!! BIENVENIDO !! MR. JOSIC VISNJIC.
Publicado: Mar Jun 28, 2005 12:05 pm
Hace unos momentos era presentado a los medios el nuevo entrenador de la U.D. para la próxima temporada de Las Palmas, Josic Visnic.
Antes que nada, le damos la Bienvenida y desearle lo mejor de lo mejor, si bien creo que por ello podemos entender cosas bien distintas.
Esta mañana, celebraba una rueda de prensa, que espero poderla editar en video y presentarsela para que tengan un concepto mas directo de lo que fue le presentación del nuevo entrenador.
Ganar y ganar ha sido una palabra muy repetida, lo que ocasionó que le hiciese la siguiente pregunta:
- Frente al discurso de ganar, ganar y solo ganar... existe la otra opción pareja de llorar y llorar. ¿No cree que hay otros valores en el mundo del futbol que la de ganar si o si?
- Respondío con otra pregunta indicandome, que cuales eran esos valores.
Le indique que posiblemennte no era la rueda de prensa el mas indicado por el factor tiempo como para responderle en ese momento.
Al final de la rueda de prensa, nos encontramos unos instantes y en el dialogo, volvió a preguntarme por esos valores. Le indique que ese camino de ganar y ganar conduce a perder. Y que siempre habra alguien superior que nos gane. ¿No hay otros valores mas importantes?
Fue entonces cuando el nos contaba su reciente mal experiencia con el Alcala. Ello, me recordaba a otro cercano con el Universidad tambien en los play-Off. Ahí, creo que coincidimos. Y al igual que hice la reflexión en alto para el UNI, vuelvo a hacerselo a quienes pueda interesarle como a Josip Visnjic. Agradezco el interes mostrado en conocerles pero como soy respetuoso con su tiempo, tanto en la rueda de prensa como en los momentos posteriores, voy a responderle a traves del foro prque creo que es el medio idóneo, y despues con mas tranquilidad y tiempo, se la haré llegar personalmente y por el medio que el me indico.
Asi es Sr. Josic Visnjic, Sr. Miguel Angel Ramirez o a quien pueda interesar. Hay en mi opinión, y espero que tambien me sepan disculpar aquellos que me han hecho llegar de que en el futbol no valen las reflexiones filosóficas, entrar en ello. Lo cierto es que ocurre con mucha frecuencia. Con mas de la que nos podemos imaginar.
En muchas actividades del ámbito organizacional y también del personal, existe un gran deseo por "ganar". Esto parece obvio... ¿quién no desea ganar? La aspiración a la victoria y al éxito es natural y totalmente legítima. Sin embargo, cuando se convierte en obsesión, pretender ganar puede llevarnos a perder.
Hoy vivimos en una cultura obsesionada con ganar: las organizaciones compiten por cuál genera más ganancias; los científicos, por quién publica más trabajos; los deportistas, por quién obtiene más títulos; hasta las religiones comparan sus índices de captación de fieles!
En nuestra vida privada, también vivimos esta obsesión: si practicamos un deporte nos medimos por la cantidad de partidos ganados, o de puntos anotados; evaluamos nuestro éxito profesional según los ingresos y ganancias obtenidos; hasta nuestra vida sexual se rige de acuerdo al número de orgasmos alcanzados! Cuando somos padres, esta obsesión pareciera cobrar más fuerza: si nuestro hijo llega a casa después de jugar un partido, lo primero que le preguntamos es "¿Ganaste?"; cuando vuelve de rendir un examen, lo increpamos con "¿Aprobaste?"; etc...
Ser el mejor, llegar a lo más alto y obtener lo máximo, son metas importantes que no deberíamos de olvidar.
Si no aspirásemos a ganar, difícilmente mejoraríamos nuestro trabajo en aquello que hacemos. El problema con esta aspiración es que -cuando se convierte en obsesión- nos lleva a igualar "exito" con "máximo resultado".
En una cultura del "ganador se lleva todo" y "nadie recuerda al segundo", sentimos que -si no ganamos- no hicimos las cosas bien. Este extremismo (como cualquier otro) nos perjudica en más de un sentido.
Por los siguientes motivos:
- Daña nuestra autoestima: cada vez que no ganamos -y son muchas las ocasiones en las que esto sucede- nos sentimos mal con nosotros mismos, nos avergonzamos, o culpamos. Las emociones negativas que alimentamos, nos hacen perder la confianza en nuestra capacidad de obtener mejores resultados en el futuro. De alguna manera, nos auto-saboteamos.
- Deteriora nuestras relaciones: cuando lo único que cuenta es ganar, perdemos de vista las consecuencias de nuestros actos sobre otras personas. Esto puede llevarnos a tratarlas mal, a ser egoístas con ellas y a perjudicarlas. El individualismo que adoptamos cuando nos obsesionamos con ganar, nos aleja de los demás. Posiblemente obtengamos aquello que deseábamos, o sea "ganar", pero en el camino quizás quedemos solos.
