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CHAVANEL NOS CUENTA LA REALIDAD

Publicado: Jue Dic 23, 2004 1:58 am
por Miguel Hernández
LOS ESPEJOS NO TIENEN MEMORIA
Pulso al juez Cobo
Francisco J. Chavanel


El juez Cobo Plana apenas pudo conciliar el sueño. Le dijo a la persona que lo acompañó a su casa a eso de las doce y media de la madrugada: “Yo, lo que tengo que hacer es abandonar estos asuntos…, ocuparme de los demás casos…, ¿dónde está el sentido de resolver la salvación de un club en el que todo es política?”. Acababa de reunirse con el presidente del Cabildo, José Manuel Soria y, visiblemente cansado, no ocultaba su decepción.


En algún momento pensó que se había vuelto loco. “Tal vez no le entendí bien cuando nos vimos el lunes. Estaba seguro de que me confesó: “El Cabildo se hará cargo de la UD Las Palmas después de la junta de acreedores”… Y por eso lo hice público. ¿Qué le molestó? ¿Que lo adelantara a los periodistas y a los empresarios? ¿Quería hacerlo él cuando lo preceptivo es que lo haga el juez que desarrolla la Ley Concursal? Vi en su mirada una admonición clara, una amenaza pendiente, nítidiamente me reveló que no debía haber hablado; estaba muy enfadado conmigo”.

Seguramente vomitó durante la vigilia. A las ocho, la hora convenida para la rueda de prensa con Soria, un administrador concursal le tocó a la puerta. No podía dar un paso. Se acordó de la conversación de la semana anterior con el presidente del TSJC, Fernando de Lorenzo: “Cobo, no sea usted protagonista; la publicidad no gusta en esta casa”, le advirtió. Aparecer de aquella manera, con el corazón envenenado de ansiedad, soportar las preguntas inquisitivas de los periodistas, las poses del político que necesita blanquearse socialmente frente a una afición que le discute su falta de compromiso con la UD Las Palmas, era demasiado. Se disculpó y Soria tuvo que aguantar, de mala gana, el desaire. El juez Cobo se negaba a serle cómplice.

A partir de ese momento el teléfono del juez no dejó de sonar. Le llamaron periodistas, empresarios, directivos amarillos, y miembros del entourage de Soria. Con algunos insistió en abrirse: “Esto es inaguantable; me voy de vacaciones mañana, regreso el día 2, y si el tema no está resuelto cuando venga, y continúa esta politización, yo me inhibo y desaparezco”, dijo. Escuchó llamadas a su vanidad. “Si usted se va, la UD desaparece; aguante, señor Cobo, ya verá que convencemos a Soria; si logramos resolver satisfactoriamente el pago de la deuda a través de los locales comerciales, tendremos más de lo que teníamos”, fueron algunos de los argumentos utilizados. A las diez de la mañana se tendió el puente. El juez, asfixiado, superado por el maniobrerismo político, en la víspera de sus vacaciones, cedió colocar su firma al lado de la del presidente del Cabildo en un comunicado conjunto, en un intento postrero de inventar algo parecido a la civilización en medio de la barbarie.

Él sabía, como la mayoría, que la salvación de la UD seguía dependiendo de la euforia social, de un grupo muy concreto de empresarios que arrastraban por los demás, no demasiado crédulos, de una figura indiscutible, la suya, que Soria había cuestionado abiertamente con un pulso a su persona. A partir de ahora, ¿los empresarios, por fe, por temor, por salvaguardar sus intereses, cumplirían sus promesas, o la colección de pagarés que le habían entregado se convertirían en papel mojado a la primera debilidad?... Soria, con su actuación de celosa mantis religiosa, rompió un santuario donde el respeto a la autoridad judicial logró el milagro de aunar voluntades desiguales y, en muchos casos, encontradas; en cuyo pasado moraban venganzas antiguas, alianzas contranatura, operaciones turbias.

Cobo representa un peligro para el sistema. Hace una semana la élite que rodea a Mauricio/Soria presionó ante el TSJC a la búsqueda de una sanción para el juez. Sus manifestaciones expresando que el hundimiento de la UD Las Palmas significaría el juicio más largo de la historia, y que en ese juicio ninguno de sus directivos desde 1996 estaba libre de supuestas imputaciones, desató la soberbia de El Clan, que exigió una pronta rectificación que nunca llegó. Entonces no lograron su propósito, pero Soria ya está en el camino de desacreditarlo.

