El mundo del fútbol está lleno de manías y de supersticiones. Entrenadores y jugadores tienen sus rituales antes de saltar al campo o incluso una vez en él y si les funcionan, ¿por qué cambiarlas?
Un hábito muy extendido entre los futbolistas es el de pisar siempre el terreno de juego con el pie derecho. Los creyentes se encomiendan a las alturas y luego están los amuletos, sin los que alguno se siente perdido.
Lopera, por ejemplo, no se separa de su estampita del Cristo del Gran Poder y la besa antes de los partidos y cuando marca el Betis.
También reza antes de los partidos Samuel Etoo. Pero entre sus compañeros encontramos muchas manías. Ronaldinho es siempre el último en salir del autobús y al campo, Víctor Valdés no pisa nunca las líneas del terreno de juego y Puyol llama a su novia justo antes de la charla técnica que les da Rijkaard antes de cada encuentro.
Pero hay más. Cañizares siempre lleva una toalla roja que deja detrás de la portería. En una ocasión se la robaron y el rebote del guardameta del Valencia fue monumental.
Entre los técnicos, lo más común para aliviar tensiones es comer pipas, tomar chupa-chups y, por supuesto, mascar chicle en el banquillo como 'Jabo' Irureta.
¿Sabías que...?
Estamos acostumbrados a hablar y a leer en las crónicas expresiones como "merengues", "culés" o "indios", pero ¿sabes por qué se les llama así? Los primeros, evidentemente, hacen referencia al color blanco de la equipación del Real Madrid.
Sin embargo, los aficionados a este equipo también son conocidos como "vikingos". Este apelativo se lo pusieron sus vecinos del Manzanares en la década de los 70, ya que por entonces el Madrid fichó a varios futbolistas del norte de Europa como Netzer, Breitner y Jensen. Bueno, por eso, y porque dada la rivalidad entre ambos equipos, el asunto de los cuernos resultaba muy socorrido.
El equipo blanco tampoco se fue de rositas. El Atlético en la misma época fichó a varios futbolistas sudamericanos (Ovejero, Ayala o Panadero Díaz) y los "merengues" empezaron a llamar a sus rivales "indios". Está claro que la rivalidad viene de atrás.
Por último, a los aficionados al Barcelona se les conoce como "culés" del catalán culers. Se les llama así porque el primer campo de fútbol del equipo azulgrana no tenía gradas y los que acudían a ver los partidos se sentaban en lo alto del muro que rodeaba el campo, de forma que la gente que pasaba por la calle veía desde fuera una fila de culos, de ahí culers y su derivación a culés.
Curiosas manías
- Amarillo forever
- Directivo de la entidad

- Mensajes: 3619
- Registrado: Mié Jun 21, 2006 6:50 pm
- Ubicación: GRANNN Canaria
- siete_estrellas_verdes
- Presidente del Club

- Mensajes: 13878
- Registrado: Vie Mar 05, 2004 9:25 pm
- Ubicación: Mi Playa de Las Canteras