El fichaje de Mourinho, una operación de...120 millones de €
Publicado: Mié May 26, 2010 8:10 am
Necesito tiempo para saber qué quiere el Real Madrid de mí y para entender si puedo estar a la altura. No conozco su proyecto así que es difícil hablar mucho más de ello”. Jugando al doble discurso, Mourinho abandonó el Bernabéu dando por hecho su fichaje por el Real Madrid con la mano izquierda mientras la derecha frenaba la realidad y lo dejaba todo en el aire. Pero no hace falta seguir mareando la perdiz.
José Mourinho se convertirá en breve en el nuevo estandarte galáctico, en una operación que a Florentino Pérez le saldrá, como mínimo por ¡120 millones de euros! que es la suma de sus emolumentos (80 kilos brutos en cuatro años) y los de sus ayudantes (otros 20), más la cláusula a pagar al Inter (8 )), más el coste del despido de Manuel Pellegrini (8 millones brutos para él y 4 para sus ayudantes). Y todo eso sin contar que, en el mejor de los casos (en el aspecto deportivo) el coste de los títulos que le pudiera dar el entrenador portugués al club de Chamartín le supondría a las arcas de la entidad una cantidad ya totalmente escandalosa. Si es que no se considera como tal lo que le costará el fichaje, claro.
Massimo Moratti le abrazó llorando por última vez en las puertas del vestuario, le dio ‘una y mil veces’ las gracias por la magnitud de lo conseguido y acto seguido le reprendió con cara de circunstancias. “Espero que tengas la conciencia tranquila con lo que haces y con lo que vayas a hacer”, le espetó el presidente del Inter a modo de despedida. Y Mou se quedó mudo. Toda la algarabía que aún resonaba en el vestuario le quedaba muy lejos y la alegría que instantes antes emanaba desapareció de un plumazo. Ya no había más que decir.
Mourinho concretó su fichaje por el Real Madrid el pasado jueves. No le hizo falta ni verse con Florentino porque ya lo tenían todo dicho y acordado. El viernes por la noche, en la cena de gala de la UEFA, el presidente del Madrid le reconoció a Moratti la operación y mañana, si todos los temas colaterales están cerrados, se hará oficial un fichaje que se presentará con toda pomposidad el jueves o el viernes. Un fichaje que le atará como entrenador madridista para las próximas cuatro temporadas, con un contrato blindado y estudiado hasta los últimos detalles que le otorgará todo el poder deportivo en el club y que promete dejar por el camino cadáveres ilustres.
“No conozco el proyecto del Real Madrid” insinuó el entrenador portugués. Ganar por aplastamiento, someter al Barça de Guardiola, devolver los títulos y recuperar la autoestima del aficionado madridista. Ese es, simplemente, el proyecto. El cómo parece importar poco, el cuándo es inmediato porque lo que no ha comprado ‘FP’ es paciencia. El precio a pagar, como siempre ocurre en el universo madridista, es secundario. Los diez millones de euros netos al año que tendrá de ficha no significan un aumento respecto a lo que recibía en el Inter, pero el premio por títulos puede catapultar sus ingresos de manera escandalosa, puesto que se habla de una prima de seis más por conseguir la Champions o la Liga, de tres por la Copa del Rey y de ¡veinte! en el hipotético caso que el Real Madrid consiguiera seguir los pasos de Barça e Inter y conquistase el triplete.
"Me gustan los desafíos difíciles. Cuando llegué al Oporto estaba a la sombra y me marché tras ganarlo todo, llegué al Chelsea y conquistamos la Liga después de 50 años y en el Inter hemos logrado la Champions después de 45. Mi deseo es tener nuevos retos y el Real Madrid me ofrece esa posibilidad” admitió el mismo sábado por la noche, reconociendo que el equipo español “tiene una enorme dimensión y su único pensamiento es ganar, como el mío”. La declaración de principios no podía estar más clara. Con los ecos del triunfo aún resonando en el interior del Bernabéu, un Mourinho exageradamente serio y formal en las formas, hablaba más en clave futura que en presente, dando un portazo a su aventura interista y abriendo la puerta a la madridista.
Y, entre todo ello, un primer aviso a navegantes. Porque se le entendió rápido: “El Real Madrid quiere ganar cosas grandes pero para eso no basta sólo con la camiseta, ni con la historia ni tampoco con el dinero. Hace falta tener actitud, se necesita intensidad y sacrificio. Y, también, la voluntad de trabajar en una dirección. Así ganamos con el Oporto, lo hicimos en el Chelsea y lo hemos hecho en el Inter”.
El entrenador luso dio por hecha su despedida del Inter afirmando que “formaré parte del Inter para siempre y eso no lo cambiará nada. El Inter está dentro de mi corazón y si vuelvo, que volveré, a San Siro como visitante lo haré feliz por volver a un lugar que ya considero mi casa”. Pero su casa ya no está en Milán. Ni tan sólo acudió a celebrar con sus jugadores e hinchas el título en la madrugada del domingo al coliseo lombardo dando la definitiva señal de su marcha del club.
