

Koooke, creo que estás en un error. El agua San Roque tengo entendido que tenía su fuente en San Roque, barrio de Valsequillo. Yo mismo recuerdo estar por ahí hace ya casi 20 años. Del naciente de Los Berrazales era de donde se envasaba el agua de Agaete, también buenísima por cierto.Koookeee Koookeee escribió:El agua de San Roque venía de los nacientes de Los Berrzales, en los altos de Agaete. Era un agua que por naturaleza fluía carbonatada y muy rica en hierro. Eso le daba ese sabor característico con el que varias generaciones de grancanarios nos criamos.
Tenía propiedades digestivas y curativas. A modo de anécdota, les contaré la que me trasmitió mi padre acerca de un tío mío, ya fallecido. Cuando era un niño pequeñito (finales de los años 20), se comió una manilla de plátanos verdes. Mi abuela, preocupadísima, fue al médico y este le dijo que no se preocupase. Que cogiese una botella de agua de San Roque y le diese de beber al mismo tiempo que lo hacía caminar por el pasillo sin parar de caminar y beber. Al momento, el niño echó los trozos enteros de plátanos verdes por la boca. Fue una limpieza de estómago de lo más sencilla y natural.
Si he escrito esto es porque en este tema, han tocado esa fibra sensible de mi infancia y juventud. Ahora bebo agua sin gas, pero muchas veces me acuerdo de aquellas botellas de San Roque, son esas figuras del baile folklore y esas letras en azul grabadas en sus botellas.
Saludos.
Pato WRC escribió:Koooke, creo que estás en un error. El agua San Roque tengo entendido que tenía su fuente en San Roque, barrio de Valsequillo. Yo mismo recuerdo estar por ahí hace ya casi 20 años. Del naciente de Los Berrazales era de donde se envasaba el agua de Agaete, también buenísima por cierto.Koookeee Koookeee escribió:El agua de San Roque venía de los nacientes de Los Berrzales, en los altos de Agaete. Era un agua que por naturaleza fluía carbonatada y muy rica en hierro. Eso le daba ese sabor característico con el que varias generaciones de grancanarios nos criamos.
Tenía propiedades digestivas y curativas. A modo de anécdota, les contaré la que me trasmitió mi padre acerca de un tío mío, ya fallecido. Cuando era un niño pequeñito (finales de los años 20), se comió una manilla de plátanos verdes. Mi abuela, preocupadísima, fue al médico y este le dijo que no se preocupase. Que cogiese una botella de agua de San Roque y le diese de beber al mismo tiempo que lo hacía caminar por el pasillo sin parar de caminar y beber. Al momento, el niño echó los trozos enteros de plátanos verdes por la boca. Fue una limpieza de estómago de lo más sencilla y natural.
Si he escrito esto es porque en este tema, han tocado esa fibra sensible de mi infancia y juventud. Ahora bebo agua sin gas, pero muchas veces me acuerdo de aquellas botellas de San Roque, son esas figuras del baile folklore y esas letras en azul grabadas en sus botellas.
Saludos.
El naciente de Los Berrazales siempre ha sido un punto turístico a mis amigos que he ido a enseñar la isla. Es increible comprobar una naciente de agua con gas, realmente espectacular. La gente de la zona llenaba las garrafas para consumo de casa.
Saludos
Y lo del problema del fluor, o la falta de flúor, que no sé bien, lo recuerdo en amigos de La Aldea, que me decían era por el agua de allí.