Patricio Viñayo : "Nuestro ascenso se vio en 122 países"
Publicado: Sab Oct 10, 2015 10:22 am
Entrevista a Patricio Viñayo en Canarias 7
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=392754
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Patricio Viñayo: "Nuestro ascenso se vio en 122 países"
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(Foto: Francisco Socorro)
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Patricio Viñayo, director general de la UD Las Palmas.
Ignacio S. Acedo / Las Palmas de Gran Canaria
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— ¿En qué se nota a día de hoy en la economía de la UD que el club está en Primera División?
— Está por definir lo que supone el nuevo reparto de derechos audiovisuales. Hay acreditado un estimado de dieciocho millones de euros y preveemos que entre ocho y diez millones se incremente esa cifra en cuanto se defina el reparto del último contrato firmado que, además, adelanta en un año el efecto positivo del Real Decreto Ley que regula la venta centralizada de los derechos audiovisuales.
— Hablamos entonces casi de treinta millones de euros en ingresos por este concepto...
— Aproximadamente, veintiséis asegurados.
— Y además de esos derechos audivisuales, que integran el capítulo principal de ingresos por estar en Primera División, ¿qué otras vías están reforzando la economía de la institución?
— En la explotación y comercialización de la marca queremos pasar de tres a seis millones. Junto a los derechos audiovisuales, la campaña de abonados y los ingresos por taquilla suponen nuestras vías de ingresos.
— ¿En cuánto ha crecido la economía del club?
— El presupuesto casi se cuadruplica. De diez millones pasamos a entre 36 ó 38 millones. Son todos parámetros que sabíamos que traería un ingreso en la Primera División al pertenecer a la Comisión Delegada de la Liga y estar al tanto de cómo evolucionaban las negociaciones.
— ¿La salud de la tesorería la UD ya percibe los beneficios de estar en la Liga de las Estrellas?
— Se han activado deudas como las que mantenemos con el Deportivo de La Coruña, acuerdos con Manuel García Navarro o Freire y Boluda, por lo que en este primer año la deuda heredada impide un beneficio propio de militar en Primera. Entre cuatro o cinco millones de euros se han reactivado por el ascenso, pues se contemplaban unas cantidades en Segunda y otras en Primera.
— ¿La Primera División es el maná definitivo para el músculo financiero del club tras años y años de precariedades?
— No es el maná. La Primera supone un intento de reposicionamiento del club, el punto de partida, una nueva hoja de ruta en la que, pese a los cambios cualitativos que implica, seguiremos atendiendo la filosofía de nuestra gestión: intentar progresar en un ambiente de austeridad en el gasto, dentro de este nuevo contexto, sin renunciar a la expansión. El gran peligro de los clubes es ascender a Primera y pensar que han llegado a la meta. Porque los clubes históricos que han tenido gravísimos problemas económicos se hundieron por descender a Segunda sin contemplar esa posibilidad. Lo fundamental es mantener una tensión, un estrés empresarial en todos los ámbitos para que, en lugar de ser autocomplacientes, sigamos con exigencia deportiva, que pasa por la salvación, y exigencia económica, privilegiando la viabilidad en un contexto tan exigente como la liga española. En el ámbito social hay que poner en marcha proyectos de crecimiento dando contenido a la Fundación. En Segunda los proyectos de crecimiento se canalizaron a través de los campus de verano o las escuelas, que albergaban a 34 niños y ahora son casi mil en varias islas relacionándose con el escudo y saliendo al paso de la expansión de otros clubes en nuestro territorio. El Centro de Estudios Técnicos Unión Deportiva (CETUD) fue pionero para ofrecer titulaciones de entrenador de fútbol y otras disciplinas, y recientemente se celebró la primera entrega de orlas de una promoción que ha estado tres años con nosotros y han obtenido el título de entrenador nacional. Ese trabajo discreto y constante, con Toni Cruz como el directivo más significado, nos ha relacionado con un claustro de profesores de mucha calidad, prioritariamente canarios, y nos convierte no sólo en referente deportivo, sino también docente. Generamos actividad no exclusivamente deportiva, generamos movimiento económico, reunimos durante estos años nuevos atributos para que la marca UD gane valor añadido. Un abanico reforzado de patrocinadores y una plataforma comunicativa eficaz y en constante progreso hacen que las empresas que confían en nosotros vean potenciada su marca a través del impacto que les procura el club. Ahí tiene Larry Álvarez un reto precioso para cualquier periodista.