- Nos estresa: la pretensión permanente de triunfo genera un estado de angustia, ansiedad e inconformismo. Vivir bajo la presión constante de obtener el máximo posible, nos impide lograr la tranquilidad necesaria para analizar nuestro desempeño y mejorarlo.
- Compromete nuestra integridad: tener un enfermizo deseo de lograr el máximo triunfo está muy emparentado con el "ganar a toda costa".
Presas de esta obsesión, muchas veces llegamos a pensar que el fin justifica los medios: si se trata de ganar, "todo vale". Esto nos lleva a mentir, a desobedecer una regla, a romper una promesa, o a traicionar valores importantes.
Creo que hay algo mas con una sana búsqueda de superación, que con una obsesiva aspiración a la victoria. Por lo tanto, hacer las cosas bien no equivale a ganar. ¿Acaso nunca jugamos excelentemente un partido y lo perdimos? ¿Nunca atendimos de la mejor manera a un cliente, pero no logramos que nos compre? ¿No dimos todo lo mejor en un trabajo y resultamos despedidos? ¿No amamos incondicionalmente, pero fuimos traicionados, o no correspondidos?
Ganar es sólo un resultado posible de un buen hacer. Existen otros, como: la felicidad que nos proporciona una experiencia; el significado que tiene para nosotros vivirla; y el legado que se deja sobre todo en los pequeños. Educandoles con el ejemplo para los demás, a través del ejemplo e inspiración.
Orientarse únicamente a ganar, nos hace perder equilibrio y perspectiva. Cuando lo hacemos, descuidamos otras variables que contribuyen con nuestra satisfacción, desatendemos nuestros procesos de crecimiento y no valoramos el lugar de cada experiencia en nuestro desarrollo. Todo ello perjudica profundamente la manera como planificamos y medimos nuestras aficiones en esta vida y la definición de nuestras metas y expectativas.
Si realmente deseamos ganar en nuestra vida... debemos comenzar por replantear esta aspiración de la de "ganar ganar y solo ganar, ya sea por por lo civil o por lo criminal", y primar valorares olvidados que todos tenemos y que podemos desarrollar.
Planificar la próxima temporada en sólidos pilares basados en valores, y olvidemosnos un poco de objetivos ciegos que a buen seguro no conducirian a buen lugar.
Bienvenido, Mr. Josic Visnjic.
Antes que nada, le damos la Bienvenida y desearle lo mejor de lo mejor, si bien creo que por ello podemos entender cosas bien distintas.
Esta mañana, celebraba una rueda de prensa, que espero poderla editar en video y presentarsela para que tengan un concepto mas directo de lo que fue le presentación del nuevo entrenador.
Ganar y ganar ha sido una palabra muy repetida, lo que ocasionó que le hiciese la siguiente pregunta:
- Frente al discurso de ganar, ganar y solo ganar... existe la otra opción pareja de llorar y llorar. ¿No cree que hay otros valores en el mundo del futbol que la de ganar si o si?
- Respondío con otra pregunta indicandome, que cuales eran esos valores.
Le indique que posiblemennte no era la rueda de prensa el mas indicado por el factor tiempo como para responderle en ese momento.
Al final de la rueda de prensa, nos encontramos unos instantes y en el dialogo, volvió a preguntarme por esos valores. Le indique que ese camino de ganar y ganar conduce a perder. Y que siempre habra alguien superior que nos gane. ¿No hay otros valores mas importantes?
Fue entonces cuando el nos contaba su reciente mal experiencia con el Alcala. Ello, me recordaba a otro cercano con el Universidad tambien en los play-Off. Ahí, creo que coincidimos. Y al igual que hice la reflexión en alto para el UNI, vuelvo a hacerselo a quienes pueda interesarle como a Josip Visnjic. Agradezco el interes mostrado en conocerles pero como soy respetuoso con su tiempo, tanto en la rueda de prensa como en los momentos posteriores, voy a responderle a traves del foro prque creo que es el medio idóneo, y despues con mas tranquilidad y tiempo, se la haré llegar personalmente y por el medio que el me indico.
Asi es Sr. Josic Visnjic, Sr. Miguel Angel Ramirez o a quien pueda interesar. Hay en mi opinión, y espero que tambien me sepan disculpar aquellos que me han hecho llegar de que en el futbol no valen las reflexiones filosóficas, entrar en ello. Lo cierto es que ocurre con mucha frecuencia. Con mas de la que nos podemos imaginar.
