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- 104 días sin ganar. Una condena eterna que mañana debe terminar ante el Valladolid. A 4 puntos de la salvación, un tropiezo provocaría el caos...

- Afrontamos una lucha encarnizada por conquistar los 42 puntos que restan en Liga. Tenemos la esperanza de arrancar y empezar mañana ante el Valladolid. Jugamos en casa y en el estadio no hay margen de error.

- ¿Alguna vez había permanecido tres meses sin ganar?

- Nunca. Es la primera.

- ¿La salvación pasa por los 8 partidos del Gran Canaria?

- Hay que lograr el objetivo cuanto antes; reaccionar como sea porque luego será peor. Y la actuación lejos del Gran Canaria no es normal. No podemos pasar de perder por la mínima al desastre y recibir tres, cuatro o cinco goles.

- En el Villamarín fue el mejor de la UD. Es más, está considerado uno de los mejores metas de 2ª pero ha recibido 45 goles. ¿Le basta el consuelo?

- No me sirve. El fútbol, quieras o no, son números. Lo que valen son las estadísticas y más cuando termina el campeonato. Para mi carrera será complicado porque soy el portero más goleado. Pero ahora solo pienso en la salvación; que la UD siga viva. (...) Yo llegué a Gran Canaria por una apuesta de futuro y con posibilidades de volver a Primera. Pero ahora todos los factores juegan en mi contra.

- ¿Jémez era el amigo del vestuario y Juan Manuel es el técnico del látigo?

- No -rotundo-. Jémez era igual de rígido que Juan Manuel. El entorno no supo interpretar la rigidez de Paco Jémez. Y al final no le respondimos. Pero no se trata de decir si uno es más duro o no. Partiendo de la base de que no puedo evaluar la forma de trabajar de uno o de otro. Yo dije que Paco era uno de los mejores que tuve, lo mantengo; por trabajo y su forma de manejarse con la gente. Juan Manuel aún no ha tenido tiempo. Ante el Valladolid se verá un cambio; nacerá su fórmula de juego. Es apresurado hacer comparaciones.

- Jémez fue destituido tras el 5-2 ante el Granada, partido en el que usted no estuvo acertado. ¿Se siente culpable?

- Ese día me equivoqué y echaron al técnico. Fallé, sin quererlo, y me sentí mal. Un error, en mi caso, es gol. Juego con esa responsabilidad extra que los demás no tienen. Estuve desacertado y encima echaron al técnico. No estuve a la altura. Pero ninguno quería que lo echasen, yo tampoco, pero fue la gota que colmó el vaso. Era difícil asimilar esta racha.

- ¿Lo sucedido en 2008, cuando Juan Manuel fue destituido tras un cisma con el vestuario, afectará al técnico?

- No puedo evaluar a nadie si no lo conozco. Me pueden decir cosas pero, si no lo he tratado, no opino. De ahí a que tenga un problema como el que tuvo él, el tiempo dirá. Juan Manuel es el técnico actual y estamos a muerte con él; trabajamos su ideal táctico y llegarán las victorias.

- ¿Tiene la misma autoridad Juan Manuel que Jémez?

- Sí, no es hora de especular

si nos gusta. Estamos ante una situación límite. No podemos pensar en otra cosa que no sea ganar y ganar. Con Paco no supimos aprovechar al entrenador que teníamos, pero ya es pasado. Hay que pensar en ganar, ante el Valladolid nos jugamos la vida.

- Usted finaliza contrato en junio de 2013. ¿Buscaría una salida si el club desciende?

- No me lo planteo. Nos vamos a salvar. Hay que reaccionar ya. Sería distinto si faltasen 4 jornadas, pero restan 14. Se inicia un nuevo campeonato.

- ¿Aceptaría que el capellán del club, Jaime Gil, bajase al vestuario en las ocho jornadas que restan en el Gran Canaria?

- Contar con un cura ya era habitual cuando jugaba en México. Es respetable como cuando alguien reza antes de los partidos. Antes de jugar ante el Recre, rezamos todos un Padrenuestro y salimos a jugar.

- ¿Al canterano le falta mala leche, ser más agresivo?

- Depende de cada caso. Yo creo en el grupo y en su capacidad.