sir mafa, yo creo que no iterprtas bien lo de MARCA, tampoco refleja lo que toodos vimos, pero en fín...
En cuanto a lo que dice la prensa de Aragón a quí les pego la crónica del Heraldo de Aragón, donde habla del penalty que se inventó el arbitro y del meneo que le dimos al Huesco. Esta crónica está mucho mejor y refleja mas lo ocurrido. Pasa del Marca, tampoco te pierdes mucho.
http://www.heraldo.es/noticias/huesca/p ... erior.html
Punto sufrido ante un rival muy superior
JAVIER GIL. HUESCA 05/09/2010 a las 06:00 .Las Palmas perdonó varias ocasiones claras de gol. De nuevo la inspiración del meta Jesús Cabrero resultó fundamental
Sastre cae tras el contacto con Barbosa. No pareció penalti pero el trencilla lo sancionó..JAVIER BLASCO
Con cuarenta partidos por delante cabe esperar mucho más de este Huesca, que todavía busca un estilo y gente que lo desarrolle. Con un porcentaje de acierto normal, la Unión Deportiva Las Palmas habría atrapado el botín completo en El Alcoraz. Los canarios tuvieron más la pelota, llegaron más y mejor, pero carecieron de frescura en la definición, además de encontrarse con un Cabrero muy inspirado.
Con tantos futbolistas nuevos y los vaivenes de la semana (adiós de Rico, bienvenida a Echaide) se entiende que el equipo esté en construcción. Si Roma no se hizo en un día...
Entre las obligaciones de Onésimo figura, no obstante, analizar por qué a un conjunto formidable en defensa la temporada pasada le están superando con tanta facilidad en la línea de tres cuartos. Falta de actitud no parece porque si algo sobra por estos pagos es compromiso. Escaso acoplamiento, tal vez.
Y se pudo ganar, porque la mejor ocasión del encuentro fue para el Huesca y desde los once metros. El colegiado se inventó una pena máxima por una caída de Sastre dentro del área. Barbosa tocó el balón y después apenas molestó al balear, que cayó por inercia. Poco protestaron los jugadores isleños para lo obvio que pareció el patinazo del trencilla.
Víctor Pérez asumió la responsabilidad, pero dibujó en exceso la trayectoria y el cancerbero la atajó con seguridad. Siempre es mal momento para errar, pero más aún cuando en el resto de las facetas no se está afortunado, como le sucedió al media punta madrileño, cuya participación resultó insulsa y desangelada. Incluso tuvo que escuchar algún pitido de la grada cuando Onésimo decidió retirarle del terreno.
El míster pucelano colocó a Helguera de central. Corona, que arastraba molestias, ni se vistió. Su recambio rindió a un nivel más que aceptable. La pérdida de velocidad que sufre con el paso del tiempo la corrige con una excelente colocación.
Sastre y Bauzá fueron los encargados de pilotar en la zona de creación. Por delante se escoraban Camacho y Gilvan, dos zurdos con el brasileño a pierna cambiada. Para enganchar con Roberto se ubicó a un Víctor Pérez al que le cuesta entrar en juego, sujetar el balón y otorgarle criterio. Sus ideas son buenas porque el fútbol lo ve, pero su ritmo y la velocidad de los contrarios lo apaga.
Los canarios gustaron mucho. Su despliegue en el campo, el manejo sensible de la pelota y el afán combinativo. En algunas fases más que dominio hubo meneo. En pocos toques avanzaban en el sentido complicado, el vertical.
A los de Paco Jémez les faltó dinamita en los metros donde estallan las emociones. En la primera parte, Álvaro, Javi Guerrero y Vitolo estuvieron cerca del gol. Cabrero respondió bien colocado y con gran agilidad.
El descanso sirve medicinas para los desvelos y alberga conversaciones terapéuticas. Onésimo quiso contrarrestar la superioridad del oponente con sus mismas armas. Pensó en la manera de quitarle la pelota. El que la tiene sufre menos y está en condiciones de buscar el gol. Para ello quitó a Bauzá, retrasó la posición de Víctor para que gestionara con Sastre, cambió de costados a Camacho y Gilvan y puso a revolotear a Galán cerca de Roberto. Sin embargo, el Huesca solo fue dueño del partido cinco minutos, del 65 al 70, los que transcurrieron entre la expulsión de Carril y la de Ochoa. Solo en ese tramo de superioridad numérica se obligó al enemigo a dar un paso atrás.
El árbitro fue algo riguroso en la roja mostrada al defensa azulgrana. Probablemente sí se le pudiera considerar el último, pero Guayre estaba tan lejos de la portería, hay tanto margen de remedio, que esas acciones suelen saldarse con una amarilla conciliadora sin que se queje mucho el rival. Y más si es el visitante.
Diez contra diez, Las Palmas activó los contragolpes de manual. El Huesca vivía descamisado. Buscaba ataques ansiosos, con sanas intenciones de agradar, pero no se cubría. Después veía cómo le tocaba recular a la desesperada, cuando ya no da tiempo de tapar los huecos, para calmar los feroces avances del cuadro canario. La bisoñez en el remate, cruces milagrosos de algunos jugadores y la entereza de Cabrero libraron al equipo oscense de una derrota que habría sido merecida.
No hay que olvidar que pese a la floja imagen ofrecida, el Huesca también pudo marcar y haberse anotado el triunfo. Galán, que tuvo un discreto debut en El Alcoraz, conectó un zurdazo que amenazó la escuadra y luego estuvo a una uña de rematar un centro lateral en boca de gol.
También se rebautizaron Echaide y Jokin. Los tres cambios fueron cedidos de Osasuna. El primero liderará la defensa pronto, mientras que el joven extremo desborda cada vez que tiene metros. Su entrada de refresco contribuyó a presenciar interesantes fases de ida y vuelta en las que nadie hizo uso del aguijón.