Quizá ni él se lo explique, pero lo cierto es que Pablo Orbaiz perdió ayer los nervios de nuevo. Como le sucedió ante el Villarreal, reaccionó de la peor forma posible con el juego parado y fue expulsado. La segunda roja que ve en sus cuatro últimos partidos, una cifra desproporcionada para un jugador de sus galones y que en toda su carrera con el club (288 partidos) sólo había abandonado el campo por cartulina en cuatro ocasiones.Amarilla escribió:Por cierto, que no lo había comentado, ¿vieron la agresión de Orbaiz? Qué asquito. Lamentable lo del jugador. Espero que le caigan tantos partidos como le cayeron a Pepe. O más, porque donde Orbaiz dio, dio para hacer mucho mucho daño.
Lo peor de todo es que lo de ayer en San Mamés fue mucho más grave que lo de El Madrigal. Entonces, al fin y al cabo, agarró del pelo a Marco Rubén y de un brazo al árbitro después de que le pitaran una falta inexistente. Esta vez reaccionó de forma mucho más violenta. Recibió una falta de Cortés y respondió lanzándole una patada a la entrepierna. En las mismas narices del penoso Pérez Burrull.
Entonces, se encontró con dos partidos de sanción, uno por acumulación de amarillas y el otro por la roja. Ahora debe prepararse para un castigo al menos similar. El acta arbitral le coloca en una incómoda posición. Según este documento, fue expulsado por «dar una patada desde el suelo a un adversario cuando el juego acababa de ser detenido».