ESTE TEXTO ESTA PUBLICADO EN EL PERIODICO "LA PROVINCIA"
JAVIER RODRÍGUEZ Ayer sábado, con motivo del derby canario entre el Tenerife y la Unión Deportiva Las Palmas, nos encontramos un grupo de amigos (aficionados de la U.D.) en un bar para compartir la emoción de un día como éste. El resultado es lo que menos me importa, porque era bastante presumible lo que iba a suceder, teniendo en cuenta la gran diferencia que existe este año entre ambas plantillas, por lo que ni me voy a molestar en discutirlo.
El motivo de esta carta no tiene que ver, de hecho, con el fútbol, al menos de forma directa, sino con la vergonzosa actuación de la Televisión Canaria, la autonómica, ´esa televisión de TODOS los canarios´. Mucho había escuchado al respecto de cómo la maneja el Gobierno de Paulino Rivero, pero jamás creí que llegara a este extremo tan bochornoso.
Durante las escasas dos horas que duró el partido pude verificar el descaro con el que se gestiona este canal para lo que me baso en dos hechos independientes entre sí.
En primer lugar, en el descanso del partido, emitieron un anuncio promocionando un programa de debate que se iba a ver con posterioridad en la TV Canaria, cuyo tema principal era si debía o no eliminarse el ´Gran´ del nombre de la isla de Gran Canaria. En una de las imágenes de la mezcla del vídeo promocional aparecía impresionado claramente, en un monitor que estaba en el plató, que ´los tinerfeños estaban de acuerdo con dicha supresión en un 70 y pico por ciento´. Puede ser que me equivoque en el porcentaje o en los términos exactos de la pregunta, pero no cabía duda alguna de la mala intención de la realización del vídeo.
Es realmente espeluznante comprobar cómo un medio con el alcance de la televisión, aprovecha uno de los momentos de mayor audiencia del año para avivar un debate tan estúpido como ése. Que lo fomente un panfleto como ese diario chicharrero, al que no pienso ni nombrar para no publicitarlo más, me parece lamentable, pero no deja de ser un medio local y privado, por lo que se podría refugiar en su derecho y libertad de expresión. Ahora bien, que un canal que funciona por y para TODOS los canarios, que, entre otras cosas, son quienes lo financian, me resulta casi un delito. No soy abogado, pero si alguno lee esto y cree que se puede actuar en este sentido, por favor, le animo a que lo haga.
Es muy triste comprobar que esto suceda dentro de una región con las particularidades de la nuestra, de por sí ya alejada del resto, que debería caminar hacia la unión de todos los canarios. Pero más vergüenza me ocasiona que encuentre su origen en los mismos que han sido elegidos por los ciudadanos para gobernar la Comunidad Autónoma, de los que se esperaría que tuvieran como objetivo lo mejor para todos. No entiendo con qué cara van por el mundo haciéndose llamar ´canarios´.
El otro tema que me motivó a escribir estas líneas tiene que ver con la retransmisión del partido que realizaron los comentaristas (la palabra "periodista" les queda, obviamente, bastante grande). Por suerte, aunque tengo algo de falta de vista, pude distinguir que el equipo que jugaba con la camiseta amarilla era la U.D., porque escuchando la narración podía parecer que se trataba de un partido de la UEFA que el Tenerife disputaba contra un equipo de Bielorrusia.
La parcialidad con que se realizó dicha retransmisión era tan evidente que incluso estuve a punto de hacer la ola cuando el Tenerife marcó el segundo tanto.
En un ejercicio de comprensión y empatía absoluta, podría llegar a entender que ´se le vea el plumero´ en alguna ocasión. Al fin y al cabo, en algún momento puntual, se le pueden escapar un poco los sentimientos.
Ahora bien, la euforia con que comentaba los ataques del Tenerife contrastaba descaradamente con la pasividad con la que describía las ofensivas amarillas, las cuales relataba con la misma emoción con la que mi madre repasa la lista de la compra.
Pero no contento con eso, dejó un par de perlas para la galería del periodismo más chabacano, al afirmar, repasando las estadísticas, hechos como que ´llevamos más saques de esquina´ o, la auténtica guinda que remató la retransmisión: ´lo mejor del partido, el resultado´.
Sin duda alguna, este detestable ejercicio por parte del comentarista del partido supone igualmente un agravio a toda su profesión, faltando con total descaro a los criterios de neutralidad y objetividad, que se recogen en su Código Deontológico.
Es una aberración que se tolere este tipo de actitudes. De más está decir que ese partido lo ve gente de todas las islas y, por ende, aficionados de los dos equipos. No conozco los datos al detalle, pero probablemente la UD cuente incluso con más adeptos. Eso sin mencionar la historia que atesora.
Me defino allá por donde voy, como ´canario de todas las islas´. Es por ello que, como tal, me siento agraviado por ambos hechos, por lo que, como mínimo, hago pleno uso de mi derecho al pataleo.
Pero además me gustaría que todos aquellos que se sintieran ofendidos y que rechacen este tipo de comportamientos, se hagan escuchar y que se movilicen, de una vez por todas, para evitar que este tipo de atropellos y de falta de respeto a un alto porcentaje de la población canaria se vuelva a repetir.
Exijo desde aquí igualmente que, tanto la Televisión Canaria, como ente, como el narrador del partido, hagan público un comunicado disculpándose por tan ofensivas actuaciones, aprovechando un momento de máxima audiencia, aunque no pueda alcanzar los niveles de un partido de máxima rivalidad como el de ayer.
Así mismo, en caso de que el debate citado anteriormente no haya sido emitido aún, que sea revocado, así como cualquier otro programa en el que se cuestionen temas que afecten gravemente a la imagen de, como en este caso, la isla de Gran Canaria o de cualquier otra.
Eso sí, quiero dejar claro que, en ningún caso, esta carta tiene la intención de avivar el nefasto pleito insular, sino todo lo contrario. Estoy muy orgulloso de mis islas y de mis amigos chicharreros, que son los primeros en condenar este tipo de conductas.
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