Dentro de lo que cabe, se puede considerar una rivalidad sana. Sobre todo a nivel de clubes, jugadores y directivas, de las cuales muchas veces tendríamos que tomar ejemplo los aficionados.
Eso va por épocas... yo a mediados de los 90, sin embargo, percibía bastante más odio de los amarillos hacia nosotros, que viceversa. Recuerdo ver a la UD ovacionada en el Heliodoro el día de la eliminación de Copa... no veo yo el "odio" en esos aplausos...Al Tenerife. Porque era mi segundo equipo hasta que me fui a vivir a Tenerife y después de ver el odio que nos tenían, ahora yo les odio más.
Supongo que es lo que pasa cuando unos están arriba y otros abajo, que el de abajo siente más "rabia" por su situación. Igual que en Cataluña con el Espanyol y el Barça... los pericos odian a muerte a los culés, mientras que éstos tienen más una actitud de "pasar de ellos".

