GTRMinerva escribió:Heraklitos escribió:La Lengua o incluso el Acento, la Historia o el simple Clima. Es cierto que la postura inteligente está al alcance de toda la gente inteligente, pero no son mayoría en el planeta. Desgraciadamente la intolerancia mueve el mundo. Es triste pero claro para quien haya podido averiguar cómo se percibe a los españoles en Alemania e Inglaterra, o prácticamente a todo extranjero en los EEUU, África, Japón... Uno mismo puede sanamente excluirse de cualquier "etnia" o grupo humano pero estamos a años luz de que los demás nos dejen de percibir como parte de un grupo humano distinto al suyo.
Antes todo esto me parecía ridículo, porque lo es. Ahora considero que la construcción de una Dignidad Identitaria es la única vía para un entendimiento entre culturas diferentes. Lo fisiológico no condiciona lo más mínimo la desaparición de una "etnia", únicamente
se extingue la conciencia de serlo.
A ver, quizá llevamos al extremo algunos conceptos antropológicos de forma errónea. Los canarios podemos ser considerados un grupo étnico, pero no somos una sociedad independiente, desde el punto de vista cultural, ni del resto de la gran variedad de grupos étnicos hispanos ni de cualquier otro grupo poblacional del mundo occidental.
Obviamente, los habitantes de canarias tenemos una definición cultural concreta. No somos una especie de holograma cultural vacío. Los canarios formamos una comunidad cultural con contenido propio, como dices, el acento forma parte de nuestros rasgos y por supuesto, para mi todos esos rasgos tienen mucho valor, porque permiten la construcción de la propia identidad personal y colectiva. Cosa que no implica que dicha identidad deba erigirse en arma política.
La cuestión, al final, es
qué categoría y qué significancia tiene políticamente los hechos colectivos típicamente canarios. Qué relevancia puede o debe tener el hecho de formar un grupo cultural distinto a otros grupos culturales.
Respondiendo, parto de que es erróneo plantear que las decisiones políticas deben tomarse con fundamento en lo étnico. ¿Por qué digo que es erróneo basar una teoría política en elementos étnicos y diferenciadores? Primero, porque creo que la organización política debe basarse en elementos universalizables, en principios y fundamentos morales que puedan ser comunes a todos, seamos o no canarios.
Más allá de eso, que me parece básico, esa colectividad, ese grupo étnico es tan difuso respecto al resto de grupos étnicos, no solo hispanos, sino, de prácticamente cualquier parte del mundo, que es absurdo plantear que el gobierno, la política, deba tener como base un elemento étnico en una sociedad tan homogeneizada con cualquier otra. La sociedad es prácticamente la misma aquí que en Francia, por ejemplo. Existe el mismo paradigma social, formamos parte de una misma civilización, si queremos llamarlo de alguna manera. En la provincia de Bretaña, en Francia, hay una población sociopolíticamente idéntica a la canaria. La UD Las Palmas, equipo de fútbol, forma parte de la identidad de muchas personas, como elemento definitorio de lo canario.
Además, las formas que se proponen desde el independentismo nunca son típicamente locales. Es decir, nadie propone la organización bajo guanartematos, o algo así, sino la construcción de estados, federaciones, etcétera, que ya existen y son producto de la cultura global, o cultura occidental ¿para qué vamos a independizarnos si nos vamos a organizar de la misma forma que ya estamos actualmente?
Por otro lado, y para rizar aún más el rizo al que nos lleva el ideario independentista, no existe una comunidad cerrada en Canarias. En Canarias hay una diversidad cultural tal que cualquiera de las islas podría definirse a sí misma como independiente, culturalmente, del resto (utilizando los mismos argumentos que se utilizan en el independentismo canario) y entonces, bajo el principio que basa la organización política en las diferencias culturales, reclamar una organización política independiente. Esto no tiene mucho sentido, en mi opinión, es una paradoja del independentismo canario y de los movimientos nacionalistas en general.
El Derecho a la Autodeterminación de los Pueblos es, como otros muchos de los derechos reconocidos, un principio Trampa, como el derecho a votar en unas elecciones, o el derecho al trabajo. Así como el trabajo es una obligación y no un derecho y el voto es una herramienta de toma de decisiones entre muchas otras más válidas y legítimas, la autodeterminación de un pueblo es solo una entre muchas otras opciones de organización política.