El futuro de Rivero y el del «Tete»
arturo trujillo@abc_canarias
Día 09/04/2014 - 11.07h
Paulino ama al CD Tenerife y este necesita un gestor con la experiencia que él puede ofrecerle en todos los órdenes
Había oído algo, pero no le presté la debida atención hasta que la semana pasada lo contaba José Carlos Marrero en su «Cotarro» dominical del Diario de Avisos. Y hasta que, hace unos días, me lo insinuaba un amigo muy cercano al círculo más próximo del presidente del CD Tenerife, Miguel Concepción: si Paulino Rivero no se presenta a la reelección en 2015, a finales de ese mismo año podría anunciar su candidatura para presidir el consejo de administración del representativo tinerfeño.
Desde mi particular opinión, la idea me gusta. Porque Rivero podría ser el presidente que el «Tete» necesita en estos momentos. Reúne las condiciones que podrían exigírsele a cualquier dirigente del fútbol nacional. Y no es una boutade. Lo digo en serio y, además, lo puedo razonar. En primer lugar, porque creo que a Rivero se le termina su tiempo en política. Y él lo sabe. Ya no tiene los apoyos suficientes para pelear por convertirse en candidato.
Al menos eso es lo que dicen sus propios conmilitones que le achacan el que haya comenzado a producirse una galopante desafección de votantes de la coalición. Desafección que coincide con ciertas posiciones insinuantes adoptadas por dirigentes nacionalistas de peso, como Manuel Hermoso o Marcial Morales, en el sentido de que abandone la pelea por la nominación. Y en segundo lugar, porque creo que Rivero ama al CD Tenerife y que este necesita un gestor con la experiencia que él puede ofrecerle en todos los órdenes.
Su cansancio político, como consecuencia de tantas batallas libradas a lo largo de su dilatada vida política, es comprensible. Por eso no debe extrañarnos que esté pensando en darle un giro copernicano a su actividad. Algo que no solamente es lícito sino además, un ejercicio de cordura y sentido común.
Conoce bien el mundillo del fútbol. Y no solo como espectador, sino como practicante en su juventud. Soy testigo de excepción en algunos encuentros que nuestro común amigo Carlos Abreu organizaba en el pequeño campo de la urbanización de Ten-Bel, en el sur de Tenerife, para «enfrentar» a periodistas y políticos. Y si además, como parece, tiene mucha ilusión por conseguir el retorno del CD Tenerife a la «liga de las estrellas», aún me reafirmo más en mi apoyo a su decisión.
Solo hay una cuestión que podría plantear algún problema: el interés del exfutbolista Pier por la presidencia. No sé si el hispano-italiano cuenta con las acciones suficientes. Parece que Concepción tiene decidido poner las suyas, que son mayoría, al servicio de Rivero. Y si es así, estarían obligados a un «entente cordiale» para cerrar una candidatura unitaria en la que el exfutbolista podría hacerse con la vicepresidencia deportiva. Un acuerdo que sería muy positivo para la entidad que, en definitiva, es la que debe prevalecer sobre cualquier otra cuestión.
http://www.abc.es/local-canarias/201404 ... 91041.html
De la butaca de la poltrona del Gobierno de Canarias a la del CDTfe. No es nadie er Paulino.
Presidente de Canarias por ocho años sin haber ganado nunca unas elecciones y además con solo el voto del 5% de los grancanarios (más del 40% de la población canaria en total).