Eye pet
En un bonito envoltorio (sí, eso también importa en este tipo de productos), ‘EyePet’ nos presenta la cámara PlayStation Eye, una tarjeta de plástico conocida como Magic Card y el disco del juego. Antes de empezar, un completo tutorial nos invitará a despejar la zona de juego enfocada por la cámara. Tras ello aparecerá el huevo de nuestra nueva mascota y deberemos realizar una serie de acciones para hacerlo eclosionar.
Será en esta fase cuando veremos cómo funciona el juego. Así, la Magic Card reaccionará para convertirse en el primer objeto gracias a la realidad aumentada, una estufa con la que calentar el huevo. Poco después entraran en acción nuestras manos “golpeando” el huevo hasta romperlo y hacer que la criatura se de a conocer.
Tras ello vendrá nuestro primer “Ooooh” del juego. Una expresión que la ternura y monerías de nuestro ‘EyePet’ nos hará repetir en más de una ocasión.
El trabajo de Sony con el diseño y animación de la mascota es excepcional. A medio camino entre un mono y un gato, el carisma que desprende esta especie de Gizmo es brutal. El hecho de que el motor del juego se focalice únicamente en el animal (pensad que el escenario lo formamos nosotros y nuestros alrededores gracias a la cámara) permite que este se mueva con un realismo y naturalidad pasmosa.
Especial mención merecen las animaciones del pelaje de ‘EyePet’, dignos de algunas de las mejores películas de animación de nuestra época.
Situémonos. Tenemos la cámara conectada y un simpático bicho haciendo monerías en la pantalla ¿y ahora qué?
Como es lógico en una propuesta de este calibre, la interacción con nuestro ‘EyePet’ es el pilar del juego, así que
usando nuestras manos podremos acariciar al animal, que se ponga a perseguir nuestros dedos por la pantalla o incluso animarle a saltar situándole nuestra mano a un nivel al que no pueda llegar.
Justo a partir de este punto empezaban mis preocupaciones. La idea puede estar bien, también la interacción con la mascota, pero una vez consumidos todos los “Ooooh” que nuestro ‘EyePet’ pueda robarnos ¿quedará relegado a adornar nuestra estantería?
Para evitar esa situación Sony ha creado un sistema de desafíos con los que alargar la vida del título. Conforme avancemos por ellos
aprenderemos a duchar a nuestra mascota, darle de comer, a recolectar nuestra propia comida, ganaremos nuevos jueguetes, etc.
Cada uno de estos desafíos contará con varios niveles de dificultad y su superación nos abrirá la puerta a otros, además de nuevas prendas y accesorios para nuestro ‘EyePet’. Ésto último dependerá del nivel que alcancemos en cada prueba. Por ejemplo, con una cama elástica que aparecerá al poner sobre el suelo la tarjeta mágica, deberemos hacer saltar a la mascota hasta una altura mínima, siendo la de 5 metros la que nos daría el oro y un total de 3 nuevas prendas.
Aquí vienen los primeros problemas. En primer lugar la dificultad está muy mal calibrada. Sobretodo teniendo en cuenta que los jugadores que hay frente a la pantalla son niños pequeños. Si a mí me ha costado sudor y lágrimas superar con medallas algunos desafíos no me quiero ni imaginar la frustración de un crío al no poder conseguir para su mascota el mismo disfraz que tiene su amigo.
Sumémosle además un problema que la cámara de Sony tiene desde que naciera en la pasada generación. Su nivel de resolución es pésimo si tenemos en cuenta que vivimos en la era de la alta definición y ello deriva en problemas de captación a la hora de intentar realizar alguna de las acciones. Provocando por cierto que acabemos moviendo nuestras manos sin ton ni son frente a la pantalla.
Otro de los aspectos mejorables del título de cara a una segunda parte sería la evolución del personaje. Desde que nace nuestro ‘EyePet’ no variará en absoluto, limitando sus cambios al estilismo con el que cuenta el título (cambios de color, pelo y vestuario) o las canciones que le podamos enseñar y reproduzca cuando menos lo esperamos (previa pelea con el micro de la cámara y su captación de sonidos que tampoco funciona todo lo bien que debería).
Sí es cierto que
deberemos cuidarlo y asearlo para que esté feliz y en plena forma, pero poder verle crecer o cambiar en cierta medida, habría supuesto una grata experiencia y obligaría al jugador a estar pendiente de su ‘EyePet’ durante más tiempo sólo por el hecho de “a ver qué pasa”.
No os preocupéis porque no acaba aquí, me he guardado lo mejor para el final: el sistema de captación de imágenes.
Podremos enseñar a nuestro ‘EyePet’ un dibujo que él reproducirá y se convertirá en un nuevo juguete. Por ejemplo, si dibujamos un coche éste aparecerá en pantalla y nosotros podremos controlarlo con el mando de PS3 mientras la mascota intenta alcanzarlo.
Ojo porque como todo, tiene truco. Sólo hay un total de 15 objetos que nuestro ‘EyePet’ puede reproducir y van desde el citado coche hasta un avión con el que surcar los cielos en un divertido minijuego. Eso sí, aunque sigamos un esquema siempre seremos nosotros los que decidiremos la forma y estilo de esos objetos, transformándose en casi todas las ocasiones con gran exactitud.
Digo casi todas porque de nuevo los problemas con la iluminación y la captación de la cámara pueden provocarnos algún que otro quebradero de cabeza, creando el objeto con partes sin unir que imposibilitan su uso.
Video del juego oficial: http://www.youtube.com/watch?v=YZvxIjdyyII
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Novedoso juego para Ps3, me ha resultado extraño que nadie lo haya comentado.
Segun he podido leer por distintos foros, es el "Tamagochi" de ultima generacion. El juego esta enfocado para niños aunque no se hasta que punto ya que por lo que he podido leer hay pruebas que llevan una gran dificultad y que un niño no podria solucionar, por lo tanto el juego esta pensado para un publico muy amplio.
Sin duda es un juego muy novedoso, yo me lo pillare para estas navidades si no me equivoco
no pasa de los 40€ con camara incluida.