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Solo con la pegada no se asciende

Empate ante el líder de la categoría con sabor a derrota. Los grancanarios volvieron a fallar en los últimos minutos y dos puntos que vuelven a volar. Las Palmas se agarró una vez más a detalles individuales y una vez más no fue suficiente.

Las Palmas salió al terreno de juego con la idea de tener un planteamiento algo más ofensivo con Tana y Blum en el once titular. Pero ni con esas se pudo generar combinaciones largas que crearan peligro en la portería defendida por Rui Silva. Los amarillos tuvieron más el balón en la primera parte, pero en posiciones muy lejanas, Tana una vez más era el único que combinaba con sus compañeros en dirección a la portería rival.

Cuando se llegaba al final de una primera parte en la que las ocasiones más claras habían sido para el conjunto visitante, llegó el gol de los amarillos. Araujo disparaba a puerta y Rubén Castro metía el pie para desviar lo justo para que Rui Silva no pudiese detenerla. Las Palmas se adelantaba en el marcador con su segundo disparo entre los tres palos en cuarenta y tres minutos.

El fútbol haría justicia a lo visto en la primera parte con un tempranero gol de los granadinos a balón parado, y es que, vivir de los destellos de calidad individuales tiene estas cosas, que si te encuentras frente un rival que juega bien en conjunto, pues te hacen daño. Sin embargo, Araujo aparecía a doce minutos del final para volver a colocar al conjunto insular por delante.

Pero a Primera División no se accede solo con destellos individuales y el Granada aprovechó un fallo de la zaga amarilla para colocar el empate en los últimos instantes de partido. Raúl había parado anteriormente un penalti, que finalmente se convirtió en anécdota con el empate del Granada. Se escapan dos puntos del Estadio de Gran Canaria ante un Granada que no es superior a Las Palmas, pero que sí es más equipo.

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Este artículo se modificó el 18/11/2018 10:35 10:35