La UD se impuso al Villarreal pero no pudo evitar sufrir durante casi toda la segunda parte, a pesar de encontrarse con un hombre más sobre el campo desde los 20 minutos. Los amarillos no fueron contundentes en una primera parte donde merecieron mucha más renta, pero acabaron pidiendo la hora.
Comenta y repite Quique Setién en las ruedas de prensa, sea cual sea el resultado del encuentro, que es muy importante quedarse con las sensaciones y no mirar sólo a los resultados. Pues el encuentro de la UD este viernes deja sensaciones contrapuestas. Tras una primera parte donde los amarillos lo bordaron, tras la reanudación probablemente se vio por qué este equipo no está más arriba en la tabla.
Cierto que el rival era el Villarreal, equipo que menos goles encaja de toda LaLiga y que mira con confianza el cuarto puesto para volver a colarse en la Liga de Campeones. El problema reside cuando ese rival se ve en desventaja en el marcador y además con un hombre menos desde los 20 minutos de partido. Porque hasta ese entonces la UD apenas había asomado por la puerta de Andrés, pero desde que se abrió el marcador, todo parecía coser y cantar.
La UD, por medio de un Jonathan Viera motivado por haberse quedado fuera de la lista de Lopetegui una vez más, pudo y mereció irse con más ventaja al descanso. Bailó a un Villarreal desnortado que firmaba irse con desventaja mínima a vestuarios. Parecía la tarde propicia para olvidar rachas como la que azota al equipo lejos de Gran Canaria.
Sin embargo, en la segunda parte todo cambió. El Villarreal dio un paso adelante y desplazó uno de los hombres en el centro a la banda para volver a atacar con tres. Y además empezó a ver lagunas en el dibujo amarillo. Porque pese a tener un hombre menos, el cuadro castellonense vio a una UD vulnerable.
Ante esta situación, Setién movió ficha, trató de refrescar las bandas pero siempre con la idea de mantener un balón que no estaba teniendo tanto como querría. No terminó de funcionar. El Villarreal demostró porqué es un equipo grande de este campeonato y maneja el presupuesto que posee.
Mención aparte merecen también los últimos 15 minutos de los amarillos. Halilovic y Jesé, que debían dar frescura y otra velocidad al ataque, dejaron de pensar en el equipo y buscaron soluciones individuales cuando había otras muchas colectivas en mejor situación. En total, se sucedió un cúmulo de malas decisiones y gestión muy mejorable de la UD en un tramo final en el que pasó un sufrimiento excesivo. Comprensible cuando se trata de un rival como el Villarreal, pero excesivo y hasta incomprensible jugando en superioridad y fallando ocasiones por tomar malas decisiones.
Este artículo se modificó el 18/03/2017 14:55 14:55