La Grada Ultranaciente reclamó la presencia de los jugadores una vez terminó el encuentro y éstos respondieron volviendo la terreno de juego tras haber pasado por vestuarios pocos minutos después del pitido final. La comunión entre jugadores y aficionados se dejó notar mucho en el duelo ante los béticos.
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La UD Las Palmas necesitaba una victoria. Pero también necesitaba a su afición. En este inicio de temporada tan errático la grada había sentido más vacío que orgullo, más nostalgia que ilusión, y eso les había llevado a un estado de enfado que no beneficiaba a nadie. No obstante, en el encuentro ante el Betis la unión entre hinchas y jugadores fue clave, dejándose notar desde el propio inicio del choque.
Por ello, tras una victoria sufrida pero que sabe a gloria, la afición pidió a los jugadores que volvieran al campo para acogerles con honores y agradecerles el esfuerzo. La plantilla respondió y regresó para recibir el calor de los suyos tras uno de esos partidos en los que prácticamente todo sale redondo. La plantilla necesitaba cariño y la afición se lo dio.
Este artículo se modificó el 05/12/2017 10:46 10:46