Una mujer de 30 años y vecina de la localidad de Sardina del Sur, en Santa Lucía de Tirajana, se incorporó ayer a la lista negra de víctimas de violencia doméstica al recibir las 16 puñaladas que le asestó su ex marido, cuando recogía a los dos hijos de la pareja en el domicilio del agresor.
La joven de 30 años, Antonia Soledad G.M., vecina de Sardina del Sur, en el municipio grancanario de Santa Lucía de Tirajana, había dejado ayer por la mañana a sus dos hijos de corta edad a cargo de su ex marido, como había hecho en muchas ocasiones hasta este momento. Sin embargo, la historia de esta pareja rota iba a dar un trágico giro varias horas después.
Alrededor de las 20.30 horas de la noche, la muchacha se acercó con su vehículo al domicilio de su ex pareja, situado en la calle Orilla Baja, número 17, con la intención de recoger a los pequeños. Por motivos que al cierre de esta edición no habían trascendido, el hombre se acercó hasta el coche y, pertrechado con un arma blanca, le asestó entre 12 y 16 puñaladas en el tronco y extremidades mientras ella se encontraba en el interior del vehículo.
Poco después, una hermana del agresor comentó que éste había intentado suicidarse inyectándose cuatro unidades de insulina rápida para, acto seguido, desaparecer sin dejar rastro.
Mientras tanto, la herida fue trasladada al centro de salud de la localidad, desde la que una ambulancia medicalizada del Servicio de Emergencias del Gobierno de Canarias 112, la trasladó al Hospital Insular de la capital grancanaria.
Fuentes de este servicio indicaron que la víctima presentaba múltiples heridas de arma blanca, fundamentalmente en el tronco, además de algunas más en las extremidades, aunque no eran demasiado profundas. El pronóstico era de menos grave, salvo que se produjeran complicaciones.
Mientras tanto, efectivos de la Guardia Civil realizaban anoche un exhaustivo rastreo por los alrededores del domicilio en el que se produjo el ataque, con el fin de hallar al supuesto agresor, del que se desconocía en qué condiciones se podía encontrar, habida cuenta de que se había inyectado las cuatro unidades de insulina.
Al cierre de esta edición, este individuo no había sido hallado todavía.
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que se pudra en el infierno
