Navidad es solidaridad

[Herreño]

Lo que nos une como seres humanos es nuestra capacidad de dar. Dar amor, dar contención, dar amistad, dar caricias, dar cualquier cosa… No solo radica en la entrega de objetos materiales, la solidaridad se puede ofrecer escuchando, guiando, alentando a otros a realizar sus metas. A veces es simplemente estar.

Más allá de nuestras creencias la solidaridad se presenta como uno de los caminos a seguir en pos de la concreción de un mundo más justo y sano. Sería de gran ayuda que las iniciativas personales y/o grupales pudieran ser apoyadas por los gobiernos de las naciones. El bienestar físico-mental y emocional de todos los seres humanos debería ser una cuestión de Estado.



Acordaos de ellos, cuando abráis un regalo erróneo o te cause disgusto. Acordaos de quien se los da, y pregúntate ¿por que?. Mira a tu alrededor y contempla a los que te acompaña en esta cena.



No se alarmen si se quema el asado, o si falta algo a última hora. No olviden las intenciones de quien espera ver a sus hijos y nietos juntos.



Que nunca digas que te sientes solo...

Pero sobretodo.. no lo olvides nunca..



Acuérdate de los demás!

[BORJA ESTUPIÑAN]

Baja de la nube, Herreño. De todas formas, por las alturas es moralmente bonito lo que has dicho, pero exactamente ¿que quieres decir?

[Herreño]

Baja de la nube, Herreño. De todas formas, por las alturas es moralmente bonito lo que has dicho, pero exactamente ¿que quieres decir?

Es tan simple, que basta solo vivir para entenderlo. ¿Tu que crees que quiere decir?

[Kokealca]

Herreño,

Por aportar algo a este precioso post, les dejo una carta de felicitación de la navidad que leí hoy en otro foro de internet:

Feliz Navidad, a los niños que este año perderán la inocencia al descubrir que los reyes no vienen del lejano Oriente y son nombrados a dedo por un dictador, a los niños que trabajan en las minas de coltan para que este año nosotros regalemos muchos móviles, al niño de la guerra que apunta a otro niño en una mina para que mañana se regalen muchos anillos con diamantes a la luz de unas velas, a la joven indonesia que trabaja 14 horas diarias para que esta noche Papá Noel nos traiga unas Nike, a la niña nigeriana con sida que trabaja en la planta de Coca-Cola para que esta noche no nos falte ese brebaje en nuestros cubatas, a la asalariada de país de nombre impronunciable que trabaja en Mattel fabricando barbies para que nuestras retoñas aprendan a ser trepas, putas y anoréxicas, al niño cubano carente de medicinas o productos básicos por culpa de un embargo criminal, a esa madre palestina que perdió a sus hijos durante el último bombardeo a Gaza, al joven negro que espera una fecha en el corredor de la muerte porque sencillamente no pudo costearse un buen abogado...

Pero también a los padres de familia en el paro, a los que rebuscan productos caducados en el contenedor de Carrefour, a los obreros que se han encaramado a una grúa esperando ser readmitidos, a los que el banco (ese amigo fiel regala vajillas) embargó la casa sin el menor remordimiento, a la cajera del mercadona y al fontanero que hace horas, al estudiante sin recursos, al mantero que paga con cárcel la propiedad intelectual del señor Ramoncín, a los ancianos abandonados en esas cunetas llamadas residencias porque sus hijos llevan una vida demasiado ajetreada y funcional, a los que esta noche la pasarán con la única compañía que es la soledad de una celda en una cárcel rancia, cementerio de hombres vivos: al camarada Arenas, al preso Amadeu Casellas y a tantos otros a los que la vida se les escapa por el retrete penitenciario por haber cometido la osadía de cuestionar lo incuestionable, por dar voz a los que no la tienen.

Feliz navidad a todos, que continue la fiesta.

Todo esto para que muchos de nosotros, privilegiados, nos quejemos de cualquier chorrada, o vayamos a una manifestación en Pío XII porque el equipo va mal.