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Un factor diferencial para recuperar la confianza

Jonathan Viera, una semana más, fue el mejor del partido / Toño Suárez (udlaspalmas.net)

CONTRACRÓNICA | Si hay un futbolista que destaca por encima del resto en las últimas semanas en la Unión Deportiva Las Palmas, ese es Jonathan Viera. El mediapunta grancanario se exhibió en la segunda mitad del duelo ante el Sabadell, salió menos damnificado que el resto de sus compañeros en Butarque y este sábado, ante el Recreativo, cuajó su actuación más completa desde su regreso en el pasado mercado de invierno.

En un partido que pintaba gris, Viera puso el colorido. Con una Unión Deportiva ya pensando más en la promoción de ascenso que en los cinco partidos que faltan y el Recreativo prácticamente descendido, las expectativas de cara al enfrentamiento entre ambos en el Estadio de Gran Canaria no eran excesivamente altas. Sin embargo, el de La Feria tornó esa sensación de indiferencia que se respiraba en el ambiente con sus primeros toques de balón en el partido.

Algo escorado a la banda izquierda pero tendiendo hacia el centro, como es habitual en él, Jonathan se desató durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Las dos primeras ocasiones de los amarillos nacieron de sus botas pero el destinatario del esférico nunca encontró la misma eficacia para materializar la jugada que la suya para inventarla.

Aún así, su grado de inspiración encontró pronto el premio del gol. Javi Castellano vio su movimiento de ruptura entre los defensas y le regaló el balón para que éste definiese ante Sotres con maestría. Un instante después, Viera se puso el traje de asistente para servir en bandeja de plata el segundo tanto a Vicente Gómez y encarrilar el desenlace del choque.

Con ritmo de partido y la moral alta, el atacante mostró estar en disposición de ser un jugador capital para los enfrentamientos a vida o muerte que deparará el playoffs del próximo mes de junio. Ya son tres las jornadas consecutivas en las que el flamante fichaje invernal ha elevado su nivel y eso, teniendo en cuenta el estado de ánimo de la afición amarilla tras el varapalo de no luchar por el ascenso directo, es un motivo para sonreír. Algo que nunca viene mal, dada las circunstancias.

Este artículo se modificó el 17/05/2015 14:17 14:17