Aday escribió:Bochornoso todo lo que ha ocurrido. La falta de profesionalidad de muchos jugadores ha quedado demostrada. Espero que todos aquellos que pedían pruebas cuando alguien advertía de la vida que llevaban muchos futbolistas de plantilla, no sigan mirando para otro lado. Está corriendo como la pólvora por whatsapp fotos de muchos jugadores, incluso de Viera, que estaba lesionado para terminar el partido, pero no para salir de fiesta. Me da igual que sea la Cabalgata o el Mogollón. La fiesta es la misma. El que quiera pruebas sólo va a tener que mirar a la cara a Nauzet y sus 19 puntos de sutura de aquí en adelante.
A todo esto jugamos el viernes un partido a vida o muerte sin margen de error, con varios jugadores de la plantilla que no podrán entrenar durante la semana con normalidad, debido a estos excesos. Ya era lo que nos faltaba por ver, encima, en el tramo más importante de la temporada. Ya era hora que estas juergas, vicios y peleas, saltaran a los medios y tuvieran la repercusión que merecen, a ver si así el club toma las medidas necesarias que muchos venimos pidiendo desde hace años. La presión de los medios y la opinión pública va en aumento con este tema. Porque hasta ahora el club ha sido cómplice de todo esto. Llevan mucho tiempo tapando borracheras y vicios. Intentando que nada esto saliera a la luz y mirando para otro lado, en lugar de ponerle freno.
Espero que el descenso sirva para hacer limpia y mandar a mudar a toda esta gentuza, a estos coyotes, fuera de la UD Las Palmas. Que sirva para hacer limpia de la buena. Llevamos mucho tiempo llenos de mierda.
La eterna limpia.
Mientras siga mandando el culpable de todo esto la limpia no llegará jamás. Y eso lo sabemos todos.
Si un jugador protagoniza un hecho al que Nau o Araujo nos tienen tan acostumbrados, la culpa es del jugador. Pero si éste es un reincidente la culpa es ya del señor presidente, que en lugar de aplicar disciplina y actuar con profesionalidad, lo único que hace es mirar para otro lado, hacer que la prensa no saque estas cosas, y en definitiva proteger a sus niños. Ocultar y mimar, esa es la receta de Miguel Ángel Ramírez.
Pero con esa receta lo único que consigues es que la cosa vaya a más. Y así va todo.