Sin embargo, el juez Cobo no es de los que se rinden sin antes presentar una buena batalla. El comunicado es el resumen del forcejeo que ayer por la mañana libró con Soria. El Cabildo no salvará a la UD Las Palmas, pero no saldrá gratis del litigio. Se compromete a abonar la deuda contraída con el club a causa del esponsor “si hay autorización judicial” y a “analizar la viabilidad” de una operación que consistiría en ceder el arrendamiento de dos edificios anexos al Estadio Siete Palmas (hoy en estructura), aplicándola a la deuda pendiente tras la firma del convenio de acreedores. Como a los edificios aún les faltan dos años para ser entregados, convocar el correspondiente concurso, y adjudicar los locales comerciales, dicha solución es inútil para un club que tiene su junta de acreedores convocada para marzo de 2005.

No obstante, lo que es inútil para ya puede resultar muy útil en 2007, siempre y cuando se retrase la junta de acreedores para entonces, y la UD Las Palmas continúe viva a base de respiraciones asistidas. Aguantar en las actuales circunstancias dos temporadas y media suena a milagro. En cambio, Soria obtiene vaciar de contenido la reivindicación pro-Estadio Insular y, al mismo tiempo, darle valor comercial a una zona que sin la UD Las Palmas es un cadáver. Mientras, el club amarillo tendrá que sobrevivir tan penosamente como en los últimos cinco años. ¿Hablamos de verdadera solución o de mano al cuello?

Lo único cierto es que al juez Cobo Plana, elevado a la categoría de héroe popular, esperanza blanca de una isla carente de símbolos, le ha sido recordada su condición mortal por quien ambiciona para sí la eternidad. Si ese mismo día Soria se comportó como un maleducado, ordenando que ninguno de los consejeros del PP acudiera a la comida de navidad convocada por el presidente autonómico, Adán Martín, ¿qué le puede importar pisotear la dignidad de un juez de lo mercantil que, al parecer, según él, sólo escucha lo que quiere escuchar?... Ese juez bien merecía un castigo, sentir el olor ocre del desaliento, reflexionar sobre quien ostenta la vara de mando y quien posee el derecho a dictar órdenes disciplinarias. Tres mayorías absolutas consecutivas son muy capaces de activar la parte majara de cualquiera.

Publicado: Jue Dic 23, 2004 1:59 am
por Miguel Hernández
CHAPÓ, CHAPÓ Y CHAPÓ :plas: :plas: :plas:

Publicado: Jue Dic 23, 2004 2:11 am
por Radio-Macuto
Creo que el artículo solo merece un CHAPÓ Chavanel. :plas:

Publicado: Jue Dic 23, 2004 2:13 am
por Naciente85
Creo recordar q chavanel es uno de los q ha abogado por la desaparicion y "refundacion" de la UD (si no recuerdo mal), pero este articulo, aunq un poco duro algunas cosas esta bien.

Publicado: Jue Dic 23, 2004 2:14 am
por Miguel Hernández
Me encantan los primeros párrafos, cuando comenta las manifestaciones e impresiones del Juez. Estaba seguro de que no era nada erróneo por su parte. Soria le ha metido una jugarreta.

Lo que me jode, que por culpa de ella el Juez se sienta molesto e incluso quiera deshibirse del caso. Estoy seguro que con las vacaciones reflexionará, y todo volverá a la normalidad.

Todo mi apoyo al Sr. Cobo Plana.

Y a tí Soria, HIJO DE LA GRAN PUTA.

EL PUEBLO NO OLVIDA

Publicado: Jue Dic 23, 2004 2:19 am
por ARRIBA D'ELLOS
Creo que después de las vacaciones el aliento popular debe de ser para el Juez, pa recargarle las pilas.

PD: Que asquito te tengo y tendré Soriasis. Ya lo pagarás todito a la vez, una colleja si que te daba yo mamón.

Publicado: Jue Dic 23, 2004 2:31 am
por Angel
Que calidad de documentos periodisticos han salido hoy, Señor Chavanel, Señor Alexis González, Señor Miguel Hernández, etc., muchas gracias por dar a conocer la verdad y luchar por nuestra UD LAS PALMAS.

Chapó.

Publicado: Jue Dic 23, 2004 10:58 am
por Tamarán
Soria sigue siendo el mayor ENEMIGO de la UD Las Palmas. Si esto al final no cuaja él, y solo él, será el único culpable. Que nadie lo olvide.,