Yo ya he manifestado que falta de experiencia a este equipo no se le puede atribuir como propuse con la alineación contra el Numancia, incluso PET ha ratificado con números. Lo que si parece es que hay algunos que no está en este momento en las mejores condiciones, y no se si algunos está presente en cuerpo y alma en el equipo. Por otra parte, se enfrentan con un nuevo sistema de juego, con un nuevo entrenador que en mi opinión es lo que más a cambiado. Nuestra pretemporada está comenzado ahora, con los 10 primeros partidos (por decir una cifra), a partir de ahí, la paciencia puede que se convierta en exigencia. También he señalado que el objetivo de UD es salvar la categoría, aunque no se diga abiertamente, especialmente por marketing. Eso no significa que en la medida que se cumpla ese objetivo es empiece a mirar más arriba.
Paciencia vamos a tener y, que remedio, la hemos tenidos con otros que quizás no merecieran tanto. También con los jugadores, pero ellos son los primeros en reconocer abiertamente que son los principales culpables y yo añadiría, por supuesto al entrenador que es que los elige para jugar. No es fácil hablar sin equivocarnos cuando sólo observamos parte de la realidad del equipo. Nosotros sólo podemos ver lo que es manifiestamente público (partidos) y lo que se nos comenta por los medios de comunicación. Con tales argumentos construimos nuestra realidad del equipo, acertada o desacertada.
En este foro, he visto que se critica la crítica, lo cual es muy curioso. La espontaneidad con la que se expresa el público en un campo creo que vale más que un referendum. Cuando el público grita, con los argumentos que se exponen, objetiva o no objetivamente, está declarando sus intenciones (ironicamente no les puede mandar un e-mail al entrenador, jugadores y arbitro). No creo que sea motivo de vergüenza, si de acuerdo o desacuerdo. Si un sector chilla y la mayoría que no esté de acuerdo que aplauda, es la democracia. No podemos seleccionar a los espectadores que sean fieles a ultraza a la UD, no podemos dejar que opinen con sus argumentos, los se reflejan en el campo. Quizás cuando chilla a un jugador es porque creen que puede hacerlo mejor y en el fondo es una crítica al entrenador que no lo cambia. En el caso de Orlando, está en un puesto de un auténtico especialista y clave para el equipo, ya que no puede tener fallos (al resto del equipos se le permiten muchos). Si el portero no ha estado acertado, el entrenador debe decidir si cambiarlos en el partido o el próximo a disputar, máxime cuando el lo reconoce. Aunque en un grupo, el equipo es lo importante, hay que ser justo en los argumentos para establecer que jugadores juegan y cuales no. ¿Qué pensará Cicovic o Nauzet sobre el no jugar?¿su forma es peor que la de Orlando? o ¿qué pensará que habrán hecho Tomás, José Antonio o Aday para salir del equipo? ¿no se ha utilizado el mismo rasero?. El entrenador no ha entrado a valorar esos argumentos que son técnicos, respetable opinión, pero que tampoco valores que el campo es grande o pequeño o el cesped o el arbitro (caso aparte) o el alumbrado o el público o etc, ya que este es el mismo para los dos equipos.
El público juzga siempre, acertada o desarcertadamente, a sus jugadores, al arbitro y a los dirigentes. La exigencia no va peleada con premiar el buen trabajo. Recordemos las grandes ovaciones contra el Oviedo (promoción) y contra El Logroñes (con gran goleada encontra).