En muchas actividades del ámbito organizacional y también del personal, existe un gran deseo por "ganar". Esto parece obvio... ¿quién no desea ganar? La aspiración a la victoria y al éxito es natural y totalmente legítima. Sin embargo, cuando se convierte en obsesión, pretender ganar puede llevarnos a perder.
Hoy vivimos en una cultura obsesionada con ganar: las organizaciones compiten por cuál genera más ganancias; los científicos, por quién publica más trabajos; los deportistas, por quién obtiene más títulos; hasta las religiones comparan sus índices de captación de fieles!
En nuestra vida privada, también vivimos esta obsesión: si practicamos un deporte nos medimos por la cantidad de partidos ganados, o de puntos anotados; evaluamos nuestro éxito profesional según los ingresos y ganancias obtenidos; hasta nuestra vida sexual se rige de acuerdo al número de orgasmos alcanzados! Cuando somos padres, esta obsesión pareciera cobrar más fuerza: si nuestro hijo llega a casa después de jugar un partido, lo primero que le preguntamos es "¿Ganaste?"; cuando vuelve de rendir un examen, lo increpamos con "¿Aprobaste?"; etc...
Ser el mejor, llegar a lo más alto y obtener lo máximo, son metas importantes que no deberíamos de olvidar.
Si no aspirásemos a ganar, difícilmente mejoraríamos nuestro trabajo en aquello que hacemos. El problema con esta aspiración es que -cuando se convierte en obsesión- nos lleva a igualar "exito" con "máximo resultado".
En una cultura del "ganador se lleva todo" y "nadie recuerda al segundo", sentimos que -si no ganamos- no hicimos las cosas bien. Este extremismo (como cualquier otro) nos perjudica en más de un sentido.
Por los siguientes motivos:
- Daña nuestra autoestima: cada vez que no ganamos -y son muchas las ocasiones en las que esto sucede- nos sentimos mal con nosotros mismos, nos avergonzamos, o culpamos. Las emociones negativas que alimentamos, nos hacen perder la confianza en nuestra capacidad de obtener mejores resultados en el futuro. De alguna manera, nos auto-saboteamos.
- Deteriora nuestras relaciones: cuando lo único que cuenta es ganar, perdemos de vista las consecuencias de nuestros actos sobre otras personas. Esto puede llevarnos a tratarlas mal, a ser egoístas con ellas y a perjudicarlas. El individualismo que adoptamos cuando nos obsesionamos con ganar, nos aleja de los demás. Posiblemente obtengamos aquello que deseábamos, o sea "ganar", pero en el camino quizás quedemos solos.
- Nos estresa: la pretensión permanente de triunfo genera un estado de angustia, ansiedad e inconformismo. Vivir bajo la presión constante de obtener el máximo posible, nos impide lograr la tranquilidad necesaria para analizar nuestro desempeño y mejorarlo.
- Compromete nuestra integridad: tener un enfermizo deseo de lograr el máximo triunfo está muy emparentado con el "ganar a toda costa".
Presas de esta obsesión, muchas veces llegamos a pensar que el fin justifica los medios: si se trata de ganar, "todo vale". Esto nos lleva a mentir, a desobedecer una regla, a romper una promesa, o a traicionar valores importantes.
Creo que hay algo mas con una sana búsqueda de superación, que con una obsesiva aspiración a la victoria. Por lo tanto, hacer las cosas bien no equivale a ganar. ¿Acaso nunca jugamos excelentemente un partido y lo perdimos? ¿Nunca atendimos de la mejor manera a un cliente, pero no logramos que nos compre? ¿No dimos todo lo mejor en un trabajo y resultamos despedidos? ¿No amamos incondicionalmente, pero fuimos traicionados, o no correspondidos?
Ganar es sólo un resultado posible de un buen hacer. Existen otros, como: la felicidad que nos proporciona una experiencia; el significado que tiene para nosotros vivirla; y el legado que se deja sobre todo en los pequeños. Educandoles con el ejemplo para los demás, a través del ejemplo e inspiración.
Orientarse únicamente a ganar, nos hace perder equilibrio y perspectiva. Cuando lo hacemos, descuidamos otras variables que contribuyen con nuestra satisfacción, desatendemos nuestros procesos de crecimiento y no valoramos el lugar de cada experiencia en nuestro desarrollo. Todo ello perjudica profundamente la manera como planificamos y medimos nuestras aficiones en esta vida y la definición de nuestras metas y expectativas.
Si realmente deseamos ganar en nuestra vida... debemos comenzar por replantear esta aspiración de la de "ganar ganar y solo ganar, ya sea por por lo civil o por lo criminal", y primar valorares olvidados que todos tenemos y que podemos desarrollar.
Planificar la próxima temporada en sólidos pilares basados en valores, y olvidemosnos un poco de objetivos ciegos que a buen seguro no conducirian a buen lugar.
Bienvenido, Mr. Josic Visnjic.