— ¿Y en Primera? ¿Qué proyectos se abren ahora para la UD?
— Los proyectos en Primera pasan por consolidar y terminar planes previstos con anterioridad en los que no se avanzó en años anteriores, como la nueva sede con todos los servicios que pensamos deben disfrutar nuestros visitantes, una ciudad deportiva con la dignidad mínima para la formación del futbolista de cantera, y la mejora y adecuación de las instalaciones de Barranco Seco, a pesar de las restricciones que impone las normas vigentes, por muy discutibles que sean. A eso hay que añadir la voluntad de empezar a dar los primeros pasos de un proyecto de internacionalización del club.
— Abrirse a otros mercados...
— La Liga de Fútbol Profesional está trabajando mucho para que la omnipresencia de Madrid y Barça no excluya la presencia de otros clubes en mercado emergentes. Hay varios proyectos que se han puesto en marcha, con nuestra involucración en los inicios para que haya un tour mundial, aprovechando ventanas en el calendario o las pretemporadas de los equipos, con promoción de la marca España y con actos de todo tipo, vinculando empresas de distintos sectores. La Liga ha abierto sedes en China, en Oriente Medio, Sudáfrica o Estados Unidos. La Liga de Fútbol Profesional es consciente de que tiene que dar un salto de internacionalización de nuestro fútbol, ya que todo el mérito deportivo de este país no se corresponde con su penetración en distintos continentes.
— ¿Veremos a la UD jugando en China o América?
— Lo más importante no es poner un plazo de cuando jugará, sino por qué debería jugar. Todos los proyectos deben pensar en el retorno positivo, de esa manera se rentabilizará. Debemos ser conscientes de que el mundo va a una velocidad y que la UD ha tenido su reloj parado en lo que respecta a su presencia fuera del ámbito local. Nuestro escudo solamente era seguido por la devoción espontánea de algunos aficionados dispersos en el mundo. Lo que hay que trabajar ahora es en añadirle valor a nuestra marca, concebir sus atributos potencialmente atractivos para otros simpatizantes fuera de Canarias y desarrollar la estrategia para que no sea exótica la idea de ir a jugar a China, Oriente Medio o América, que resulte algo apropiado en el contexto en el que nos tenemos que desenvolver siendo un club de la Liga de Fútbol Profesional. Lo que perseguimos es un crecimiento sostenido en este sentido, no vender humo a base de golpes de efecto. Exactamente lo mismo que nos ha pasado en los nueve años en Segunda División, con un crecimiento armónico, respetando el contexto y con mensajes institucionales medidos, apropiados, a veces impopulares entre aficionados que subliman las promesas de éxito inmediato. Ahora, en este contexto, lo importante no es poner fecha a un partido en China, sino iniciar una fase de exploración y subirse a un vagón que va por esos derroteros, sin perseguir mera publicidad en un folleto turístico o para quedar bien. Sin grandilocuencia. Cuando alguien se centra en sus carencias, da el primer paso. Llevamos trece años fuera de Primera. En ese intervalo se ha experimentado un progreso histórico de la asociación de clubes españoles a todos los niveles, y nosotros nos hemos quedado fuera. Necesitamos tiempo porque somos conscientes de todo el trabajo que tenemos por delante.
— Llegó al club en 2006, recién ascendida la UD a Segunda, pero llena de incertidumbres de toda índole. ¿Se pellizca al ver al equipo en Primera o considera que es la recompensa al trabajo realizado?
