Esto es algo que he escrito pensando en nuestros queridos amigos periodistas, y weno como me ha gustado, poz lo pongo aquí.
Críticas como el ácido…
Crítico, una faceta de mi vida,
persona que protege a otras de las más duras embestidas,
persona que nunca está a la defensiva,
porque para defenderme siempre tengo mi crítica.
Mi crítica, a veces tan satírica,
marchita cuantas flores se necesitan para adornar con dura lírica,
el marco de mi cuadro en el que pinto demonios y dragones,
protegiendo un libro con mis más duras lecciones.
Ataco sin piedad y sin ninguna pena,
a aquellos que se escudan en una pluma con la que folios rellenan,
no es mi culpa si sus palabras no me llenan,
pues son mentiras entre líneas a las que nos llevan.
Mi crítica a algo conlleva,
a no leer nada sin antes darle condena,
pues se que en todas las cenas,
hay un Judas que a todos nos la pega.
Mi crítica, a veces tan satírica,
marchita cuantas flores se necesitan para adornar con dura lírica,
el marco de mi cuadro en el que pinto demonios y dragones,
protegiendo un libro con mis más duras lecciones.
Cuando la crítica se convierte en un cristal,
y se empaña con suma facilidad,
quiere decir por activa y por pasiva,
que la oración analizada es una mentira.
De falacias yo también puedo hablar,
escondo mi nombre tras una editorial,
y limpio mi empañado cristal para ocultar la verdad,
pero antes de editar lo pienso…
soy mas profesional que todos los periodistas y no los acepto.
Mi crítica, a veces tan satírica,
marchita cuantas flores se necesitan para adornar con dura lírica,
el marco de mi cuadro en el que pinto demonios y dragones,
protegiendo un libro con mis más duras lecciones.
PD: Quien se sienta ofendido (a los periodistas) que recapacite sobre lo que escribe.
