La UD Las Palmas fue durante su comparecencia en Anoeta una especie de Doctor Jekyll y Mr. Hyde que llegó a tener dos ocasiones muy claras para poder llevarse el partido a pesar de que sufrió mucho en defensa.
Doble personalidad. Doble ración de UD. Las Palmas no cayó ante la Real Sociedad, que ya es noticia, y sumó un punto que pudieron ser tres o ninguno. La locura se hizo patente en forma de equipo vestido de amarillo sobre el césped de Anoeta y acumuló tramos de partido en los que pudo hacer más daño con otros en los que sólo la falta de puntería de los guipuzcoanos que tuvo más de una ocasión para sentenciar.
El equipo grancanario se manejó bien en las inmediaciones del área de Rulli en las ocasiones en las que la Real se volcó al ataque para buscar la victoria. Con espacios, Las Palmas se aprovechó del desquicie generalizado para tener en su mano una doble ocasión de Loïc Rémy que pudo haber cambiado la historia de este encuentro prácticamente en su totalidad, siendo Rulli el que evitó la victoria amarilla.
No obstante, esa sensación de haber tenido el triunfo a un palmo quedan atrás si se aprecian las facilidades defensivas que concedió la UD. La Real empezó a acumular hombres cerca de los dominios de Raúl y esa tendencia fue, durante un tramo largo del encuentro, constante; Willian José tuvo hasta cuatro ocasiones casi consecutivas en la segunda mitad para poder darle la puntilla al que había sido su equipo años atrás.
De esa manera, la UD sigue manteniendo algunos de sus problemas pero, en esta ocasión, lo hace con un punto más que es una bombona de oxígeno. Dentro de sus buenas acciones ofensivas habría que dejar claro que los grancanarios también pudieron salir goleados y a nadie le habría extrañado. Aun así, el destino fue distinto y la suerte se alió con Pako Ayestarán en un campo muy complicado.
La multitud de personalidades que mostró Las Palmas sobre el césped de Anoeta refleja que todavía no tiene la personalidad suficiente como para conseguir a largo plazo salir de los puestos de descenso. Esta realidad, palpable para muchos, indetectable para otros, demuestra que este punto sirve para sumar, aunque las dudas sobre el rendimiento de los amarillos no se han terminado de despejar todavía.
CRÓNICA | Punto… ¿Y final? (2-2)
Este artículo se modificó el 27/11/2017 13:04 13:04