El futuro de José Mourinho se dibuja ya en el Real Madrid. Y su aterrizaje le significará un desembolso a Florentino Pérez una fortuna. Bueno, otra.
Fuente: Sport.es
José Mourinho se convertirá en breve en el nuevo estandarte galáctico, en una operación que a Florentino Pérez le saldrá, como mínimo por ¡120 millones de euros! que es la suma de sus emolumentos (80 kilos brutos en cuatro años) y los de sus ayudantes (otros 20), más la cláusula a pagar al Inter (8 )), más el coste del despido de Manuel Pellegrini (8 millones brutos para él y 4 para sus ayudantes). Y todo eso sin contar que, en el mejor de los casos (en el aspecto deportivo) el coste de los títulos que le pudiera dar el entrenador portugués al club de Chamartín le supondría a las arcas de la entidad una cantidad ya totalmente escandalosa. Si es que no se considera como tal lo que le costará el fichaje, claro.
Massimo Moratti le abrazó llorando por última vez en las puertas del vestuario, le dio ‘una y mil veces’ las gracias por la magnitud de lo conseguido y acto seguido le reprendió con cara de circunstancias. “Espero que tengas la conciencia tranquila con lo que haces y con lo que vayas a hacer”, le espetó el presidente del Inter a modo de despedida. Y Mou se quedó mudo. Toda la algarabía que aún resonaba en el vestuario le quedaba muy lejos y la alegría que instantes antes emanaba desapareció de un plumazo. Ya no había más que decir.
Mourinho concretó su fichaje por el Real Madrid el pasado jueves. No le hizo falta ni verse con Florentino porque ya lo tenían todo dicho y acordado. El viernes por la noche, en la cena de gala de la UEFA, el presidente del Madrid le reconoció a Moratti la operación y mañana, si todos los temas colaterales están cerrados, se hará oficial un fichaje que se presentará con toda pomposidad el jueves o el viernes. Un fichaje que le atará como entrenador madridista para las próximas cuatro temporadas, con un contrato blindado y estudiado hasta los últimos detalles que le otorgará todo el poder deportivo en el club y que promete dejar por el camino cadáveres ilustres.
“No conozco el proyecto del Real Madrid” insinuó el entrenador portugués. Ganar por aplastamiento, someter al Barça de Guardiola, devolver los títulos y recuperar la autoestima del aficionado madridista. Ese es, simplemente, el proyecto. El cómo parece importar poco, el cuándo es inmediato porque lo que no ha comprado ‘FP’ es paciencia. El precio a pagar, como siempre ocurre en el universo madridista, es secundario. Los diez millones de euros netos al año que tendrá de ficha no significan un aumento respecto a lo que recibía en el Inter, pero el premio por títulos puede catapultar sus ingresos de manera escandalosa, puesto que se habla de una prima de seis más por conseguir la Champions o la Liga, de tres por la Copa del Rey y de ¡veinte! en el hipotético caso que el Real Madrid consiguiera seguir los pasos de Barça e Inter y conquistase el triplete.
"Me gustan los desafíos difíciles. Cuando llegué al Oporto estaba a la sombra y me marché tras ganarlo todo, llegué al Chelsea y conquistamos la Liga después de 50 años y en el Inter hemos logrado la Champions después de 45. Mi deseo es tener nuevos retos y el Real Madrid me ofrece esa posibilidad” admitió el mismo sábado por la noche, reconociendo que el equipo español “tiene una enorme dimensión y su único pensamiento es ganar, como el mío”. La declaración de principios no podía estar más clara. Con los ecos del triunfo aún resonando en el interior del Bernabéu, un Mourinho exageradamente serio y formal en las formas, hablaba más en clave futura que en presente, dando un portazo a su aventura interista y abriendo la puerta a la madridista.
Y, entre todo ello, un primer aviso a navegantes. Porque se le entendió rápido: “El Real Madrid quiere ganar cosas grandes pero para eso no basta sólo con la camiseta, ni con la historia ni tampoco con el dinero. Hace falta tener actitud, se necesita intensidad y sacrificio. Y, también, la voluntad de trabajar en una dirección. Así ganamos con el Oporto, lo hicimos en el Chelsea y lo hemos hecho en el Inter”.
El entrenador luso dio por hecha su despedida del Inter afirmando que “formaré parte del Inter para siempre y eso no lo cambiará nada. El Inter está dentro de mi corazón y si vuelvo, que volveré, a San Siro como visitante lo haré feliz por volver a un lugar que ya considero mi casa”. Pero su casa ya no está en Milán. Ni tan sólo acudió a celebrar con sus jugadores e hinchas el título en la madrugada del domingo al coliseo lombardo dando la definitiva señal de su marcha del club.
El futuro de José Mourinho se dibuja ya en el Real Madrid. Y su aterrizaje le significará un desembolso a Florentino Pérez una fortuna. Bueno, otra.
Fuente: Sport.es