Esta tarde pude ver el Uruguay - Chile que finalizó 2 a 2 con goles de "Loco" Abreu y Luis Suárez por parte charrúa, y del Gran Matador Salas por parte transandina.
El partido comenzó muy embarullado y con muchas imprecisiones en la transición de la pelota desde al defensa al ataque por ambos equipos, por una parte el Cebolla Rguez no sabía canalizar el juego charrúa por lo que la zaga local abusaba del pelotazo largo para que la bajara Abreu y se buscara la 2ª jjugada, y por la parte chilena, se tenía más posesión de la pelota e intentaba n realizar un juego más elaborado, pero no se lograba, entre otros motivos por la intermitencia en esta primera parte de Matía Fdez.
Aún así, Bravo tuvo varias intervenciones de mérito ante Abreu, Rodriguez Y Súarez desbaratando toda posibilidad de grito de gol local. Pero esto era un mero espejismo, porque ya mediada la 2ª parte la Roja estaba llevando el peso del partido, y Uruguay se encontraba agazapada e intentaba dar zarpazos a la contra, Chile por su parte tuvo algunas ocasiones en las botas de Matigol, Salas y Suazo pero no supo definir. Y en una de esas contras uruguayas, a falta de 4 minutos para el descanso, el habilidoso delantero del Ajax Luis Suárez de un tiro cruzado puso por delante a los locales. Se llegaba al descanso con un 1-0 no del todo justo y muy engañoso.
La 2ª parte el partido ganó en calidad, y por mérito de Chile, que dispuso sobre el verde, y magnífico, césped del estadio Centenario de un fútbol de alta escuala, prolijo en la elaboración y que realmente generaba grandes cantidades de ocasiones de gol. Y en una de esas, emergió como antaño, en las tardes de gloria, la figura del Matador Salas. Con su corazón mapuche y el grito de Temuco a su espalda, dar la vuelta al marcador, primero con un gol de raza, valentía y posteriormente con un penati (sufrido por Matigol) que lanzó con la frialdad que sólo los elegidos saben lanzar. El EStadio Centenario era una de las canchas donde un mito debe resurgir, y Salas no desaprovechó la ocasión.
En Montevideo, por esos momentos no se oía otros cantitos que no fueran el
"¡¡¡ Chi, Chi, Chi, Le Le Le Viva Chile Olé !!! ". El seleccionado de Bielsa tenía el partido bajo control y Uruguay no sabía como llegar al área de Bravo que no fuera con un pelota lanzada desde la frontal de su área. Muy oscura se estaba poniendo la tarde para los de Oscar Washintong Tábarez cuando el esfuerzo físico que sufrieron los visitantes comenzó a dar muestras de debilidad defensiva y de congestión en la elaboración de jugadas de ataques, en ese momento, y sólo entonces, Uruguay vio que ante el desfallecimiento del rival podía tener una oportunidad para empatar, y quien sabe, de ganar finalmente el partido. Los últimos 20 minutos fueron un ataque constante de la selección charrúa que finalmente a falta de 9 minutos empató por medio del Loco Abreu gracias a "un pase de la muerte" tras una excelente jugada en ataque de los locales.
Los últimos minutos del partido fueron un incesante intercambio de golpes entre 2 equipos que se defendía como gato panza arriba y que a la contra intentaban, ya falto de fuerzas, lograr un gol que ya no llegaría.
En resumen un excelente partido, en el que Chile puso mejor fútbol, y quizás se mereciera algo más, y en el que Uruguay evidenció una carencia de materia gris en su centro del campo para crear juego ofensivo. Aún así, la ausencia de Forlán por la parte local se notó y mucho.