— Ahora mismo nosotros no nos sentimos posicionados en Primera División, sentimos que tenemos que ganarnos un hueco en Primera División. Estamos en la misma clasificación que otros diecinueve equipos, pero todavía no hemos hecho méritos para posicionarnos en Primera. El primer paso que hay que dar es que ningún comentario, tanto interno como externo, nos confunda. Tenemos que ganarnos nuestro hueco. Con esa mentalidad empezaremos la casa por los cimientos. Además, no podemos perder nuestra esencia: un club pagador, humilde en sus planteamientos y constante en las metas que se propone. Los errores no deben acobardarnos, sino hacernos más fuertes convirtiéndolos en oportunidades. Esa filosofía ha caracterizado nuestra travesía en el desierto durante estos nueve años y han permitido que la UD sea lo que ahora es: un proyecto de consolidación en Primera, dentro y fuera del campo. Cerramos el concurso de acreedores, y llegamos a Primera, después de tres años consecutivos llegando a los playoffs, con un modelo de eficacia silenciosa, no efectista. Cada día nos batimos en mil frentes con una mentalidad común que emana desde la presidencia, sin caer en la autocomplacencia con éxitos efímeros y con entereza para afrontar malos momentos, que son cíclicos en el fútbol.
— ¿Cómo ha percibido el fútbol español, a nivel institucional, el regreso de la UD al escaparate de los grandes?
— A nivel institucional, la percepción que tenemos es que ha sido el ascenso más celebrado en muchos años por la inmensa mayoría de la Liga. Por lo que pasó por el Córdoba y, también, por cómo se ha gestionado económicamente el club, conquistando una solvencia creciente con múltiples pequeñas decisiones. En esa trayectoria de gestión seria, paciente y responsable hemos disfrutado a la vez crecimiento social y un primer equipo que se relaciona con el resto de la cadena de una forma muy evidente, con la presencia masiva de canteranos, gracias al buen hacer de Tonono y todos los técnicos de Formación y Captación, pero también al abrigo indiscutible del consejo de administración, con su presidente y vicepresidente siempre colaborando de cerca. La Liga tenía muchas ganas de que con este modelo se lograra el éxito deportivo, pese a estar en concurso de acreedores, con deudas y problemas de infraestructuras. Y nos ha puesto como ejemplo en numerosas ocasiones, por haberlo logrado en un contexto de máxima exigencia. Y un dato: nuestro ascenso se vio en 122 países.
— ¿En qué grado sigue dependiendo el club de la figura de Miguel Ángel Ramírez?
— En Segunda División, la dependencia económica, moral y estratégica era total con respecto a Miguel Ángel Ramírez. Para lograr la estabilidad necesitábamos responder a las deudas y sin un presidente con la capacidad económica de Miguel Ángel Ramírez hubiese sido imposible. Ahora, la dependencia del presidente no es tanto económica como estratégica. Es un empresario, un emprendedor constante y con inusual impulso vital, tan agotador como motivante para los que trabajamos con él. Es un presidente contradictorio, rápido en las decisiones y paciente en los procesos. Voraz en los desafíos y con la suficiente humildad para admitir errores.
— ¿En qué ha evolucionado?
— Un ejemplo ilustra su evolución: recuerdo el ascenso de Segunda B a Segunda desde fuera y se vieron cosas que tal vez no fueron muy decorosas en su celebración.
— ¿Se refiere a su celebración en calzoncillos junto a los jugadores en el vestuario?
— Puede ser... Pero ahora, tras ganar al Zaragoza y lograr el ascenso, en las entrevistas que se estaban desarrollando a pie de campo, nuestro presidente estaba en chaqueta y corbata y, para posar ante las cámaras, se apretó el nudo de la corbata en medio de tanta euforia. Me resultó significativo. Igual que su caballerosidad cuando caímos un año antes ante el Córdoba. Y, desde el éxito, también mantuvo el protocolo. Es la persona más hábil que conozco para disolver conflictos. Y eso es uno de los síntomas de madurez desde la presidencia. Los clubes de fútbol son un imán de problemas. Él tarda menos que nadie en solucionarlos con gran habilidad.