir clubs... una asociación de Bilbao, Pannag, ha conseguido ganar su juicio, incluso en su juicio consiguieron que les devolvieran toda la marihuana incautada. Eso fue una de las primeras grandes victorias, en el 97, creo recordar, y luego a partir de ahí vinieron los casos de los clubes de Sevilla y de San Sebastián, que también han ganado. Aún quedan casos pendientes de juicio.
— ¿Qué se supone, que es como un e-mule del canuto, que cada socio tiene dos o tres plantitas?
— Exacto. Los socios tienen que firmar un contrato en el que declaran que son consumidores o que tienen una enfermedad que les aconseja una terapia cannabíca, y al final declaran consumir una determinada cantidad al año, y en esa forma ellos están responsabilizándose de esa parte de la cosecha, de todos esos gramos al año se responsabilizan ellos, a la hora de un juicio, por ejemplo
Fuente: http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=148734
— ¿Qué es Cannarias?
— Una asociación para el estudio y normalización del cannabis. Básicamente, un grupo de consumidores, muchos de ellos cultivadores.
— ¿Son ustedes algo así como la pata canaria de una organización trasnacional?
— Pertenecemos a la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC).
— ¿Cuántos miembros son?
— Depende. Hay muchos socios que ya no participan activamente en la asociación, a veces los incluimos en la lista y a veces no, pero que hayamos tenido y que hayan participado y que hayan pagado cuotas... pues 200 y pico.
— ¿Cuál es la edad media de los asociados, el patrón?
— Yo cumplo 30 el mes de viene, pero hay de todo. El presidente creo que tiene 42, y muchos de los socios tienen 40 o 50 años. También hay gente más joven...
— ¿ Cómo enfocan el problema de la imagen pública, de que los vean mal?
— Pensamos que fumarse un porro no molesta a nadie. Somos consumidores. Ser consumidor en España no es un delito. Nosotros estamos dentro de la ley. Si a alguien no le parece bien que fumemos, allá ellos. A mí me puede parecer mal que haya gente que consuma otras cosas y no voy a darle la lata.
— ¿Promocionan el consumo de cannabis?
— No, no, no, en ningún sentido. Somos consumidores previos, y todo el que entra en nuestra asociación tiene que ser consumidor previo, no entra cualquiera, no promovemos el consumo ni hacemos proselitismo. De hecho, una parte de nuestro programa es de reducción de daños por el consumo, pretendemos que la gente consuma de una forma más responsable...
— ¿Se autoabastecen?
— Sí.
— ¿Tiene usted una plantación?
— No. Siete u ocho plantitas. Con eso fumamos mi novia y yo.
— ¿Sabe usted dónde está la frontera entre tenencia para consumo propio y tráfico de drogas?
— Eso es una las cosas que estamos reclamando, que se fije el límite, que alguien nos diga «usted puede tener no sé cuántas plantas en su casa». Ahora mismo hay gente que está teniendo penas de cárcel por tener tres plantitas en su casa, y gente que se ha librado, hasta de multa, con más de 90 plantas. Nosotros llevamos un caso de un chico que tenía más de 90 plantas y salió sin problemas, se admitió consumo personal, dijo que consumía más de 20 gramos al día y el juez se lo admitió. Nos gustaría que nos digan cuánto podemos plantar. Si una persona está plantando para autoabastecerse, y no va al mercado negro es una cosa positiva, no negativa.
— ¿Ha hablado con la Justicia sobre esto?
— He ido a ver al fiscal.
— Y, ¿qué pasó?
— Fui a verlo por un proyecto nuevo que estamos montando ahora mismo. La estrategia del movimiento por la legalización va en torno a los clubes sociales de consumidores de cannabis. Es una cosa nueva que está surgiendo, son grupos cerrados de gente que se reúne y produce para ellos, no sale nada de cannabis fuera de ese circuito cerrado.
»Esto viene de un informe que hicieron dos profesores de la Universidad de Málaga [Juan Muñoz y Susan Soto] a instancias del Instituto de Criminología de la Junta de Andalucía, para ver en qué forma se podían tener dispensarios para abastecer de cannabis a... bueno, la Junta lo pedía para terapias, y dijeron que dentro de la legislación española no hay diferencia entre terapéuticos y lúdicos, con lo cual esto vale para el consumo lúdico. A partir de ahí empezaron a surgir clubs... una asociación de Bilbao, Pannag, ha conseguido ganar su juicio, incluso en su juicio consiguieron que les devolvieran toda la marihuana incautada. Eso fue una de las primeras grandes victorias, en el 97, creo recordar, y luego a partir de ahí vinieron los casos de los clubes de Sevilla y de San Sebastián, que también han ganado. Aún quedan casos pendientes de juicio.
— ¿Qué se supone, que es como un e-mule del canuto, que cada socio tiene dos o tres plantitas?
— Exacto. Los socios tienen que firmar un contrato en el que declaran que son consumidores o que tienen una enfermedad que les aconseja una terapia cannabíca, y al final declaran consumir una determinada cantidad al año, y en esa forma ellos están responsabilizándose de esa parte de la cosecha, de todos esos gramos al año se responsabilizan ellos, a la hora de un juicio, por ejemplo
Fuente: http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=148734