Si Lobera tomaría ejemplo de Marcelino que ascendió a Villarreal copió el texto de MARCA cuando ellos ascendieron a Primera.
La varita mágica de la exigencia.
Por Julia del Mar Cortezón.

Los equipos de Marcelino saben a lo que juegan, ya que el técnico asturiano tiene muy claras sus ideas. Vive por y para el fútbol. Es el perfil de entrenador entregado, que participa mucho tanto en los entrenamientos como en los partidos.
Trabajo, sinceridad, mentalización, humildad, unión, solidaridad y trabajo en grupo son las claves que utiliza Marcelino para sacar el máximo rendimiento del jugador y del grupo. Un técnico que siempre da soluciones a sus futbolistas y, por ello, éstos se sienten seguros con él. Y es que el técnico conoce, o por lo menos intenta conocer, perfectamente a sus jugadores en todas sus facetas para sacar lo mejor de ellos.
Marcelino exige el máximo a sus pupilos, pero les hace fácil, dinámico y entretenido el trabajo. Eso sí, la palabra relajación no existe en su diccionario futbolístico y no deja nada a la improvisación. El asturiano, junto a su grupo de trabajo (Uría e Ismael) estudia al rival, lo analiza y lo desmenuza para dar a sus pupilos cuatro pinceladas de lo que se van a encontrar sobre el césped.
La llegada de Marcelino García Toral al banquillo amarillo coincidió con la gran remontada del 'submarino' y, ahora, todos ven al técnico asturiano como uno de los héroes del ascenso.
Las cinco claves del éxito de Marcelino.
1. Virtudes de su equipo
Con las virtudes de su equipo y los defectos del rival prepara los partidos para sacar el mejor juego y resultado. Es muy meticuloso.
2. Con la verdad por delante
Siempre dice la verdad a los suyos, aunque duela. Trabaja con todos los componentes de su equipo por igual y, por ello, nadie sabe el once que sacará el fin de semana. Tiene a los jugadores mentalizados.
3. Un vestuario dialogante
A Marcelino le gusta escuchar a los suyos, hablar con ellos y comentar diferentes puntos de vista.Y si es con una sonrisa... mejor. No quedarse con nada dentro.
4. Marca al jugador, pero sin agobios
Siempre está encima del jugador. Es un 'pesado', pero sin agobiar. Al futbolista le da todo mascado y quiere que tenga muy claras las ideas. Confianza y seguridad.
5. El césped es sagrado
Si cuida a sus jugadores, con el mismo mimo y cariño lo hace con el césped. El lugar de trabajo es sagrado y hay que cuidarlo. Es lo más importante.
http://www.marca.com/reportajes/2013/06 ... 56427.html