Aunque la UD Las Palmas ha estado acostumbrada al fútbol de salón, el estilo de juego del nuevo proyecto amarillo ya empieza a notarse. Los amarillos salen con 3 puntos del Francisco de la Hera tras ganar un partido bronco, feo y que deja completamente atrás la personalidad de un equipo que busca ganar como sea.
Adiós al tiki-taka. Las Palmas ya no está abonada a la posesión. La filosofía de Manolo Jiménez ha llegado para quedarse. Así lo rubrica la última victoria amarilla y la manera de conseguirla, ya que en Almendralejo los amarillos tuvieron que sufrir mucho para llevarse los tres puntos ante un Extremadura que tuvo sus ocasiones para empatar el partido pero que, finalmente, no pudo superar el buen hacer defensivo de los insulares.
Lo que deja claro este partido es que a la UD sólo le vale ganar y nada más . Esa es su máxima y, aunque ya se podía intuir desde la pretemporada, es en partidos como el de hoy en los que verdaderamente se puede notar la transformación de un equipo que era admirado por muchos por su propuesta futbolística. Con una defensa bien junta y con la concentración por bandera, va a ser muy difícil que Raúl reciba goles este año.
Sin embargo, esto no va a ser suficiente para poder ascender y a Las Palmas le falta un poco más de dominio con el balón. Si bien es cierto que la expulsión de Galarreta perjudicó a los amarillos a la hora de salir al contragolpe, pero también es cierto que este tipo de partidos son los que, a la larga, suelen servir para lograr el objetivo marcado. Visto de esa forma, se puede pensar en un vaso medio lleno en vez de medio vacío.
Lo que está claro es que los grancanarios son un muro de cemento armado con el que van formalizando su cartel para ser candidato al ascenso, aunque todavía le queda por pulir aspectos ofensivos claves. Sufrir de esta manera, no es nada bueno para la salud.
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Este artículo se modificó el 17/09/2018 16:26 16:26