Los teníamos por todas las esquinas, llenos de alegría y de calidad de vida. Sin riqueza pero con un bienestar de la ostia. Nos confesábamos o simplemente íbamos apagar nuestra sed. Un sitio para conversar. Ideal para reuniones, y para celebraciones. Tambien residencia habitual del que huye de la realidad. Ver la tele, salón de juegos y de cánticos y bailes de toda índole. Se ligaba y hay quien podía hasta estudiar. Fuente de inspiración, refugio y expansión de insultos y devoción. Apuestas, planes y negocios. Descubrimientos de uno mismo, concilíabulo político, hemeroteca y foro cultural. Conocer, evitar la soledad o la incomunicación. Tratamiento, entrenamiento del gourmet. Joder!!! ¿Donde están ahora los bares?
Cada vez hay mas ciber y menos bares, y los que quedan se convierte en piscolabis. Por dios!!! ¿Que mariconada es esta?

Salvemos los bares YA!!!!!!!