La UD Las Palmas está obligada a sumar puntos de forma urgente antes de ese parón navideño para no seguir perdiendo de vista los dos puestos de ascenso directo. El cambio de técnico obliga a los jugadores a adaptarse a las nuevas consignas, pero tienen que responder a las expectativas.
Cuatro partidos y doce puntos. Una escalada hacia la cima. La UD Las Palmas está ahora mismo tocada. Las sensaciones que está dejando sobre el campo y la mala imagen dada el pasado sábado en Cádiz ponen de manifiesto que este barco no está navegando hacia el rumbo adecuado. No obstante, hay tiempo suficiente para poder cambiar esta dinámica y la «leche» que se pegaron los amarillos en el Carranza debe de ser un estímulo para hacer de este mes de diciembre un empujón hacia arriba.
En ese sentido, de aquí hasta el parón de Navidad hay que empezar a sumar cuanto antes para tomar con un poco más de calma ese periodo vacacional. La tranquilidad de tener los deberes hechos es un lujo que los insulares deben intentar conseguir como sea en los próximos cuatro partidos, incluyendo el acabar con esos malos partidos que están cuajando lejos del calor y el cobijo del Estadio de Gran Canaria.
Oviedo y Tenerife en casa, más Lugo y Córdoba fuera, serán las piedras que tendrá que sortear la UD en su camino hasta el parón navideño en busca del perdón y de no acabar recibiendo carbón. No son duelos ni campos sencillos, pero ya viene siendo hora de que los jugadores den un paso al frente para sacar esta situación adelante, un aspecto en el que Herrera debe mediar para dar con el equipo que más le pueda ayudar a levantar un proyecto que está deprimido mentalmente.
Además del aspecto psicológico que tan mal le está sentando a los amarillos, el pasado sábado el entrenador catalán jugó a ser Manolo Jiménez apostando por casi los mismos hombres que el sevillano y erró. Quizás, la falta de información le pasó factura y ahora, con más tiempo al frente del equipo, se puedan buscar alternativas con las que encontrar el camino adecuado. Y aunque no hay demasiado tiempo para probaturas, tampoco hay mucho tiempo que se pueda perder.
Sin llegar a ser determinantes, estos cuatro partidos antes de la llegada de los turrones sí que son claves para el devenir más próximo de Las Palmas. Las necesidades y las urgencias están ahí, siendo palpables por el esfuerzo realizado este verano para crear el proyecto deportivo de esta temporada, por lo que no queda otra que empezar a ganar ya. Una remontada antes de Navidad daría la serenidad justa para afrontar el resto del curso con otra cara y con más confianza.
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Este artículo se modificó el 29/11/2018 15:08 15:08