Algunas perlas de los periodistas del Canarias 7
Publicado: Vie Abr 07, 2006 2:08 pm
¿Qué pasa con los Jueces?
Manuel Mederos
Las Palmas de Gran Canaria
Las formas en la administración de Justicia son esenciales y el juez Cobo y algunos de sus compañeros se han empeñado en romperlas y tirar por la borda la poca credibilidad que queda en ese sector.
La propia cultura judicial y la escenografía de los tribunales no tiene otro objeto que simbolizar la esencia de la independencia judicial. Las frenéticas 48 horas de un auto demoledor de embargo a la clase empresarial suena hoy a "papel mojado", cuando en el documento redactado a toda prisa el pasado miércoles el mismo juez reitera, hasta en cuatro ocasiones, la existencia de irregularidades graves en la gestión de la Unión Deportiva en varios ejercicios. Para ahondar más en la herida de la credibilidad el juez, tras levantar el embargo, de forma inaudita, pide perdón públicamente a los empresarios por los daños causados por su resolución judicial. Da un paso más en el laberinto del descrédito judicial y el trasiego deportivo y convierte la sala de vistas en una improvisada 'sala de confesiones públicas' y sentado a la vera del presidente de la Unión Deportiva, rubrica la salvación del club o la prórroga de su agonía, olvidando las responsabilidades en las que basa su dura argumentación y su dura decisión de embargo contra los empresarios.
En este caso, y en otros directamente relacionados con el mundo del deporte, se rompen todos los límites de las formas que imponen la independencia judicial. No parece que la propia Administración del Poder Judicial, amparada siempre en la exigencia de pruebas, esté en disposición de sancionar conductas, aunque sea con una reprobación, que rompen su debida imagen de pulcra y garantista imparcialidad.
Fuente: Canarias 7
Manuel Mederos
Las Palmas de Gran Canaria
Las formas en la administración de Justicia son esenciales y el juez Cobo y algunos de sus compañeros se han empeñado en romperlas y tirar por la borda la poca credibilidad que queda en ese sector.
La propia cultura judicial y la escenografía de los tribunales no tiene otro objeto que simbolizar la esencia de la independencia judicial. Las frenéticas 48 horas de un auto demoledor de embargo a la clase empresarial suena hoy a "papel mojado", cuando en el documento redactado a toda prisa el pasado miércoles el mismo juez reitera, hasta en cuatro ocasiones, la existencia de irregularidades graves en la gestión de la Unión Deportiva en varios ejercicios. Para ahondar más en la herida de la credibilidad el juez, tras levantar el embargo, de forma inaudita, pide perdón públicamente a los empresarios por los daños causados por su resolución judicial. Da un paso más en el laberinto del descrédito judicial y el trasiego deportivo y convierte la sala de vistas en una improvisada 'sala de confesiones públicas' y sentado a la vera del presidente de la Unión Deportiva, rubrica la salvación del club o la prórroga de su agonía, olvidando las responsabilidades en las que basa su dura argumentación y su dura decisión de embargo contra los empresarios.
En este caso, y en otros directamente relacionados con el mundo del deporte, se rompen todos los límites de las formas que imponen la independencia judicial. No parece que la propia Administración del Poder Judicial, amparada siempre en la exigencia de pruebas, esté en disposición de sancionar conductas, aunque sea con una reprobación, que rompen su debida imagen de pulcra y garantista imparcialidad.
Fuente: Canarias 7