Una pieza básica

David Timor está demostrando partido tras partido que la insistencia de la UD en ficharle y la expectación que creó su llegada no fueron casualidad. El valenciano ha demostrado su capacidad de mandar en el centro del campo y su liderazgo. 

Gladiador de las arenas. Estilista del balón. David Timor se está convirtiendo en uno de los jugadores más importantes de la plantilla de esta UD y su peso dentro del sistema Manolo Jiménez ya es prácticamente esencial. Quizás, estas cuestiones no lleguen a sorprender a todo el mundo dado que el valenciano es un jugador de Primera División y venía de jugar en un Girona que sorprendió el curso pasado, pero hasta que no ha podido pisar el césped no se termina de comprobar con exactitud todo lo bueno que ves.

En poco tiempo en la isla, ha dejado claro que es un comandante capaz de ayudar a sus compañeros para que estén preparados a la hora de defender. También cumple con una función de bolla para los centrales a la hora de sacar el balón desde atrás, ofreciendo distintas líneas de pase. Por otro lado, ocupa las posiciones que pueden dejar los zagueros cuando se van al ataque, aunque una de sus especialidades es ganar todos y cada uno de los duelos tanto aéreos como a ras de suelo que se le presenten delante.

Rapídisimo al corte, Timor deja claro que es un seguro de vida en todos los sentidos así como un futbolista que se prodiga en el ataque. Lo tiene todo. Por ese motivo, ya es una pieza básica para Las Palmas y va a ser un jugador casi insustituible por lo que ofrece cada vez que salta al verde, una cuestión que deja patentes en actuaciones casi perfectas como la de ayer ante el Málaga, donde se impuso con un poderío espectacular.

Día a día, su figura se hace más y más grande. Llegó generando mucha ilusión y ha sido capaz de jugar como un auténtico galáctico para la categoría. Y, precisamente por eso, Toni Otero decidió esperarle hasta el último momento.

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