
Cuando se acerca el tercer mes de débito, el central del CD San Isidro explota. Cree que la situación es "insostenible" y que los rectores "no han dado la cara".
La situación económica por la que atraviesa el CD Raqui San Isidro es bien preocupante. El próximo viernes acabará febrero y serán tres meses la deuda del club con sus profesionales. La solución parece lejana, la directiva anuncia su dimisión para el 11 de marzo y la plantilla, que se siente abandonada, protestará públicamente la próxima semana. El cómo aún lo estudian.
Muchos de estos jugadores viven sólo del fútbol. Se les hizo profesionales al principio de temporada y si se les deja de pagar, lo pasan pero que muy mal. Uno de estos futbolistas es el defensa José Antonio Almenara. No aguanta más la situación y ha explotado.
-¿Cómo se encuentra?
-Pues bastante mal. Se van a cumplir tres meses sin cobrar y no tengo dinero ni para echar gasolina al coche para venir a los entrenamientos. Esto debe cambiar; o nos pagan o habrá que buscar alguna fórmula. No podemos trabajar en ningún lado, ya que entrenamos por la mañana. La situación es insostenible. Tenemos que pagar hipotecas, coches y dar de comer a las familias. Me da rabia que hablen de peseteros personas que no saben de esto. Sólo creo que deberían pensar lo que ocurre cuando no cobras en tres meses, pues ésa es nuestra situación.
-¿No ve vías de solución?
-En la plantilla hay preocupación, ¿qué vías de solución se pueden ver cuando la directiva anuncia que dimitirá en marzo? Yo creo que con nosotros no se ha dado la cara, no hay nadie que esté cerca de los futbolistas y que, por lo menos, dé palabras de ánimo.
-¿Usted que hará?
-Yo quiero dar todo por la salvación del equipo, pero hay muchos peros que te preocupan y no podemos estar metidos completamente, aunque cuando pisas el campo te olvidas de todo. Una solución sería, por ejemplo, empezar a entrenar por las tardes, para buscarnos el guiso en un trabajo por las mañanas.
-¿La salvación está difícil?
-Mientras hay vida hay esperanza. El equipo necesita animarse, creer que tiene capacidad para salir. También precisa del apoyo del público y de una directiva que esté cerca de nosotros y que nos diga cómo está la situación. Al menos, podríamos tener apoyo moral.
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