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'Paco el Pocero', ¿un currante hecho a sí mismo o el rey del pelotazo inmobiliario?
MADRID.- Francisco Hernando, más conocido como 'Paco el Pocero', ha pasado de desatascar las alcantarillas de Madrid a levantar la urbanización más grande de España. ¿Quién es este hombre que al mismo tiempo que reconoce que no ha leído un libro en su vida presume de poseer el yate más grande de España? ¿Un currante hecho a sí mismo o el exponente más exagerado del pelotazo inmobiliario?
Este madrileño de 57 años se crió en infraviviendas del barrio de Tetuán, y se buscó la vida como pudo desde su más tierna infancia rebuscando en la basura cosas que revender y como repartidor de una carnicería. Nada de estudios. "Cómo voy a tener estudios si lo primero que tenía que hacer era sobrevivir!" explica Hernando, que reconoce que no ha leído nunca un libro y apenas sabe escribir.
Con 14 años puso por primera vez el pie en la industria que lo haría multimillonario al ser contratado por la constructora Urbis para llenar los cántaros de agua que saciaban la sed de los obreros que construían lo que hoy es el barrio madrileño de Moratalaz. De ahí pasó a sacar la tierra que generaba la construcción de alcantarillas, una tarea que le daría el apodo con el que hoy se le conoce.
Desde las entrañas inmundas de la capital, Hernando fue escalando puestos en el sector de la construcción: levantó un edificio de ocho plantas en Vallecas, un centro comercial, un polígono industrial... Ladrillo a ladrillo hasta convertirse en lo que es hoy, un magnate de las grúas, al que incluso se le concedió la Medalla de Plata del Mérito al Trabajo.
En estas tres décadas de ascensión, Hernando se ha aficionado a lo grande. Le gusta presumir en público y en privado de que posee el yate más grande con bandera española. Su embarcación, de 46 metros de eslora, es más grande que la de Florentino Pérez o que la del mismísimo Fortuna de la Casa Real. Ahora, quiere levantar la urbanización más grande de España, una futura ciudad de 50.000 habitantes que llevará su nombre, Residencial Francisco Hernando.
Su esposa, Clara Audena, ha pasado de ser costurera en Cortefiel a pasearse por la cubierta del lujoso yate de su marido y volar en la flota privada más grande del país, la suya.
Uno de los últimos caprichos de este hombre, del que dicen se ha aficionado a untar caviar iraní en pan de molde, es hacerse con el elitista puerto mallorquín de Portals.
Dice 'el Pocero' que si no trabaja se muere, pero para seguir colocando ladrillos deberá vérselas primero con la Fiscalía Anticorrupción, que lo investiga por irregularidades en sus negocios, y deberá lograr las licencias que el alcalde de Seseña le niega para seguir con su megaurbanización toledana hasta que no asegure el abastecimiento de agua y electricidad de las 13.508 viviendas que proyecta.
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